Rugby: "Serpientes" en Sudamérica

Rugby: "Serpientes" en Sudamérica

Pablo Pérez y Federico Puerari, hombres de Universitario, brindan un panorama sobre el desarrollo del rugby de la región en base a su experiencia con Colombia y Paraguay, respectivamente.

AL FRENTE. Bajo la conducción de Puerari, el equipo femenino paraguayo se puso a la par de los mejores de Sudamérica. AL FRENTE. Bajo la conducción de Puerari, el equipo femenino paraguayo se puso a la par de los mejores de Sudamérica.

Puerari, clave en el seven de Paraguay

Las últimas dos ediciones del Sudamericano Valentín Martínez, el tradicional torneo femenino de rugby que se juega a fines de temporada en Montevideo, subieron la vara en cuanto al nivel de competencia. Esto en parte debido a los alentadores signos de desarrollo que mostraron seleccionados como Paraguay y Uruguay. De hecho, Paraguay sorprendió en la edición 2020 al consagrarse subcampeón, terminando por encima de Argentina y Colombia y perdiendo en la final ante un Brasil que en materia de seven juega en otra liga por ser el único seleccionado sudamericano en competir en el Circuito Mundial. Paraguay revalidó ese crecimiento en la edición de este año, quedando entre los cuatro mejores.

En esa impactante curva de subida también hubo influencia tucumana y de Universitario: la de Federico Puerari. “Mi vínculo con Paraguay empieza en 2018. ‘Aspirina’ (Raúl Pérez, ex entrenador de Jaguares en el Súper Rugby y hoy head coach de los seleccionados paraguayos) necesitaba alguien para encargarse del seven y desde la UAR me recomendaron a mí, que venía de ser campeón con Tucumán en el Seven de la República y con los juveniles en el M18. Hubo una pausa en 2019 y a principios de 2021 comencé a venir de nuevo a Paraguay hasta instalarme por un tiempo para prepararnos bien”, cuenta Puerari, quien se hizo cargo de los seleccionados de seven masculino y femenino.

Estudioso del rugby y conocedor de la modalidad de siete jugadores (también ganó el Seven de Tafí del Valle con “Uni”), aportó su experiencia para brindarle a “Las Yakarés” el salto de calidad que buscaban. “El paso por el Valentín fue positivo, porque confirmó que seguimos estando entre los cuatro primeros de la región. Podemos estar mejor, pero es un piso importante para construir hacia arriba. Además, hay que tener en cuenta que Brasil, Argentina y Colombia habían tenido algo de competencia en su preparación para Tokio o para el repechaje olímpico, mientras que las chicas de Paraguay venían de un año y medio prácticamente sin jugar. Si la pandemia pegó fuerte en Argentina, en Paraguay mucho más. Por ejemplo: el torneo masculino local, que tiene ocho equipos de primera, terminó con cinco. Hay clubes que decidieron ni presentarse este año. Y el femenino también se vio muy golpeado. Se está llevando a cabo un trabajo de reconstrucción en el rugby local. Va a llevar un tiempo, pero hay una decisión dirigencial muy firme de darle prioridad a juveniles e infantiles”, detalla “Puerco”.

Actualmente, Paraguay está desarrollando su estructura de alto rendimiento bajo la guía de Sudamérica Rugby y de Daniel Hourcade, otra “Serpiente” tucumana. “Ahora estamos enfocados en ampliar la base. A diferencia de Argentina, donde el territorio es muy grande y está todo muy repartido, en Paraguay la mayoría de las chicas que juegan al rugby son de Asunción. Por eso, las tenemos entrenándose todo el tiempo con nosotros. Pero si en la capital el rugby todavía es de desarrollo, imaginate el interior. Ahí nos cuesta más la captación. Ahora estamos enfocados en ampliar la base, así que la intención es hacer trials en el interior para buscar chicas que quieran jugar, más otras que puedan venir desde otros deportes. El otro gran objetivo es mejorar la competencia interna. Hay que trabajar mucho en el desarrollo de las juveniles, para tener un buen rugby de base”, explica Puerari.

Pérez avizora una gran Colombia

El rugby femenino de Colombia ha crecido a un ritmo digno de elogio en los últimos años, llegando a desbancar a Argentina como segunda fuerza en el mapa sudamericano por detrás del todavía inalcanzable Brasil. Fueron las Tucanes las que en 2015 le quitaron al equipo argentino la plaza olímpica para los Juegos de Río con un try en el último minuto, y fueron también las colombianas las que hace un mes, en el Sudamericano Valentín Martínez, le ganaron a las argentinas la clasificación al Mundial de Seven de Sudáfrica 2022.

Detrás de este último logro estuvo involucrado Pablo Pérez, salteño de origen pero tucumano y “serpiente” por adopción. En las semanas previas al tradicional torneo de Montevideo, “Pilín” estuvo en Medellín trabajando junto al seleccionado colombiano. “Llegué a través de Sudamérica Rugby junto a Gonzalo Santos, ex PF de Los Pumas. Si bien trabajamos un poco con las jugadoras, también nos encargamos de evaluar que el trabajo de entrenadores y dirigentes cumpliera con las normas de alto rendimiento, para luego elevar un informe a Sudamérica Rugby. Fue como una auditoría, porque Colombia está recibiendo recursos de World Rugby”, explica Pérez. Pablo llevó a cabo su trabajo en el centro de alto rendimiento de rugby colombiano situado en Castilla, un barrio bastante “complicado” de Medellín. “Es el de Pablo Escobar. El centro lleva el nombre de René Higuita, que vive en la otra cuadra. La primera vez que fui, en 2018, le tocamos la puerta y salió a saludarnos. Es una cultura muy linda. Yo siempre digo que el colombiano es el brasileño que habla español. Es muy divertido, muy abierto. Es quizás el que mejor nos recibe a los argentinos. Además, Medellín tiene un aire a Salta, con techos de tejas a dos aguas, de herencia española”, describe.

El apoyo económico desde World Rugby es una recompensa al buen trabajo que viene haciendo Colombia en el desarrollo del rugby, en especial del femenino, detalla Pérez. “Es un deporte todavía nuevo todavía en el país. La Federación y algunos clubes tienen poco más de 10 años, les falta desarrollarse bastante, pero están bien organizados y el gobierno está invirtiendo mucha plata. Por ejemplo, en Colombia hay 186 canchas sintéticas de rugby. Como llueve mucho, no conviene tener de césped natural. Pero el dato es que todas pertenecen al gobierno, y se usan también para otros deportes. El gobierno está invirtiendo mucho en varias disciplinas, porque la sociedad es bastante violenta y el deporte ayuda a sacar muchos chicos de la calle. Y si te ponés a ver, en los últimos Juegos Olímpicos, Colombia ganó más medallas que Brasil. Te puedo decir que el rugby va a pegar muchísimo durante los próximos años, es un boom”, anticipa Pablo.

Esa política ha dado buenos resultados. “Es un proceso exitoso el de Colombia: se clasificó a Río 2016, ahora irán al Mundial de Seven de Sudáfrica y su seleccionado de rugby 15 es el único de Sudamérica con chances de ir al Mundial de Nueva Zelanda. Es muy difícil que logren la clasificación porque tienen que jugar el repechaje y ahí está Escocia, que juega Seis Naciones y es muy superior al resto, pero la chance la tienen y eso es muy importante. Para llegar ahí, le ganaron primero a Brasil y luego a Kenia, de visitante. En lo que es rugby 15, Colombia está muy avanzado con respecto a nosotros. Juegan muy en serio, es un nivel muy alto. Para llegar a ese nivel, en Argentina se necesitan varios años más de trabajo”, advierte el de Universitario.

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