Por Fabio Ladetto
11 Mayo 2022
EN PLENA TAREA. Backstage de la producción “Prestige”, de Juanma Roggia, que aborda la ostentación vacía de contenido real en sus fotografías. gentileza
Cuerpos apenas cubiertos por joyas o carteras, ostentan ante la mirada ajena un nivel de vida que desafía todo bolsillo. En lo que se exhibe impúdicamente se evidencia un poder económico que se emplea para tapar la desnudez absoluta de quien lo porta y muestra.
Esas imágenes conforman “Prestige”, la primera muestra fotográfica conceptual del artista tucumano radicado en Buenos Aires Juanma Roggia, que se expone desde hoy en The Wild Cafe (Mozart 1.860, Yerba Buena), con la producción de Tal Cual.
“El concepto de la exhibición es el prestigio que la sociedad busca representar por medio de lo material y superficial proyectada sobre la vulnerabilidad y la esencia desnuda de cada uno”, anticipa el fotógrafo.
El origen de su obra partió del libro homónimo del escritor Christopher Priest, texto que fue adaptado al cine por el director Christopher Nolan. “Pongo el foco en la superficialidad de las pequeñas cosas que damos como importantes como sociedad. Busco inspirar y cuestionar lo que nosotros creemos que es el prestigio y a preguntarnos qué estamos dispuestos a realizar para tenerlo”, agrega.
De su trabajo participaron las modelos Sol Wytrykusz, Martu Simoni y Martu Ortenbach, con estilismo de Rocío Luz Arredondo, Ximena Vallerga e Ivana Fernández, y make-up y peinado de Selva Negra Estudio y Delfina Paz Zavalía.
- ¿El prestigio es una cáscara vacía, la mera suntuosidad, o lo hay de otra clase?
- Para mí hay dos clases de prestigio: el ganado y el impuesto, y ambos son proyecciones que las personas perciben sobre nuestra persona. La ganada es la que uno obtiene con las acciones del día a día, la historia que los demás van viendo y asumen de esa persona. La impuesta es la elaborada por medio de acciones “publicitarias” para posicionarse de una forma que uno quiere que lo vean los demás. Estas dos clases pueden desarrollarse del mismo modo en una persona o pueden ser totalmente distintas, y el prestigio puede variar del lugar en el que vivamos o estemos en ese momento.
TODO EL LUJO. El fotógrafo trabajó con tres modelos en sus tomas.
- ¿Por qué te inspiraste en la película?
- Me inspiré de una charla que tuve con un amigo, en tiempos en que estaba buscando ganar prestigio debido a mi inseguridad sobre mi viaje a Europa y de cómo iban a percibir mi trabajo. Esto lo mezclé con un concepto de la película de Nolan, quien es mi director favorito, y en el cual cuestiona la identidad humana: si le quitamos al humano las posiciones materiales y las proyecciones auto impuestas, ¿qué queda?
- ¿Qué implica el minimalismo empleado en tus imágenes, la escasez de elementos que se ven en las fotos?
- Busqué que haya pocos elementos en la imagen, que el enfoque se centre en esa proyección material y superficial que imponemos con nuestra mirada. Quiero, a su vez, ver qué es lo que la persona va a percibir al ver la imagen que presento.
LA DESNUDEZ. Los cuerpos aparecen semitapados por diversos artículos.
- ¿Qué te aporta como elemento significante el cuerpo desnudo de tus modelos?
- Cumple dos funciones en mis tomas: la primera la de mostrar, de forma literal, nuestra propia desnudez individual, a la que la cubrimos con materialidades para imponer una imagen, ya sea de cierta clase o de “prestigio” ante los demás. Por el otro lado, muestra esta metáfora que busco generar: nuestra esencia desnuda cubierta con proyecciones para generar una imagen en los otros. Entonces, si nos quitamos todo lo que se ve, ¿cómo nos perciben los otros?
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