El Círculo de la Prensa cumple 80 años

El Círculo de la Prensa nació como una asociación impulsada por un grupo de trabajadores y periodistas de LA GACETA. Sin embargo, con el transcurso del tiempo transmutó su perfil y también sus actividades. La vieja casona de calle Mendoza 240, que hace ocho décadas surgió como un lugar de encuentro de gente de prensa, se convirtió en un centro cultural y artístico del NOA.  Aunque hoy, la pandemia, la crisis sociocultural y económica del país la vapulearon y conmovieron hasta llevarla a un estado crítico y de cesación de pago. Pero este complicado retorno a la normalidad, el apoyo financiero del Instituto Nacional del Teatro, el auspicio del Ente Cultural de Tucumán y el esfuerzo y sacrificio de sus afiliados e integrantes de la actividad cultural en Tucumán, comenzaron a recuperarla de ese ciclo de casi dos años de inactividad y oscuridad.

“Vivimos dos años complicados por la pandemia. Eso nos hizo retroceder.  Afectó nuestras actividades en un 95 %. Paralizamos el Círculo en todo sentido. Todos los proyectos que teníamos para 2020 y 2021 se frustraron. La actividad teatral fue la más perjudicada. Tampoco pudimos materializar la programación de cursos de formación, perfeccionamiento y actualización periodística, Y lo más complicado fue el perjuicio que padecimos desde lo económico y financiero”, dijo Alberto “Tito” Elsinger.

“Nuestro festejo este año será más simple y formal. Hemos perdidos varios afiliados por la irrupción de la  Covid-19”, anticipo el actual presidente de la histórica institución, que mañana cumplirá 80 años de existencia. La entidad en realidad comenzó a gestarse el viernes 4 de julio de 1941, como Centro de Periodistas de Tucumán. Pero, a partir del domingo 14 de septiembre del mismo año, una asamblea extraordinaria permutó esa nominación por la de Círculo de la Prensa de Tucumán. No obstante, ello, recién a partir del sábado 13 de diciembre de 1941 el Círculo comenzó a tener vida legal como persona jurídica. Y precisamente esa fecha fue elegida y aprobada por sus entonces flamantes afiliados, para conmemorarse el aniversario de la institución.

El primer presidente fue Oscar Gómez López y el primer secretario, Antonio Ángel Maris. Completaban la pionera comisión directiva Vicente Aybar, Rafael J. Moreno, Juan S. Vargas Nievas, Joaquín  Neyra, Teodoro Berón de Astrada y Julio César Usandivaras.

El Círculo de la Prensa de Tucumán, para poder desarrollar actividades sociales, profesionales y de capacitación concretó su parto legal, a través del decreto 1.867, rubricado por el entonces gobernador Miguel Critto. Así se formalizó y finiquitó el trámite peticionado mediante expediente 8720-FG-941. “Reconócele en el carácter de persona jurídica, a la sociedad civil denominada Círculo de la Prensa, con asiento en esta ciudad y apruébese el Estatuto social con las modificaciones aconsejada por Fiscalía de Gobierno”, expresa el documento público fundante. Por eso se celebra su aniversario en esta fecha.  Inclusive el Círculo inició funciones sindicales, aunque por poco tiempo, hasta que otro grupo de trabajadores de prensa ideó y concretó la formación de la actual Asociación de Prensa de Tucumán.  

Entre los primeros asociados y directivos de la entidad  cabe recordar a Samuel Yussem, Casiano Flores Franco, Ricardo Rocha, Néstor y Julio Aldonate, Julio Warne, el profesor Roberto  García, Joaquín Morales Solá, Mario Roque Rodríguez, Roberto Komaid, Antonio Ramón Benejam, Ventura Murga, Fernando Villafañe, Ramón “Tito” Pérez, Manuel Felipe Gallo, el profesor Ramón Leoni  Pinto,  Eduardo Arnau, Ángel  Edmundo y Jesús Antonio “El Negro” Font, Héctor Domingo Padilla, Marta Belluscio de Chimirri, Mario Gómez López, Juan Vargas Nieva, el peruano Ricardo Chirre Danós, Dardo Tulio Barcala, Oscar Páez, Ernesto Wilde, los hermanos Enrique Rodolfo y José Raúl Elsinger, Juan Carlos Golo (Golobisky), Hugo Solarz, Vicente Guzzi, Héctor Costilla Pallares, Arturo Álvarez Sosa, Carlos Abrehu y Rubén Rodó, entre otros.

En marzo de 2020 desembarco el virus en el país. No sólo gran parte de las actividades industriales y económicas se paralizaron sino también la cultura y la educación presencial. No hubo ingresos por casi dos años. Pero los servicios y gastos fijos de mantenimiento continuaron generando egresos. Sólo la exigua cuota de los afiliados fue el recurso genuino pero escaso para la supervivencia de la institución.  Las ayudas económicas del Instituto Nacional del Teatro y del Ente Cultural de Tucumán, salvaron al Círculo de la bancarrota.