Cartas de lectores IV: realidad social

Cartas de lectores IV: realidad social

05 Diciembre 2021

La situación socioeconómica y el  sinsentido argentino nos envuelven, nos igualan, nos agreden. La realidad es una figura de espanto que mueve las piezas del absurdo, generando en el ciudadano la necesidad de crear circunstancias en aras del salvataje. La pulsión de vida es  tabla a la cual nos aferramos desesperadamente. La angustia de la gente deriva de las malas administraciones de los gobiernos, que olvidan a familias enteras nadando en aguas turbias sin contar con lo elemental para una vida digna. Una constante, las promesas de los políticos en sus campañas para acceder a sus propósitos. La mayoría miente, especula con la credibilidad y confianza de una comunidad siempre a la espera de un cambio que le facilite la rutina. El tiempo pasa inexorablemente y va dejando huellas amargas porque los avatares a los que nos someten por las desaforadas decisiones, buscando desatar los nudos que forman los tejes y manejes de un rumbo impreciso, indefinible y con una moneda desvalorizada que no da oportunidad al que trabaja duramente en el afán de sostener una decorosa forma de vida y mucho menos permite el ahorro o planificar el futuro. Se vive el día a día con el corazón en la boca. Hay familias destrozadas por razones obvias. La inestabilidad, la inflación que  nos afecta en una crisis mayúscula, son factores que oscurecen el horizonte personal y social. El Estado percibe una enorme cantidad de recursos en concepto de impuestos. Son sumas fabulosas  ¿Mal aplicadas?  ¿Cuáles son las prioridades? La corrupción es una de las causas de la pobreza. La globalización ha agudizado las diferencias, las ha acentuado y muy poco se hace, en apariencia, para sobrellevar la crisis. Hay que generar puestos de trabajo genuino cultivando la idea del esfuerzo y la superación (educación mediante) como pilares necesarios. Es cierto que  la pandemia ha sido un fuerte componente para magnificar la crisis. Todos, de una u otra forma, fuimos afectados. La recesión golpeó fuertemente a la población mundial, no solamente a la argentina. Pero algo hay que hacer... ¡Pronto y bien!

Nelly Elías de Benavente

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