Cartas de lectores IV: Opciones por la deuda

Cartas de lectores IV: Opciones por la deuda

04 Diciembre 2021

Como en la crisis de las vacunas, la disputa por las conquistas y el sometimiento político, acorralan a los países pobres, víctimas de los errores de sus gobernantes, yerros que son aprovechados sagazmente por el poder financiero mundial, parapetado en el FMI. En el caso particular de nuestro país, las presiones generalizadas de sectores políticos, financieros y empresariales, que juzgan necesario e ineludible un acuerdo con el organismo de crédito, coaccionan al Gobierno para que rompa el letargo y proponga un plan económico que “satisfaga” al acreedor. En este marco, y soslayando la consulta popular (“Negociaciones con el FMI”, LA GACETA, 08/11), al Gobierno le quedan tan solo dos opciones: la primera, aceptar los ajustes que pretende imponer el organismo acreedor, lo que profundizará la pobreza y la indigencia de nuestros compatriotas, que pueden reaccionar haciendo “tronar el escarmiento” (“La Crisis en el Gobierno”, LA GACETA, 16/09); la segunda, negociar una prórroga de los vencimientos (porque la reducción de las tasas de interés ya resulta una quimera) y cerrar de inmediato acuerdos comerciales (sin importar las ideologías políticas) con estados que son fuertes consumidores de alimentos que produce el país, procurando el ingreso de divisas para hacer frente a los vencimientos, irresponsablemente acordados por Cambiemos. Otro elemento a considerar es el impacto que tendrán los pagos en cada uno de sectores sociales, que deberán soportar las amortizaciones: a) la clase “alta”, que por sus elevados ingresos no se vería afectada por los ajustes, además de presionar por el acuerdo con el organismo de crédito; b) la clase media, que fue perjudicada fuertemente por la pandemia, absorbería en parte el impacto de los recortes; c) la clase baja, que concentra la pobreza y la indigencia será la más damnificada, ya que su capacidad de consumo tendrá una fuerte caída (salarios, jubilaciones, aumentos de precios y tarifas en alimentos y servicios, etc.). Considero justo y resarcitorio incorporar al grupo de “pagadores de la deuda”, a un sector de la política, que al haberse enriquecido por actos de corrupción y maniobras de nepotismo en beneficio de su entorno familiar (“Nepotismo, esa otra pandemia”, LA GACETA, 08/05/20), se posiciona al mismo nivel de la clase alta, para soportar sin sobresaltos el impacto de los ajustes. Señor Presidente, en la emergencia que significa el pago al FMI, Ud. está obligado a compensar en parte el daño que sus errores les causaron a los que menos tienen, por lo tanto debe ordenar una inmediata investigación al sector político poseedor de los patrimonios sospechados, recuperarlos, convertirlos en medios de pago y compensar a los que más sufrirán con los ajustes.

José Emilio Gómez


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