El socavón de Alto El Puesto y las obras pre lluvias

Lo sucedido con las obras arrastradas por las crecientes en Alto El Puesto, en Graneros, generan dudas sobre la calidad de los trabajos encarados y con respecto a lo que debe hacerse para el futuro. Se trata de un asunto estructural en esa zona del sur provincial, que año a año sufre por la fuerza de las aguas que bajan de la montaña.

En Alto El Puesto se ha generado un socavón de unos 400 metros de extensión, 200 metros de ancho y de unos 15 metros de profundidad que hace años había sido noticia porque estaba “devorándose” el pueblo, lo cual obligaba a los vecinos a la disyuntiva de irse del lugar o bien de trasladar sus viviendas a un sitio alejado del hundimiento. La misma escuela 295 debió ser trasladada a un nuevo edificio, construido a 300 metros de distancia del socavón, que ahora, al haberse ensanchado, ha vuelto a poner en peligro a la comunidad escolar. “La verdad que vivimos en la incertidumbre. No sabemos si cuando regresemos a clases el año que viene vamos a encontrar a nuestra escuela. El socavón se nos viene encima”, alertó la docente Rosa Alonso, directora de la 295.

Los trabajos de canalización, de levantamiento de piso y de amurallado de los laterales se desplomaron. Esas obras con un presupuesto de $ 39 millones, se habían ejecutado casi un 40%, según las estimaciones oficiales. Según criticaron los vecinos, se trata de trabajos “mal proyectados” y de una “mezquina utilización de materiales”. “Lo que sucedió era previsible. Las murallas de cemento levantadas y los gaviones se vinieron abajo porque el agua se filtró por los costados…. los gaviones tienen que ir echados y no en posición vertical, como se los puso”, planteó un agricultor vecino. Otro dijo que los hierros utilizados en las paredes laterales y en el piso del canal eran para construcciones de menor envergadura. Las tormentas causaron también estragos en caminos de otras localidades, que habían sido reparados durante el año y que, por la fuerza de las aguas, ahora presentan un estado peor que antes. Es lo que sucedió en las comunas de Taco Ralo, El Sacrificio - La Invernada y Gastona - La Tuna; y en los municipios de Graneros, La Cocha y Simoca. Las autoridades afirman que la intensidad de las tormentas -hace tres semanas llovió 80 mm en tres horas- genera aluviones imparables y coinciden en que se debe hacer trabajos en zonas más altas.

Como sea, es evidente que hubo una diferencia entre los trabajos proyectados y realizados para superar las emergencia y las tareas de mayor envergadura y proyección a futuro que deben hacerse para evitar que la naturaleza destruya lo que se hace para dar soluciones a los pobladores. Esa experiencia ya se vivió hace casi cinco años, cuando fue la gran inundación de La Madrid y se reveló que dos grandes causas de las crecientes habían sido la deforestación en zonas más altas de la montaña y el desvío y la falta de cuidados del río San Francisco. Bueno sería revisar los estudios que se han hecho a la hora de proyectar y ejecutar nuevas obras.