Por Lucía Lozano
23 Noviembre 2021
LOS MÁS EXPUESTOS. Quienes circulan en moto protagonizan el 77% de los accidentes tucumanos.
Hasta septiembre de este año, 159 tucumanos perdieron la vida por un accidente de tránsito. Prácticamente la mitad de esas personas (el 42%) tenía entre 15 y 34 años. El deceso de varones por esta causa cuadruplica al de mujeres, según los datos del Observatorio de Seguridad Vial en este 2021. Y seis de cada 10 víctimas son usuarios vulnerables de las calles y rutas porque van en moto sin usar casco.
Por cada fallecido, hay nueve personas que sufren heridas que les marcan la vida para siempre. A Luciana Casmuz (39 años), por ejemplo, un choque la dejó con la movilidad reducida en el brazo derecho. Además perdió el bazo.
Su vida ha tenido que dar un volantazo para adaptarse a una nueva realidad, en un día a día en el que también faltan sus dos hijos, que murieron en el mismo accidente.
Con motivo del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tránsito, que se celebró el domingo, Luciana habla de su experiencia, después del siniestro que sufrió cuando viajaba a Las Termas de Río Hondo junto a sus hijos, su hermano y su cuñada. Un camión los embistió en la intersección de las rutas 306 y 323, en Santa Rosa de Leales. “Estuve un mes internada, y más de un año sin poder trabajar, yendo a fiosioterapia y al psicólogo. Tuvimos que cerrar la empresa que teníamos con mi esposo porque no podía trabajar. Fue un año en que solo acumulamos deudas y mucho, mucho sufrimiento”, recordó.
Le costó mucho levantarse anímicamente. Y también a nivel económico. Necesitó asistencia legal y no cobró un subsidio ni tuvo ayuda por parte del Gobierno. Lo que el seguro le pagó fue destinado a saldar las deudas que adquirió el tiempo que estuvo desocupada y para abonar los días que permaneció internada.
Aunque se supera diariamente y trata de seguir adelante, nunca volvió a ser la de antes, confiesa. Realizaba las tareas administrativas de su negocio y era estudiante de Ciencias Económicas, pero no pudo terminar la carrera. Tuvo que emprender otros trabajos porque ya ni siquiera se puede sentar frente a una computadora y escribir rápidamente a causa de las secuelas que quedaron en su brazo.
Esta es una de las caras de la moneda de los accidentes. Tal vez la más dolorosa. La otra son los altísimos costos que genera al sistema de salud la atención de los heridos en choques. Por año, se atienden hasta 19.000 lesionados en el tránsito.
Los costos
Según un estudio realizado en el hospital Padilla, la atención de un accidentado cuesta hasta $140.000 por día. El trabajo, titulado “Estimación de costos de hospitalización por lesiones asociadas al tránsito en un hospital público de Tucumán”, encontró que el 79% de los heridos en choques son varones y mayormente tienen entre 21 y 40 años. Las motos aparecen en el 77% de los casos y los autos en el 10%. Un 9% son peatones.
Los pacientes graves (son el 25%) permanecen más de 30 días en servicios quirúrgicos (costo promedio: U$S7.252). En estudios complementarios el hospital invierte U$S180 por paciente; en cirugías, U$S823 y en internación, U$S1.320. Entre radiografías, tomografías, ecografías, resonancias magnéticas y análisis se gastan en seis meses U$S81.875; en intervenciones quirúrgicas, unos U$S101.838 y en prótesis e implantes, U$S376.717.
Quienes presentan traumatismos de cabeza y cuello (en su mayoría motociclistas) son los que insumen los costos más elevados para el hospital, de acuerdo con el estudio que dirigió el doctor Rogelio Cali, director de Epidemiología del Siprosa. Por día, un herido leve le cuesta al sistema U$S140. Y si está en estado de gravedad U$S1.351.
El costo global promedio por paciente es de U$S2.350, considerando servicio de internación, estudios complementarios y cirugías con o sin requerimiento de prótesis e implantes.
Las pérdidas
“Las lesiones causadas por el tránsito ocasionan pérdidas económicas considerables para las personas, sus familias y también para el país. Además de los costos de tratamientos, está la pérdida de productividad de las personas que mueren o quedan discapacitadas”, explica Claudio Artaza Saade, miembro del Comité Consultivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y presidente de la Fundación Alerta en el Camino,
El costo de la siniestralidad vial en la Argentina equivale al 1,7% del Producto Bruto Interno de la Argentina. Según las últimas cifras (son de 2017) cada víctima le costó al Estado ese año $1.373.599, aunque alcanzó a $30.551.793 por cada víctima fallecida.
“Cuando uno ve estos números, que además si fueran actualizado serían el doble seguramente, se pueden sacar muchas conclusiones. Por ejemplo, que Tucumán se ahorraría mucho dinero si invirtiera en un buen servicio de transporte público de pasajeros. Se sabe que desde hace tiempo los que abandonan el colectivo por el mal servicio se suben a una moto y por eso se dispararon los accidentados en estos vehículos. Si Santiago del Estero, tiene un tren urbano elevado de pasajeros, ¿por qué Tucumán no?”, cuestiona.
Artaza Saade destacó la creación de la Red Federal de Asistencia a las Víctimas en Siniestros Viales. La Red está conformada por un equipo interdisciplinario, integrado por abogados, psicólogos y trabajadores sociales. Mediante la línea 149 opción 2 (con llamada gratuita desde cualquier celular) brinda asistencia las 24 horas, los 365 días del año. El mes pasado esta línea -que depende de la Administración Nacional Seguridad Vial (ANSV)- recibió el 39% de llamados para solicitar asistencia legal; el 30%, asistencia psicológica y el 28%, asistencia social por parte en articulación con otros ministerios, informó el organismo.
A través de la red se pueden otorgar subsidios a las víctimas o sus familiares ante una necesidad surgida como producto de un accidente (aclaración: el subsidio se evalúa caso por caso y no está destinado a gastos médicos o de rehabilitación, ya que esa asistencia se presta directamente a través del sistema de salud público).
Artaza Saade sostuvo que para mejorar la seguridad vial hacen falta más educación y más controles. En la Argentina, de acuerdo a datos del Observatorio Vial de la ANSV, apenas la mitad de los vehículos circulan con todos los ocupantes sujetados con el cinturón de seguridad.
“Las motos circulan a mucha velocidad y con caños de escape libres. Los motociclistas son los más vulnerables del tránsito”, recalcó. Y señaló que, aunque la cuarentena de 2020 ayudó a disminuir un poco los índices de siniestralidad por el confinamiento y la menor circulación, en la actualidad están aumentando de nuevo las cifras. Y Tucumán sigue en el cuarto puesto nacional de las provincias con más muertos en accidentes.
Lo más popular
