
Susan y Patrick son hermanos y tuvieron cuatro hijos Clarín

A Patrick Stuebing y Susan Karolewski son hermanos que estuvieron separados durante los primeros años de su vida. Él fue entregado en adopción luego de que su padre lo atacara con un cuchillo. Ella, que tiene un discapacidad, quedó al cuidado de su mamá. Se conocieron durante su adolescente y, según revelaron, se enamoraron. Hoy tienen cuatro hijos y piden que se legalice el incesto luego de que él estuviera preso por cometer ese delito.
La historia de Patrick y Susan se conoció hace 15 años y siempre está latente por su contundente pedido: buscan que el incesto deje de considerarse un delito. "No sentimos culpa, nos amamos", aseguran con total seguridad. Se conocieron cuando él tenía 23 y ella 15. Patrick había vivido con su familia adoptiva y regresó con su mamá biológica, quien murió a los seis meses del reencuentro. El hombre, que hoy tiene 44 años, contó que sintió la necesidad de cuidar a su hermana pero se terminaron enamorando.
Patrick y Susan son hermanos y se enamoraron TN
“Me convertí en cabeza de familia y tuve que proteger a mi hermana. Ella es muy sensible, pero nos ayudamos mutuamente durante este período tan difícil y, finalmente, esa relación se volvió física”, afirmó Stuebing.
De su relación nacieron cuatro hijos entre 2001 y 2005, dos de los cuales tienen discapacidad. Sin embargo, la pareja se propuso cambiar las leyes de Alemania para declarar legal el incesto. Patrick cumplió dos sentencias de cárcel por el delito de incesto. Fue condenado en 2002, después del nacimiento de su primer hijo, a un año de cárcel, pero se le dejó en libertad provisional. Susan, que entonces tenía 17 años, fue tratada como menor y puesta al cuidado de los servicios para jóvenes.
Pero después del nacimiento de dos hijos más, Sarah en 2003 y Nancy 2004, la corte no fue tan indulgente. Stuebing finalmente fue sentenciado a diez meses de prisión. Antes de ingresar en la cárcel, concibieron a su cuarto hijo. En 2005, Stuebing fue sentenciado a otros dos años y medio por volver a cometer incesto.
“No nos conocíamos en la infancia. No es lo mismo para nosotros. Nos enamoramos de adultos y nuestro amor es real. No hay nada que podamos hacer al respecto. “Seguimos nuestros instintos y nuestros corazones”, concluyó Susan.







