Lo indeleble del “Kun”

Lo indeleble del “Kun”

FOTO DE ARCHIVO. FOTO DE ARCHIVO.

Una cosa es retirarse con el ciclo claramente cumplido, como hicieron “Licha” López, “Maxi” Rodríguez, “Leo” Ponzio y, seguramente, Carlos Tévez. Las cuatro décadas presentes o cercanas, la tarea bien hecha, títulos, dinero y cariño marcan que ya el retiro es un paso lógico. Puede ser doloroso, claro, pero forma parte de una lógica. El “Kun” Agüero también acumuló títulos, dinero y cariño. Pero tuvo que anunciar su retiro con apenas 33 años.  

Es cierto, para un futbolista es una edad que sugiere un retiro ya no lejano. Pero allí están “Leo”Messi, Cristiano Ronaldo, Robert Lewandowski y varios más avisando que a esas edades todavía puede haber  mucho hilo en el carretel. Irse obligado, y no por decisión propia, puede ser entonces más doloroso. El  “Kun” lloró y se trabó al anunciar el retiro por su problema cardíaco. Era imposible no hacerlo. Pero cuentan que está tranquilo, y con su optimismo habitual y consciente de que tiene toda una vida por delante. La tranquilidad que tenía cuando jugaba. Llegando tarde a algunos entrenamientos porque le costaba dejar la cama, sufriendo alguna multa, pero tranquilizando a todos. “Tranquilos, el domingo hago tres goles”.  

Fue la misma tranquilidad con la que asumió su última etapa como jugador en Manchester City. Saliendo desde el banco en el debut para anotar tres goles (sólo seis de 4.360 jugadores de la Premier lo hicieron y el “Kun” lo logró entrando en la media hora final contra Swansea) o marcando el gol histórico de 2012 en el último segundo del partido de la fecha final contra QPR que permitió al City gritar campeón después de 44 años, en una de las definiciones más dramáticas que se recuerden en la historia del fútbol inglés, porque en la otra cancha ya estaba celebrando nada menos que Manchester United.  

Y, ya sobre el final de su etapa en el City, convenciendo a Pep Guardiola de que él podía ser su 9, que también presionaría la salida rival y, lo más importante, que haría caso a la nueva nutricionista y que aceptaría tocar menos la pelota, sabiendo que aún así seguiría haciendo goles. Mantuvo una cena con el DT para dialogar eventuales diferencias, habló con su amigo “Leo” Messi para saber cuál sería el mejor modo de acercarse a Pep y el DT cerró todo con un gran gesto, al asistir el último miércoles al Camp Nou, al anuncio del retiro formal del “Kun”. Juntos, ganaron diez títulos. En rigor, siempre le bastó poco al “Kun” para hacer goles y convencer a todos. Recibir la pelota acomodando cuerpo y disparo al mismo tiempo, pique corto y explosivo, precisión y calidad. Goleador minimalista. Goleador de potrero, como el que tenía frente a su casa, siempre por la zona sur del Gran Buenos Aires. De “dibujitos animados” como Romario, según lo definió una vez César Menotti. Por algo “Kun” tiene allí en Inglaterra sus mejores registros: máximo goleador extranjero de la Premier League, mejor relación de minutos jugados y goles en la historia de la Premier: un gol cada 108 minutos. Nadie lo supera.  

Su camiseta fue casi siempre la más vendida en el City. Y lo hizo casi sin hablar inglés durante toda una década. Dimensioné la importancia de su figura (dentro y fuera de la cancha) cuando hace años aterricé en el aeropuerto de Londres y compré el diario sábana favorito de los conservadores, el Daily Telegraph. El primer ministro chino, Xi Jinping, estaba de visita en Manchester por una obra conjunta con el gobierno inglés. Por supuesto estaba también el entonces premier David Cameron. Ambos en la tapa del diario. Y, en el medio de ellos, el “Kun” Agüero.  

Muchos lo señalan como la aparición más importante del fútbol argentino de los últimos veinte años después de Messi. Desde su debut récord a los 15 años con la camiseta de Independiente a sus pases siguientes a Atlético Madrid, al City y, finalmente, Barcelona, donde pudo hacer poco, pero no menor, un gol en el clásico ante Real Madrid, confirmación de que una de sus grandes especialidades fue anotar siempre contra los grandes. ¿Y la Selección? Convivir con tantos buenos delanteros fue bueno a veces, malo en otras. Fue complejo su ingreso en el segundo tiempo de la final de Brasil 2014 contra Alemania. Desesperado porque Jorge Sampaoli lo había dejado afuera de las convocatorias del nuevo proceso, no dudó en viajar con su auto hasta Londres para reunirse con el DT, aunque fuera día y lugar inconveniente. Bromista pero serio. Es la Selección, en la que también hizo goles de todos los colores. Por eso la AFA lo despidió con video que hizo justicia al vínculo. Streamer de videojuegos, Agüero tiene ocupación segura. El fútbol se juega ahora acaso más en las pantallas que en las canchas. Y él siempre supo hacer goles de videojuego.

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