"Maradona es un dios griego porque es súper imperfecto”

"Maradona es un dios griego porque es súper imperfecto”

La escritora y periodista Gabriela Saidon presentó el libro “Superdios: La construcción de Maradona como santo laico”, en el que analiza la figura del ídolo y profundiza sobre el mito.

A NO CONFUNDIR. Saidon no habla de la naturaleza de los santos católicos. A NO CONFUNDIR. Saidon no habla de la naturaleza de los santos católicos.

Gabriela Saidon, periodista y escritora, analiza en su libro “Superdios: La construcción de Maradona como santo laico” (editorial Capital intelectual) cómo los argentinos creamos la figura del “Diego”, convirtiéndolo un santo en vida. “Es uno de los libros que publiqué que tiene mayor difusión e interés público por la misma figura de Diego que tiene tanta, tanta popularidad”, expresó la autora en diálogo telefónico con LA GACETA.

A un año de la muerte de Diego Maradona la autora, que ya había indagado en diferentes figuras populares como la Difunta Correa o el Gauchito Gil en su libro “Santos ruteros” (editorial Tusquets), eligió la figura del ídolo del fútbol para investigar por qué hoy está liderando el prolífico santoral popular argentino.

“Maradona -se lee en SuperDios- fortalece la asociación de santos y superhéroes de ficción porque, desde una mirada atea, sugiere que también santos y santas son personajes ficticios... ‘Sólo’ les pedimos que nos salven, que se levanten de sus caídas para llevarnos al ascenso de la mano… A Dios le pedimos, y adiós, les pedimos. Porque la carga que pesa sobre ellos también, y antes, pesa sobre nosotros, mortales.”

- ¿Hay que morir para ser santo? ¿O Maradona ya era santo en vida?

- No sólo hay que morir sino que la muerte tiene que ser violenta, porque hay requisitos para la santificación popular. Si uno recorre la historia de los santos populares en Argentina muchos tuvieron vidas violentas o murieron de forma violenta, como la Difunta Correa, que muere de sed en medio del desierto huyendo de un abusador, o el Gauchito Gil. En el caso de Maradona hay dos cosas interesantes para tener en cuenta. La muerte de Maradona hoy se sigue investigando y fue violenta porque la carátula es de homicidio, hubo un abandono de persona. La judicialización del caso apunta a que fue una muerte violenta.

- ¿Y qué fue sucediendo mientras estaba con vida?

- Creo que Maradona ya había sido transformado en santo por los periodistas deportivos que cubrieron sus hazañas en la cancha y por los músicos que cantaron sus proezas. La santificación popular de Maradona fue en vida: tenía una “iglesia Maradoniana”; hablamos de “la mano de Dios” con respecto al gol contra los ingleses. Maradona fue Cristo, Superman, Batman y Dios. Pero es un dios griego, es recontra imperfecto, especialmente con todo lo que surgió recientemente sobre su vida en Cuba.

- ¿Cómo analizás la muerte de Diego?

- El libro surgió después de eso. Diego murió en pandemia y ese es un dato que para mí es importante porque las características de su funeral y los conflictos que surgieron con su muerte creo que se dieron por la situación de la pandemia. Todo hubiese sido diferente si no hubiésemos estado aislados el año pasado. Creo que su muerte, aunque no fue por coronavirus, se produjo también porque en pandemia hubo muchas vulnerabilidades. Por eso creo que, quizás, todo hubiese sido diferente.

- ¿Su lado más “oscuro” también contribuye a la figura de “Superdios”?

- Totalmente, eso no lo hace menos santo, sino más. El ser imperfecto que fue y que conocemos ahora también por esas últimas acusaciones de violación a una menor, nos muestra un Maradona que no creíamos que existía, aunque conocíamos su relación con las drogas, las fiestas o la noche. Ya conocíamos su imagen imperfecta, digamos, pero también se lo estigmatizó mucho. Diego tenía muchos consumos problemáticos con las drogas, el alcohol y también con su alimentación, porque tenía problemas de bulimia. Todo esto lo hace más santo, no menos santo. Hay que entender que la palabra santo está tomada desde la certificación popular, no con la referencia los santos de la Iglesia Católica. Este es un santo imperfecto, justiciero, que le dio alegría al pueblo, generoso porque tuvo en vida muchos gestos con chicos, por ejemplo. Pero, al mismo tiempo, es un dios sucio, humano. “El más humano de los dioses”, dijo Eduardo Galeano, ¿no?

- ¿Qué cosas lo convirtieron en un dios mortal?

- Fue su manera de jugar, de caer y levantarse en vida, algo bien de superhéroes. Ese héroe que es capaz de llegar a lo más alto pero con caídas bien profundas. La dualidad de su genialidad con la pelota, la belleza de su arte como futbolista pero también la capacidad de generar frases y declaraciones políticas que hasta el día de hoy recordamos. Tuvo expresiones que se hicieron absolutamente populares como “me cortaron las piernas”, “yo me equivoqué y pagué”, “la pelota no se mancha”, hay todo un diccionario de frases que son realmente una creación. Era un genio con la palabra. Igualmente no estaríamos hablando de él si no hubiera sido el mejor futbolista del mundo y con características poco comunes.

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