El arreglo de parte de la ruta 307 es aún una ilusión

El arreglo de parte de la ruta 307 es aún una ilusión

26 Noviembre 2021

Augurio, indicio o señal que hace esperar algún bien. Ofrecimiento solemne que hace una persona de cumplir con rectitud y fidelidad un determinado deber, empleando para ello una fórmula fija. Son dos de sus definiciones. Con frecuencia estas expresiones de buena voluntad quedan en su mera formulación. De promesas incumplidas nuestra provincia puede hacer un jardín frondoso. Hay algunas que ya han cumplido la mayoría de edad, como la concreción del dique El Potrero del Clavillo. y otras viven una poceada adolescencia, como la ruta N° 307, en el tramo El Infiernillo-Amaicha del Valle, algo más de 57 kilómetros, hasta empalmar con la ruta nacional 40, en Quilmes.

La rotura del pavimento se advirtió en 2007, razón por la que el Gobierno provincial firmó un convenio con Vialidad Nacional para la concreción de obras viales por $150 millones. Para la ruta 307 se destinaron $61 millones. Se anticipó que se la iba a repavimentar desde Tafí del Valle hasta la ruta 40. En marzo de 2008, el mal estado de la carretera en ese tramo, fue motivo de preocupación de empresarios, comerciantes y habitantes de Amaicha y de Santa María de Catamarca que tiene una intensa relación comercial con Tucumán. Se quejaban de que todos los días sufrían graves trastornos para trasladarse y que temían que este problema impactara en forma negativa en la actividad turística, especialmente durante la Semana Santa que se aproximaba. A mediados de marzo, el titular de Vialidad de la Provincia dijo que en 20 días se iniciarían las obras de repavimentación en el tramo Tafí del Valle-El Infiernillo. Indicó en la ocasión que los trabajos se habían dividido en tres secciones de 20 km y deslizó la posibilidad de que estas dos últimas serían licitadas en abril. Desde entonces las palabras al viento soplan con resignación, mientras el pavimento sigue deteriorándose en ese sector.

Hubo varias promesas. El año pasado, se anunció que la Nación le otorgaría a Tucumán una ayuda de $11.000 millones para la realización de obras públicas. Los vallistos se ilusionaron con que una parte de esos dineros se destinarían a esa obra vial tan necesaria. En nuestra edición del lunes pasado anunciamos que el gobernador interino le daría prioridad a motorizar la obra pública en su gestión. Se dijo que en el área vial, le darían preferencia a la autovía San Miguel de Tucumán-Termas de Río Hondo y que se intentaría realizar la reparación de la ruta 307 entre El Infiernillo y la ruta 40.

El camino a los Valles Calchaquíes comenzó a construirse en 1940, durante el gobierno de Miguel Critto, y se inauguró el 16 de enero de 1943, es decir que menos de tres años llevó construir de cero este camino; parece increíble que en casi tres lustros no se hayan podido reparar 57 km.

No se entiende por qué el arreglo de la ruta 307 no es una prioridad para el gobierno dada su importancia turística, comercial y cultural entre los tucumanos y con los santamarianos. El camino conecta con las históricas Ruinas de Quilmes y con las bodegas que hay en la zona de Colalao del Valle; tampoco se piensa en la gran atracción para visitantes y alumnos que ejerce el Observatorio Astronómico de Ampimpa.

Si nuestros gobernantes fueran alguna vez hasta Amaicha vía automovilística tomarían conciencia tal vez del martirio de aquellos que a diario usan esa vía. Habría tal vez que encomendarse a la Pachamama para que haga realidad esta promesa de una vez por todas.

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