La vinculación UNT y la política

La vinculación UNT y la política

21 Marzo 2022

Benito Carlos Garzón

Constitucionalista

Muy buen artículo de Guillermo Monti (“16 temas que definirán la UNT del futuro”, 18/03), sintetizando los puntos que deberán ser atendidos por la nueva autoridad rectoral a elegirse en el mes mayo próximo.

Hemos elegido este ítem en razón de lo delicado que se trata la relación entre la UNT y los gobiernos locales o nacionales.

Puede decirse que la UNT nació, creció y floreció de la mano de la llamada “Generación del Centenario”. En esta generación se desarrollaron las mentes más lúcidas, con Juan B. Terán a la cabeza, Ernesto Padilla y otros hombres prominentes que guiaron los estudios superiores con verdadera vocación de bien público y que la gama de conocimientos se proyectara no solo a Tucumán sino a todo el Norte Argentino. La UNT nació regional, con una visión integradora de toda esta parte del país. En el Rectorado se inicia esta gesta de Juan B. Terán hasta Horacio Descole, y así a fines de la década de los 40 se crearon centros de investigación e institutos técnicos que se proyectaron a provincias lejanas como Chaco y Formosa. Hablando de vinculación (punto 16 del resumen mencionado), la desconexión entre la UNT con su gran infraestructura de investigación no tiene vinculación efectiva con la realidad política. Este divorcio ocasiona que profundos estudios de la ciencia no sean aprovechados por la clase política y constituye una de sus más grandes falencias.

En la clase política predominan los intereses menores y por lo tanto se carece, en general, de visión estratégica que pudiera utilizar los estudios científicos para su desarrollo.

Vamos a exponer un claro ejemplo de “desvinculación” entre la UNT y la dirigencia, no sólo política, que ha desaprovechado de este modo un módulo estratégico para el Gran Tucumán. Hace unos años, en representación de la Facultad de Arquitectura (Instituto de Planeamiento y Urbanismo) se adjudicó un trabajo en licitación pública del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para un programa denominado DAMI (Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior del país). Se entendió que era propicio para encuadrar el tema en lo que se denomina el Gran Tucumán (San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Tafí Viejo, Las Talitas, Banda del Río Salí, en un arco que llegaba hasta Lules, más las comunas rurales intermedias). El equipo constaba de 12 profesionales de la UNT (ingenieros, arquitectos, geólogos, urbanistas; el único abogado era quien escribe). Todos bajo la dirección del arquitecto Héctor Bomba. El estudio duró algo más de dos años divididos en tramos que se iban aprobando y el documento final se recopilo en un tomo de 1.300 páginas y 300 mapas e infogramas. Fue aprobado por la Unidad Ejecutora del BID- Y cuando al final de las exposiciones y cuando se le preguntó al jefe de Área cuándo sería la publicación, nos dijo que el BID no disponía de fondos para publicaciones. Desde ese momento se inició una peregrinación por los Gobiernos nacional, provincial, municipalidades, entidades económicas, culturales y cuantas institucionales podrían hacerse cargo de la publicación, con resultado negativo. Ningún ente ni estatal ni privado se hizo cargo de la publicación de un trabajo relativo a un espacio provincial que contiene al 70 % de la población de toda la Provincia. En esencia, se estudiaron y trataron temas como núcleos poblacionales, educación, transporte, medios de comunicación, evaluación de la infraestructura geológica del espacio fundamental de la sierra de San Javier. Este fracaso de obtener un estudio serio de toda el área metropolitana que pudo determinar políticas para los grandes problemas que nos acechan y que, como las inundaciones, solo le damos importancia cuando el daño se produce.

Esta falencia es, además, demostrativa de la falta de vinculación seria entre la UNT y las fuerzas políticas gobernantes que persisten en el día a día sin ninguna visión estratégica para el futuro del área más poblada e importante de la Provincia.

En consecuencia, es menester para cumplir con el punto 16 (Comunicación) que se cree un mecanismo adecuado para que las investigaciones puedan tener recepción e instrumentación en las políticas del Estado y superar la actual situación en donde el resultado de investigaciones cae en el saco roto de la mediocridad de la política que, salvo honrosas excepciones, desconoce lo que la UNT contribuyó históricamente para el desarrollo humano del norte argentino.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios