08 Mayo 2022
FLAMANTE. La foto se tomó poco antes de que el telescopio fuera enviado a Tucumán.
En 1913 se instala en el Observatorio Nacional Argentino (hoy Observatorio Astronómico de Córdoba) un laboratorio de óptica. Desde aquel momento se construyeron numerosos instrumentos y elementos, tales como lentes y espejos, muchos de los cuales todavía están en uso. En particular desde la década de los 40 la actividad se intensifica con la presencia del destacado óptico y astrónomo Dr. Ricardo Platzeck y del director del establecimiento Dr. Enrique Gaviola.
A mediados de 1940, Gaviola es invitado a visitar la Universidad Nacional de Tucumán para brindar algunas conferencias. En esa oportunidad, las autoridades proponen al Director que el observatorio cordobés construya un pequeño telescopio para usarlo con fines educativos. Con la intención de que participe y ayude en la elaboración del instrumento, al año siguiente la UNT envía a Córdoba a Armando Juan Cecilio, un entusiasta de la astronomía.
El telescopio de tipo Newtoniano, se construyó con un tubo de chapa rolada, remachada; la montura, de tipo alemana, con círculos graduados de bronce para apuntarlo y un sistema de relojería para el seguimiento de los objetos observados. El espejo de 20 cm, el elemento principal del instrumento, se talló también en Córdoba. El equipo incluía varios oculares que proporcionaban de 50 a 300 aumentos.
Cecilio, bajo la guía de Platzeck, se capacitó en la construcción de telescopios y espejos, además de las técnicas de observación, lo que se constituyó en un beneficio adicional para la Universidad, y en el proceso surgió la idea de que en Tucumán se pudiera contribuir con observaciones científicas. Finalizado el instrumento, en noviembre de 1941 el telescopio se trasladó a Tucumán.
Durante mucho tiempo el profesorado en Matemáticas incluía temas de Astronomía y Mecánica Celeste, que eran dictadas por el profesor Pedro Zadunaiski, quien usó el telescopio para realizar observaciones junto a los estudiantes desde la terraza del edifico central de la Universidad.
Con posterioridad, el instrumento se siguió utilizando por algunos aficionados a la astronomía que eran estudiantes y docentes de Física. En 2010 el telescopio, ya sin que nadie lo usara, terminó olvidado en un depósito de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT.
La montura y los espejos del telescopio están en buen estado, aunque falta uno de los círculos graduados y el sistema de relojería. A pesar de esto, con algunos ajustes y limpieza, este histórico instrumento podría volver a utilizarse para continuar contribuyendo a la educación de nuestros estudiantes.
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