UNT: “Hoy es imposible un retorno a la presencialidad plena en clases masivas”

UNT: “Hoy es imposible un retorno a la presencialidad plena en clases masivas”

Según Ariel Osatinsky, secretario de Finanzas del gremio docente, no se invirtió en infraestructura. El atraso salarial y la crisis en Asunt.

ANÁLISIS. “Queremos aportar, pero muchas veces nos ocultan la información”, dice Osatinsky sobre Asunt. ANÁLISIS. “Queremos aportar, pero muchas veces nos ocultan la información”, dice Osatinsky sobre Asunt. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
11 Febrero 2022

El año académico se pone en marcha en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y son muchos los frentes que se prepara para afrontar el gremio que nuclea a los docentes e investigadores. Su secretario de Finanzas, Ariel Osatinsky, habló de varios temas: el atraso salarial que padecen, la crisis que atraviesa la obra social Asunt y la imposibilidad de un retorno pleno a las clases presenciales porque -según advierte- no se hicieron las obras de infraestructura imprescindibles.

- ¿Cuál es el cuadro de situación en este inicio de 2022?

- Estamos con las primeras reuniones de delegados, del cuerpo de Comisión Directiva y de la Federación. Venimos con un atraso salarial importante, porque el Gobierno anunció que había dado una suerte de 47-48% de aumento, pero oculta que fue en nueve cuotas y hasta marzo de este año, es decir, a lo largo de casi 15 meses. Entonces, mientras la inflación sólo en 2021, fue del 51%, nosotros hemos tenido -considerando de enero a diciembre- un aumento del 38%. Esa es una de las cuestiones que genera malestar y bronca. A eso se suma la burla del bono de fin de año de $ 2.500, una vergüenza para la docencia universitaria.

- ¿Cómo analizan el año académico que se viene?

- En un contexto complejo por la pandemia no hubo realmente la inversión en recursos ni en infraestructura que requiere esta situación. Si se recorre cualquiera de las ocho escuelas experimentales de la UNT o las Facultades se puede ver que en materia edilicia y de recursos no es muy diferente a la situación que existía en 2019. Creo que una situación como la actual requiere de una fuerte inversión en recursos tecnológicos e infraestructura: construir más aulas, más anfiteatros.

- Mientras tanto, la UNT ya anunció que toda la actividad será presencial...

- Con la situación actual no hay ninguna posibilidad de que haya un retorno a la presencialidad en clases masivas. Habrá que ir viendo caso por caso, pero no se hizo una inversión en infraestructura ni en recursos. Además, hay un contexto para evaluar: ahora se informa que hay menos casos, pero porque también se están haciendo menos testeos, claramente tiene que ver con eso. Seguramente a fines de febrero o comienzos de marzo se darán las primeras asambleas y ahí vamos a tener una idea más acabada de qué opinan los colegas de cada escuela y de cada Facultad. Los problemas edilicios históricos siguen estando, hay reclamos incluso de que no entregan los elementos de protección personal en muchos casos.

- ¿Cómo analizan la situación de la obra social Asunt y de qué forma esto repercute en la calidad de vida de los docentes?

- La crisis viene desde hace muchísimo tiempo y en algunos momentos adquiere mayor magnitud. Tenemos muchos problemas y la causa es que a la obra social la dirige el Rectorado, de una u otra manera ellos tienen la mayoría de los votos dentro del directorio. El déficit es muy grande, tal vez estemos hablando de $ 30 millones mensuales. Nosotros queremos aportar, pero muchas veces nos ocultan la información. Además, hemos tenido graves problemas con la farmacia, una situación complicada para los colegas del sur, del Técnico de Aguilares: para obtener medicamentos tienen que viajar a San Miguel de Tucumán. El miércoles me mostraban que el Círculo de Profesionales Médicos del sur de la provincia cortó el convenio que tenía con Asunt. Además seguimos sin odontólogos hace casi dos años. Asunt tiene tres centros médicos y no funcionan como deberían. No podemos seguir así, sin cobertura en contexto de pandemia.

- Y además estamos en un año electoral en la UNT.

- Vamos a un proceso electoral en la cual no hay respeto o no ha sido reconocida la ciudadanía plena universitaria. No pueden votar ni ser electos quienes integran las ocho escuelas experimentales. Docentes, no docentes, estudiantes de las escuelas, no van a formar parte del proceso electoral en mayo. Es una locura que en pleno siglo XXI no puedan ejercer sus derechos a votar y a ser elegidos, se trata de una comunidad muy grande que está de nuevo afuera. En esto sí tiene que ver el actual rector, porque él muchas veces anunció que iban a reformar el estatuto de la Universidad, pero lleva casi ocho años entre los cargos de vicerrector y rector y nada ha sucedido.

- ¿Qué les pediría a las futuras autoridades de la UNT?

- Creo que lo que vienen llevando adelante las autoridades de la Universidad son correas de transmisión de las políticas del Gobierno nacional, ya sea de este o del anterior, y siempre han sido de ajustes. El reclamo salarial no es de ahora ni del año pasado, viene desde hace muchísimo tiempo. Lo que requiere la docencia es una genuina recomposición salarial, tener aumentos que estén por encima del incremento de precios y poder, de una vez por todas, gozar plenamente de sus derechos, que están fijados en el convenio colectivo del trabajo. En ese sentido me parece que hace falta un incremento de presupuesto significativo, porque lo que hay no alcanza. Que eso se traduzca en una situación de salida de la precariedad edilicia. Siempre se trabaja en una situación de bajo presupuesto, de precariedad, por lo tanto, siempre estamos impulsados a seguir adelante en la lucha.

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