Está detenido un convenio que iba a firmar la UNT con YMAD

Está detenido un convenio que iba a firmar la UNT con YMAD

Los cambios que se habían realizado el año pasado al acta determinaron que no se pueda avanzar en el acuerdo. Se podría resolver

EXPOSITORES. Domingo Marchese (tercero a la izquierda) y José Roberto Toledo (de pie) describieron parte de la situación de la UNT con la minería EXPOSITORES. Domingo Marchese (tercero a la izquierda) y José Roberto Toledo (de pie) describieron parte de la situación de la UNT con la minería La Gaceta / foto de Roberto Delgado

El acta transaccional que la UNT había acordado con el directorio de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) para restituir a la Universidad el 40% de las regalías mineras y volver al sueño de la Ciudad Universitaria no se pudo firmar y ha quedado en una nebulosa, según contaron el abogado José Roberto Toledo y el contador Domingo Marchese, los directores de la UNT en el ente minero del que es socia junto a Catamarca y la Nación para administrar el yacimiento de Farallón Negro.

No se pudo firmar, explicó Toledo, porque en una sesión del anterior Consejo Superior, a fines del año pasado, se hicieron cambios al acta transaccional. “Lamentablemente”, dijo el abogado. Por ese acuerdo se iba a superar el acta del 2 de enero de 2008 que habían firmado el ex rector Juan Alberto Cerisola y el directorio de entonces de YMAD para que se declarara terminada la Ciudad Universitaria, establecida por la Ley 14.771 como destino del 40% de regalías, y quedara ese porcentaje dividido en un 20% para las otras universidades y un 20% para la UNT, de libre disponibilidad.

También por el acta transaccional se iban a hacer gestiones para que la UNT levantara la querella que le hizo a YMAD hace seis años ante la Justicia Federal de Catamarca para desconocer el acta de 2008. “Nosotros habíamos planteado: “¿hasta cuándo vamos a seguir en pleito con Catamarca?”, dijo Toledo. Explicó que se había consensuado que se restituiría el 40% a la UNT hasta que se construyeran 135.000 m2 de la Ciudad Universitaria, mientras que en la querella contra YMAD por el acta de 2008 quedaba un reclamo para construir 61.000 m2. “Reclamo en la Justicia Federal, que puede demorar 15-20 años”. Los cambios que hizo el anterior Consejo, en detalles de la “letra chica” del acta transaccional causaron el parate. “Los catamarqueños nos han dicho: ‘ustedes son autodestructivos’ ”, describió Toledo, quien agregó que, no obstante, no todo está perdido. “Estamos en esa instancia. Lo que queremos es que este nuevo Consejo Superior encomiende a Asuntos Jurídicos que redacte un texto superador, con los abogados de YMAD y con dos o tres personas de comisión de redacción”. Añadió que “el convenio no se firmó, pero no está caída la voluntad de firmarlo”.

El legado de Peirano

La sesión extraordinaria del Consejo Superior había sido convocada para que los dos delegados en YMAD explicaran la situación actual de la UNT con la minería ante los nuevos consejeros. Primero habló Toledo, quien comenzó citando a Ortega y Gasset (“no saber lo que nos pasa... eso es lo que nos pasa”) para proponer informar claramente sobre YMAD, superar las ideas negativas a fin de “reformular de modo copernicano la relación del Consejo Superior con la minería”. Todo, describió, en función del legado de Abel Peirano, descubridor de Farallón negro, quien -dijo- “hizo la gran epopeya con la minería”. Sentenció que no se ha cumplido el legado, con “una historia plagada de sucesos escandalosos”. Planteó que la Universidad debe controlar; debe ser un faro luminoso; que el alma universitaria es la docencia y la ejemplaridad y que “no podemos obviar el tema medioambiental”.

Inversión e investigación

Luego Marchese dijo que si alguien pensaba que YMAD estaba próxima a cerrarse, “eso ha cambiado sustancialmente en estos últimos años”. Explicó que por las solas ganancias de la actividad de YMAD -ya no de la Minera Alumbrera, que terminó su explotación en Bajo la Alumbrera- en 2020 ya se comenzó a invertir para modernizar el equipamiento, si bien la pandemia causó problemas en 2021, con contagios masivos en la empresa. Ese año tuvo una pérdida de producción de aproximadamente un 17% por la pandemia y por la caída del rendimiento de las vetas de explotación, si bien tuvo un alza del valor internacional del oro y de la plata.

Marchese expuso cifras pero pidió prudencia con los números porque, dijo, “no están terminados de auditar, son datos provisorios”, que generan expectativas “de una empresa que estaba a punto de cerrarse en 2018 a un horizonte casi asegurado”. Por eso, dijo, se distribuyeron dividendos por unos $ 400 millones a Catamarca y $ 218 millones a la UNT (la mitad quedaron depositados en el Juzgado Federal de Catamarca, por la querella por el acta de 2008).

Según Marchese, “estamos en un bache de transición”. Las vetas originales están extinguiéndose y se está “parchando” con ellas y con lo que se saca de la veta Los Viscos, contigua a Farallón Negro, en la cual se ha acelerado la investigación y se invirtieron 186 millones de pesos.

También se va a poner en valor las vetas Porvenir, Encuentro y Bloque Sureste, todas como parte del Farallón Negro original, que “ya garantizan una vida útil al menos hasta 2032”.

Marchese reveló que la próxima semana YMAD completa una línea de alta tensión de 33,4 kv y que la semana pasada Argentina estuvo en un evento del mundo de la minería en Canadá, donde presentaron estas novedades ante posibles inversores. Dijo que YMAD tiene tres ventajas: “1) Tiene consenso social; 2) tiene acceso a una línea de energía; 3) tiene infraestructura de caminos, de campamentos”.

Los consejeros pidieron que en otra sesión -después de las vacaciones- vayan técnicos y geólogos a explicar más en profundidad la cuestión minera. Y quedó para otra sesión el complejo tema Agua Rica, emprendimiento minero fuera de Farallón Negro, con el que hubo conversaciones y un acuerdo frustrado para el uso futuro de la infraestructura de YMAD.

La cuestión ambiental: inquietud de consejeros y anuncio de un observatorio de medio ambiente

Si bien el delegado Domingo Marchese aseguró que se están “revegetando” las áreas cerradas y que hay seguimiento por radar y por drones, y controles del Ministerio de Minería de Catamarca, hubo inquietudes de  los consejeros por los controles de contaminación y por las decisiones que toma el directorio de YMAD. Marchese dijo que el año pasado hubo un derrumbe en una galería, sin daños personales. Las consejeras Norma Nasif y Virginia Abdala hicieron alusión al informe de las comisiones del Consejo Superior de 2021, que mostraron que la UNT careció casi de controles. El consejero Mateo Martínez observó que se está en un “brete ético y conceptual: somos parte del negocio y garante ambiental”. Marchese y José Roberto Toledo le respondieron que ya el Consejo aprobó la creación del Observatorio de Medio Ambiente, que debe ser conformado. También prometieron que todo será consultado y mostrado al Consejo.

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