Leonardo Cositorto: “Hay una campaña de difamación en mi contra”

Leonardo Cositorto: “Hay una campaña de difamación en mi contra”

BIEN CUSTODIADO. Leonardo Cositorto, el padre de Generación Zoe, llega a tribunales salteños. BIEN CUSTODIADO. Leonardo Cositorto, el padre de Generación Zoe, llega a tribunales salteños.

Leonardo Cositorto, líder de la empresa Generación Zoe, declaró en Salta ayer durante más de dos horas. El resultado de la audiencia fue la imputación formal contra él y socios salteños por 60 estafas y asociación ilícita.

Al inicio de la declaración y ante la fiscal Penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos de Salta, Ana Inés Salinas Odorisio, fue informado sobre las imputaciones en su contra y negó las estafas que se le endilgaron. A su vez prefirió no declarar en principio. Sin embargo, tras tomar conocimiento de cada una de las denuncias en su contra y escuchar el decreto de imputación, aceptó declarar aunque sin contestar preguntas. La suma total del perjuicio ocasionado, de acuerdo a las denuncias realizadas, asciende a $ 3,9 millones y U$S 228.557,29, difundió la Fiscalía.

En la indagatoria, Cositorto aseguró que se desempeña como “coach ontológico” y explicó que la empresa que formó junto a su hermano se dedica a las capacitaciones en inglés, PNL (Programación Neurolinguística), locución, periodismo y otras carreras más. Según sus propias palabras las denuncias tienen que ver con otras empresas que buscaban que Generación Zoe “deje de funcionar” y negó haber realizado las estafas piramidales. La organización, explicó el imputado, está inscripta “bajo el fideicomiso ordinario ZoeLatam” y agregó que su facturación era de U$S 40 millones mensuales con la empresa que está presente en 21 países y que cuenta con 72 sucursales, según sus propias palabras.

Cositorto fue trasladado desde Córdoba -donde estaba preso por estafas- a Salta por requerimiento de la fiscal Salinas Odorisio, a raíz de las 60 denuncias contra Zoe en esa provincia. Lo que sospechan los fiscales que investigan esta causa en las distintas jurisdicciones, es que las personas que se sumaban a su organización realizaban aportes en dólares – en Salta indicaron haber depositado desde 500 dólares- y obtenían una renta mensual “asegurada” por encima de los valores que dejan otros negocios. Con ese aporte inicial que queda inmovilizado por un año, recibían un 7,5% en dólares cada mes, lo que sería la rentabilidad del negocio. Además, si incorporaban a otros “inversores”, la renta personal también crecía.

Luego de esta declaración, en la fiscalía explicaron que la investigación continuará. “La idea es que no vuelva a declarar a Salta”, aseguró la fiscal Salinas Odorisio en dialogo con medios salteños y nacionales que hicieron la guardia durante toda la jornada. La fiscal Penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC) imputó provisionalmente a Cositorto junto con Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz por ser coautores de los delitos de estafas reiteradas y asociación ilícita, en concurso real.

La abogada de Cositorto, habló con los medios luego de que se retirara al imputado de la fiscalía junto a 5 custodios policiales, cerca de las 16 de ayer.

La codefensora Sandra Domene explicó que su defendido brindó una declaración extensa y precisa, negando cada una de las denuncias en su contra. “Negó la existencia de la estafa, la intención –es decir el dolo- de defraudar y negó la existencia de una asociación ilícita”, explicó y agregó: “Hubo un atraso en el pago de los intereses correspondientes a los depósitos que realizaban los inversores debido a la campaña de desprestigio que comenzó a circular en su contra desde enero”.

Domene hizo hincapié en que durante el traslado del imputado de Córdoba a Salta se violaron reiteradas veces sus derechos humanos: “estuvo 24 horas sin levantarse, “en una celda inhumana, violatoria de todas las leyes existentes, con un colchón roto, orinado y sin colchas”, aseguró.

La causa en Salta

Desde la fiscalía Penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos indicaron que su intervención se inició a raíz de distintas denuncias recibidas en los últimos meses por estafas en contra de Generación Zoe, una financiera nacional con sede en Salta, ubicada en calle en Pellegrini 782.

“Durante la investigación, desde UDEC determinaron que el modus operandi de la empresa consistía en rubricar contratos de fideicomiso (llamados membresía educativa o inteligente), cuyo importe variaba entre los U$S 500 y U$S 1.000. A cambio de la inversión, la financiera les prometía un retorno de entre el 7,5% y el 10% mensual y el 120% anual. Las membresías se distinguían entre Classic, Premium, e Intelligent, variando en función del capital aportado y de una tasa de retorno diferencial entre ellas. Al día siguiente de abonar la membresía, al usuario le figuraba en su perfil on line de Zoe, un incremento de capital del 20% en calidad de bonificación educativa. Es decir que, si una persona invertía 500 dólares, a las 24 horas, figuraba en la plataforma que poseía 600 dólares”, explicaron.

Perfil: pastor de su propia iglesia

En diferentes empresas y rubros y por más de 30 años Leonardo Cositorto armó equipos basados en esquemas piramidales que trabajan en empresas que, años después, terminaban en la quiebra. Su último trabajo fue en el club Deportivo Español de Buenos Aires, lugar desde el cual obtuvo mayor reconocimiento y llegada al público. En sus entrevistas se presentó siempre como ministro de culto, pastor, de su propia iglesia: Aviva Zoe. La estafa se conoció a raíz de una denuncia de la ONG Bitcoin Argentina. Cositorto, estuvo mucho tiempo prófugo hasta que fue detenido en República Dominicana por Interpol y la Policía de ese país. Fue trasladado a Córdoba y luego a Corrientes, pero aún le queda recorrer los tribunales de varias provincias del país.

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