Un gin con sabor a Tucumán

Un gin con sabor a Tucumán

La idea surgió en pandemia. Mezclaron once especias (ocho autóctonas y consiguieron un gin 100% tucumano.

Un gin con sabor a Tucumán

No existe una bebida más difundida en los últimos tiempos que el gin. Está en todos lados: se toma en la cervecerías, en los bares y en las fiestas; con fruta, con agua tónica, con gaseosa de limón o con pomelo, las opciones de prepararlo son tan variadas como interesantes. Y eso es lo  vuelve una bebida muy pedida.

En los últimos meses el boom en nuestra provincia ha hecho que mas de un emprendedor de se sumerja en ríos de alcohol y enebro para hacer su propia versión de esta bebida originaria de holanda. Este es el caso de Hernán Mendonça y su cuñado (y socio) Javier Gramajo. Y todo gracias a la pandemia.

Hernán es preparador físico y Javier es diseñador gráfico. Además de cuñados, son vecinos y amigos.  “El gin sale en un asado, como habrá pasado con muchas ideas en la pandemia -dice Hernán a LA GACETA-; surgió la idea y esa misma semana empezamos a interiorizarnos. A mi y a Javier nos gustaba consumirlo pero no teníamos un gran conocimiento de lo que era, ni tampoco teníamos mucha idea de los destilados. Hicimos cursos y estuvimos diez meses desarrollando la receta”.

Hernán sabía de producción artesanal porque durante mucho tiempo se dedicó a hacer cerveza como hobbie, pero la preparación de una bebida destilada significaba un proceso diferente y novedoso para él. “Y la idea desde el minuto cero fue la de hacer un producto de alta calidad, premium, y que nos represente a los tucumanos”, resume. Y es que el nombre, “Jardín Escondido” (@jardinescondido.ar), no es al azar. Ese “jardín”, es nuestro jardín de la república.

De Tucumán

Lo que le brinda el toque especial a cada gin es la receta. Más o menos cantidad de un producto hace la diferencia y puede brindarle un sabor único a cada preparación. Hernán y Javier decidieron hacer el propio como un homenaje a Tucumán. Y así lo anuncian en su botella: ”en la tierra de la independencia nacen espíritus rebeldes de fuertes raíces. Destilamos la esencia de este terroir, de su historia y des su gente”, reza en la etiqueta.

“Desarrollamos un gin de perfil aromático, floral y muy cítrico. Lo que queríamos era conjugar todas las características de la provincia -comenta-; por eso la gran mayoría de los botánicos que utilizamos son de aquí”.

Los “botánicos” son los ingredientes naturales que le dan aroma y sabor a la bebida. En este caso, se trata de once especias diferentes. Ocho de ellas (raíz de lirio, piel de limón, piel de naranja, yerba buena, flor de hibiscus, flor de jazmín, pimpollos de rosa y flor de azahar) son cosecha tucumana; los restantes (bayas de enebro, coriandro y pimienta negra) son importados.

En la búsqueda, los emprendedores también querían que el alcohol sea de Tucumán, pero no pudo ser. “Probamos con alcohol de melaza y no quedó bien, porque es muy invasivo. Así que optamos por alcohol de granos comprado afuera”, explica.

Manos a la obra

La preparación de la bebida artesanal lleva tiempo. Se realiza utilizando un alambique y, de los tres procesos posibles, Hernán y Javier decidieron destilarlo con la técnica de arrastre de vapor (con la cual también se realizan los perfumes artesanales). “Se ponen los botánicos en una canasta y se hierve, y el vapor generado arrastra los sabores y aromas y los condensa. Lo que hace el método es tomar los aromas de mejor manera; probamos todas las formas pero esta fue la que más nos convenció”.

Ese proceso puede llevar aproximadamente cinco horas, pero para la producción total de una tanda, el equipo tarda cerca de diez días. “Hoy es una empresa familiar, Somos Javier, yo, nuestras esposas y nuestras hijas que nos ayudan. Esperamos en poco tiempo poder expandirnos y tomar empleados”.

Impacto positivo

El gin, estilo London Dry, se comercializa en las calles desde hace cinco meses. “Gustó muchísimo; tenemos muy buenas devoluciones y nos están pidiendo en otras provincias. Además, ya tenemos un proyecto a corto-mediano plazo para exportarlo”, cuenta Hernán. Por el momento, ya se vende en Tucumán y Salta.

“Lo que pasa es que el gin es una bebida muy noble, muy amable de tomar -dice-; no le percibís el alcohol, es refrescante y para Tucumán, que tiene un clima muy calurosa, es una muy buena alternativa”.

“Buscamos que sea una bebida que nos represente a los tucumanos, pero también que pueda ser un souvenir -comenta-; hace unos días alguien de turismo me dijo que tenemos que lograr que el turista deje de llevarse el típico alfajor y que haya otras opciones. Y es cierto, y nuestro gin es una”.

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