A todo o nada: ¿Será el Mundial con el que sueñan Messi y la Selección?

A todo o nada: ¿Será el Mundial con el que sueñan Messi y la Selección?

A esta altura de diciembre de 2022 ya sabremos si el objetivo se ha conquistado.

A todo o nada: ¿Será el Mundial con el que sueñan Messi y la Selección? FOTO TOMADA DE TWITTER.COM/ARGENTINA

Para que una fecha, la del domingo 18 de diciembre de 2022, cobre sentido y adelante las Fiestas en esta parte del mundo, un equipo, la Selección, tendrá que recorrer en un país-oasis en medio del desierto un complejo y sinuoso camino. Casi sin margen para equivocaciones.

Bendita u olvidable según lo que suceda (¡qué bueno sería abonarse a “noticias del futuro” y evitar estos acertijos), esa fecha podría unir en una foto un lapso de 36 años, cinco meses, y 18 días -o un total de 13.321 días- desde la imagen ya eterna de Diego Maradona levantando la Copa del Mundo. Una vida, varias generaciones, una gran necesidad para este cada día más devaluado fútbol nuestro de cada día.

Conjeturas y deseos al margen, “noticias del futuro” sí nos asegura que, para que en el Mundial de Qatar pueda Argentina volver a la cima del fútbol, tendrán que seguir alineándose los planetas.

Primero, hay que ver que esta Selección que vimos en 2021 mantenga su esencia de orden y actitud, su buena estrella y los rendimientos de la columna vertebral de jugadores. La Copa América ganada en Brasil en julio, y las Eliminatorias -en las cuales ya se logró el cupo mundialista necesario-, dieron una pauta de que se está yendo por el camino correcto. Ojo: el aval no es sólo de los números, sino también de parte de una idea, a la que falta pulir, pero que de todos modos parece apropiada.

Para ilusionarse

Las estadísticas no dejan margen para la duda. En efecto, si bien la campaña de este año comenzó el 6 de junio con un empate 1-1 con Chile por las Eliminatorias, el envión ya venía de antes. Lionel Scaloni y sus muchachos armaron un pack de 27 partidos sin conocer la derrota, manteniendo a la Selección como el equipo con la mejor racha vigente a nivel mundial.

A la conquista de la Copa América la saldó con cinco victorias y dos empates. Con buenas actuaciones de algunos jugadores (muy buenas en otros casos), con un Messi trepado al timón y con algunas perlitas, como el golazo de Ángel Di María en la final. Y sí, también con el “descubrimiento” popular de “Dibu” Martínez, un arquero carismático y seguro.

Cerrado el calendario, quedó ese dulce sabor del deber cumplido y ese calorcito en el corazón que genera que el público se sienta identificado con la propuesta.

Pero para jugar un Mundial, y ganarlo, hay que hacer mucho más.

¿Y entonces?

Todos querrían ver a Lionel Messi levantando por fin la Copa tan esquiva para él, desde que comenzó a jugar Mundiales en 2006. Caigamos en un lugar común: es su sueño y el de todos los futboleros argentinos. El crack está grande, maduro, con menos explosión que hace unos años. Pero incluso un “Lio” al 50% desequilibra, es determinante, intimida rivales y decide cosas en un partido. Hay una motivación extra para él: llegará con 35 años al que podría ser su último Mundial. Visto con ojos argentinos, bajo nuestro eterno “deportivo ganar”, para él es ahora o nunca. Y visto de forma subjetiva, es el título que necesita para confirmarse como el mejor futbolista de la historia, siendo que hoy ya es lo máximo.

Otro lugar común: con Messi solo no se puede ganar un Mundial. Por este lado también hay buenas señales de planetas alineados. Hay que partir de un cuerpo técnico consolidado y que sabe lo que quiere, con  Scaloni como un faro. Aquí trazamos una línea. El DT llegó a su puesto casi como si fuera un interinato, y fue tomando cuerpo con resultados y decisiones acertadas. Hoy nadie se animaría a ponerlo en duda.

Y si el entrenador y sus asistentes están en sintonía entre ellos mismos, y también con los miembros del plantel, lo demás llega por añadidura. Bien entendido el concepto, estamos ante jugadores en estado de gracia. “Dibu” Martínez, Lo Celso, De Paul, “Cuti” Romero, Di María, Lautaro Martínez. Están los que entran y salen del equipo y contribuyen de buena manera a la causa. Están los “tapaditos” de nombres y apellidos hasta un tiempo sin reconocimiento popular, que en este equipo suman, desde el sacrificio o el cumplimiento de una indicación táctica. Y hasta hay apuestas fuertes, como Julián Álvarez.

Será durísimo

Lugar común N°3: lo que quiere Argentina lo quieren todos. Algunos más que otros, basados en argumentos sólidos y razonables, con jugadores temibles y cuerpos técnico a la altura de las circunstancias. Francia, Brasil y Alemania encabezan la “contra”. Y también están Bélgica, Inglaterra, España…Ya son 13 (de 32 participantes) los clasificados.

De enero a noviembre de 2022 Argentina tendrá que completar programación en las Eliminatorias. Y ya tiene ventanas de amistosos: dos en junio (uno ante Italia) y dos en septiembre. Quizás haya más.

Así como se requiere de una lógica técnica y dirigencial camino al gran desafío, el Mundial de Qatar no debería ser encarado por Argentina bajo el concepto de “Messi y 10 más”. Para llegar al mentado domingo 18 (en un partido que comenzará a las 12), como protagonista de la final, y ganarla, tiene que mantenerse firme el concepto de equipo.

En menos de un año, a esta altura, ya sabremos si todas las piezas habrán encajado. Qué bueno sería hacer, como en un teclado, Ctrl+c y copiar lo hecho por la Selección en 2021. Y con Ctrl+v dejarlo pegado, cerrado y a puro grito, a eso de las 14 de domingo 18 de diciembre de 2022.

El torneo que escapa de todos los moldes

Faltan meses para el Mundial, y ya hay quienes empiezan a sentir la adrenalina de esta locura futbolística que, por el momento, se seguirá jugando cada cuatro años (aunque hay presiones para hacerlo cada dos). Un aspecto no menor es el de los estadios. Serán ocho. Detalle 1: todos están terminados. Detalle 2: están ubicados en un radio de 60 kilómetros, en cinco ciudades. El más grande, el “Icónico”, de Lusail, albergará a 94.500 personas.

Aparece también un punto que impacta fuerte en la previa: el sorteo. Según la FIFA, se hará el 31 de marzo, en Doha. Las Eliminatorias de Conmebol y Concacaf culminan entre el 24 y 29 de marzo, y aún faltarían jugar los repechajes intercontinentales.

Muchos también se preguntan por qué en Qatar no se jugará en junio-julio, como es tradicional. Sencillo: porque en el verano qatarí las temperaturas llegan a 50º C. Y aunque la competencia se hará en el invierno boreal, los estadios de todos modos tienen aire acondicionado para que los fanáticos no sufran por el clima.

Esto de cambiar los meses de la competencia llevará a que se extienda como nunca el lapso sin Mundiales. Habrán pasado 1.617 días (cuatro años, cinco meses, y tres días) desde la final del Mundial de Rusia 2018 hasta la edición XXII que comienza el 21 de noviembre de 2022.

Para los que gustan de las estadísticas, es curioso saber que este Mundial se jugará durante 28 días en lugar de los 32 habituales. Desde 1978 en Argentina que no había uno tan corto.

Por último, un lugar para la polémica. A Qatar se lo designó como sede en diciembre de 2010. La decisión quedó en medio de sospechas de corrupción, por compra de voluntades. Pero los problemas siguieron: Amnistía Internacional lo caratuló como el Mundial de la vergüenza. Se denunció que inmigrantes que construyeron estadios sufrieron abusos, explotación, enfermedades no atendidas y falta de pago. Hasta el periódico británico The Guardian reveló que habría 6.500 trabajadores muertos durante las obras. La FIFA minimizó la cifra. Desde la organización, silencio.

Temas Anuario 2021
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios