Fin de Año: ¡otra vez la misma película!

Fin de Año: ¡otra vez la misma película!

No serán joyas del cine, pero enganchan. ¿Por qué volvemos a ver filmes navideños tantas veces vistos?

Mi pobre angelito "Mi pobre angelito"

Cada diciembre recurre -y se prolonga hasta que llegan los Reyes Magos- al arbolito, los globos metalizados y las guirnaldas de luces; al pan dulce, los turrones, los sanguchitos, la sidra y los regalos... Y también cada año reaparecen en las pantallas películas navideñas de títulos míticos.

No son recomendadas por los críticos y es relativo su aporte artístico al cine. Están plagadas de argumentos previsibles, con lugares comunes y el final siempre es feliz. Pero si el control remoto pega sin querer en una escena de alguno de esos filmes ya vistos hasta el cansancio, no es de extrañar que todo niño de 0 a 90 años se detenga a mirar, si no la escena siguiente, el resto del largometraje.

LA GACETA propone la mirada de dos especialistas y una lista de las 10 películas más vistas cada año.

Punto de Vista I

El placer imaginario de olvidar temporalmente

Gabriel G. Artaza Saade. Psicólogo

El cine y el psicoanálisis surgen en la historia de la humanidad de manera simultánea. Sigmund Freud es popularizado por “La interpretación de los sueños” en el mismo momento en que los hermanos Lumière generan las primeras imágenes cinematográficas.

De ahí que una definición posible del cine es la de ser una maquinaria onírica, aquella industria que puede montar en imágenes visuales -al igual que en los sueños- nuestras fantasías más originarias.

Ahora bien, ¿por qué volvemos a ver las mismas películas navideñas? Por un lado, hay una actitud reparadora -diría Françoise Dolto-  en esta conducta.

Dicho de otro modo: nuestra compulsión a repetir es un intento por reparar aquello del pasado que quedó reprimido (y es prohibido). Es decir que entraña un aspecto nostálgico que pone en juego lo infantil, aquel tiempo en que creíamos en los Reyes Magos y en Papá Noel.

Por otro lado, al volver a ver las mismas películas nos transportamos imaginariamente a ese momento paradisíaco en que la muerte y la diferencia sexual no existían en nuestro psiquismo.

Necesitamos repetir esas vivencias a través del placer imaginario, para “olvidarnos” temporariamente y no para no caer en la tristeza  ni en el cinismo, que es una posición posible y frecuente en los no creyentes.

Punto de vista II

La realidad termina aquí

Nicolas Capola. Productor y director de cine

Creo que tiene que ver con revivir la infancia y un momento del año que generalmente es muy feliz a esa edad.

La Navidad tiene el encanto de lo mágico; es un momento en que escapamos de la realidad y creemos en algo tan poco creíble como que un señor gordo traiga regalos.

El ser humano necesita de esos escapes para recuperar cierta felicidad, y el cine en gran medida es eso. Hay momentos de la historia que el cine reflejó y sigue reflejando algo de realidad, como el neorrealismo italiano, pero siempre necesitamos ese escape. En el mismo neorrealismo hay películas como “Milagro en Milán”, de Vittorio de Sica. Pero no olvidemos de que es un escape de la realidad, de conocer lugares a los que nunca fuimos o que no existen. Hay un cine en Barcelona que en la puerta tiene un tapete que anuncia: “Reality ends here” (la realidad termina aquí).

En ese sentido, para los niños todas esas historias de los grandes estudios son mágicas y para nosotros, los grandes, significan revivir esa infancia, recuperar algo de todas nuestras navidades, de momentos vividos, de personas que ya no están.

Gran parte de mi generación se crió con el VHS y con películas navideñas en los canales de aire. Era un momento esperado de compartir en familia. Hace unos años un cine local armó una programación por la mañana, en la que la semana previa a la Navidad pasaban clásicos. Para mí esa fue una idea brillante; recuerdo que llevé a mis hijos a verlas a todas, y estaban maravillados con esas historias.

En Argentina no es tan común, pero en otros países en esta época  las salas se llenan de películas navideñas. Siempre pensé que sería lindo tener algo así y propio, no que todas las historias sean de Navidad con nieve.

Respecto de las plataformas  de streaming, son como la versión moderna del VHS. Si bien sigo siendo defensor del cine y de ver cine en comunidad, creo que constituyen una ventana muy potente de exhibición. Este año, ahora que las salas están abiertas, tuve la ilusión de que repitieran la exhibición especial de películas navideñas. No se dio, pero seguramente en familia veremos algún estreno de la temática vía plataforma.

Escenas de memoria

"Mi pobre angelito"

Chris Columbus la dirigió en 1990 y hay un reboot estrenado directamente en streaming. Kevin (Macaulay Culkin) es un niño que no vive muy contento con su familia pide un deseo para Navidad: estar solo. El sueño se le cumple, y mientras él está solo en casa, sus padres están desesperados en el aeropuerto, intentando volver y encontrarlo sano y salvo.

"Mi pobre angelito 2"

Es la secuela que también se vuelve a ver. Esta vez Kevin en lugar de quedarse solo en su casa termina solo en Nueva York.

"El grinch"

Es una especie de ogro verde que siempre ha vivido aislado en la cima de una montaña. Habituado a la soledad. Lo que le destroza los nervios son los villancicos que se cantan en el pueblo en Navidad. Para vengarse decide robar los regalos de Santa Claus. Esa es la sinopsis de la reciente animación, si bien más conocida es película protagonizada por Jim Carrey y dirigida por Ron Howard en 2000.

"Santa cláusula"

Tim Allen personifica a Scott, un hombre que  termina convirtiéndose en el nuevo Santa Claus, luego de que el anterior muriera en su casa. Dirigió John Pasquin en 1994.

"Santa cláusula II"

Se trata de la segunda parte de la famosa “Santa cláusula”. Esta vez el querido Santa se enfrenta a dos problemas: su hijo se porta mal y debe conseguir  una Mamá Noel para no perder su puesto en el Polo Norte.

"El duende"

Will Ferrell es Buddy, un elfo. Aunque ha sido adoptado y educado como un duende de Papá Noel, Buddy quiere conocer a su verdadera familia y, en Navidad, se dirige a Nueva York. En ese momento comienza su aventura. Dirigida por Jon Favreau en 2003.

"Realmente amor"

Comedia romántica que se desarrolla a fin de año. Son diferentes personajes cuyas historias de vida que se conectan en los días previos a la Navidad. Gran parte del éxito radica en el elenco: Hugh Grant, Liam Neeson, Colin Firth, Laura Linney, Emma Thompson, Alan Rickman y Keira Knightley, entre otros. De 2003, dirigida por Richard Curtis.

"El expreso polar"

La clave de esta película es el trabajo de animación, que hace que los personajes se vean muy reales. Dirigida por Robert Zemeckis, con Tom Hanks. Es Navidad, y un niño intenta oír el tintineo de las campanas del trineo de Santa Claus. A sólo cinco minutos para la medianoche, un ruido lo sobresalta: un reluciente tren negro frena frente a su casa para llevarlo al Polo Norte.

"Los fantasmas de scooge"

Adaptación en animación 3D de Cuento de Navidad, un clásico de Charles Dickens, dirigida por Robert Zemeckis. Narra la historia de Ebenezer Scrooge, que comienza las vacaciones de Navidad con su habitual actitud despreciativa y sus bruscos modales hacia su fiel empleado Bob Cratchit y su alegre sobrino.

"El extraño mundo de Jack"

Fantasía oscura animada en stop motion en 1993, dirigida por Henry Selick, producida y concebida por Tim Burton. Cuenta la historia de Jack Skellington, el Rey de la Ciudad de Halloween, que tropieza a través de un portal a la Ciudad de la Navidad y decide celebrar la fiesta.

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