01 Marzo 2022
REUTERS
El presidente ruso, Vladimir Putin, exigió este lunes a su par francés, Emmanuel Macron, el reconocimiento de Crimea como territorio ruso, la desmilitarización, la desnazificación de Ucrania, y la promesa de su estatuto neutro”, como condiciones para terminar la guerra en ese país, indicó el Kremlin en un comunicado tras una conversación telefónica entre ambos mandatarios.
El mandatario ruso subrayó que la resolución del conflicto “era posible solo si los intereses de seguridad legítimos de Rusia eran tomados en cuenta sin condición”, según el Kremlin. “La parte rusa está abierta a negociaciones con representantes de Ucrania y espera que llevarán a los resultados esperados”, aseguró la presidencia rusa, en referencia a las negociaciones entre Kiev y Moscú que tuvieron lugar ayer en Bielorrusia, señala la Deutsche Welle.
Por su parte, Macron hizo especial énfasis en su petición de poner fin a las ofensivas contras la población civil en Ucrania, cesar todos los ataques contra residencias y preservar las infraestructuras.
Antes de que empezaran, el Kremlin había dicho que no quería “anunciar” su posición y Ucrania reclamó un alto el fuego inmediato y el retiro de las fuerzas rusas.
Negociadores rusos y ucranianos tuvieron este lunes un primer contacto, en el puesto de control Alexandrovka-Vilcha, en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, en el que se pusieron sobre la mesa las pretensiones de cada parte con un resultado que, a priori, se limita a un compromiso de una “segunda ronda” de conversaciones.
Luego de unas horas de diálogo, ambas partes regresaron a sus capitales para realizar consultas antes de una segunda ronda de conversaciones, informó la agencia Reuters citando a la agencia bielorrusa Belta News.
Ucrania dijo que quería un alto el fuego y la retirada de las tropas de Rusia, mientras que el Kremlin dijo que no anunciaría su posición de manera anticipada. Los negociadores de Moscú solo han dicho que esperan llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Según la BBC Mundo, las expectativas de una solución pacífica, sin embargo, no eran altas antes de la reunión del lunes. Kiev aceptó enviar diplomáticos a una localidad próxima a la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, a pesar de reportes de que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, se preparaba para enviar tropas que se sumen a la invasión rusa.
Antes de arrancar los diálogos, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky urgió a las tropas rusas a deponer sus armas y pidió que la Unión Europea le otorgara la membresía de la organización. “Como siempre: realmente no creo en el resultado de esta reunión, pero intentémoslo”, dijo Zelensky.
Propuestas de mediación
Según un despacho de Télam, el cara a cara entre rusos y ucranianos significó de hecho que se descartaran dos ofertas de mediación: la del papa Francisco, que el jueves llevó la propuesta a la embajada de Rusia en El Vaticano, y la del primer ministro de Israel, Naftali Bennett, que el domingo ofreció sus servicios en una conversación telefónica con Putin.
En un comunicado de la Presidencia, Putin subrayó que la resolución del conflicto “era posible solo si los intereses de seguridad legítimos de Rusia eran tomados en cuenta sin condición”. Con todo, dejó en claro que “la parte rusa está abierta a negociaciones con representantes de Ucrania y espera que llevarán a los resultados esperados”.
Las hostilidades militares comenzaron cuando Vladimir Putin, presidente de Rusia, ordenó el 24 de febrero pasado una “operación militar especial” para defender a la población rusófona residente en Ucrania, especialmente de la región prorrusa y separatista del Donbás, en el este del país. Los enfrentamientos entre tropas ucranianas y rusas se han repetido en varias de las principales ciudades del país, aunque de momento Ucrania mantiene el control sobre ellas, incluida Kiev, la capital.
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