Fórmula 1: pánico y locura en Brasil

Fórmula 1: pánico y locura en Brasil

ILUMINADO. Hamilton demostró en Brasil que es un campeón de raza y le puso suspenso al Mundial de Pilotos. ILUMINADO. Hamilton demostró en Brasil que es un campeón de raza y le puso suspenso al Mundial de Pilotos. REUTERS

Red Bull encontró un gran balance para manejar el auto en altura, y de las tres carreras que se corrían en América ganaron dos: el GP de EE.UU. y el de México. Sumado al gigante apoyo recibido en el autódromo “Hermanos Rodríguez” y a la ventaja de Max Verstappen en el campeonato mundial, eran los favoritos en Brasil. Sin embargo y con todas en contra, Lewis Hamilton ganó una carrera increíble después de un fin de semana imposible. Lo que leerán a continuación quedará por siempre en la historia de la Fórmula 1.

Decisiones

El Gran Premio de Brasil fue elegido para ser uno de los Grand Slam del campeonato. Eso cambia toda la actividad del fin de semana. El viernes hay pruebas libres y después clasificación. Allí comenzó todo. Mercedes decidió cambiar un elemento de la unidad de potencia de Hamilton para darle más velocidad en recta. Como ya habían usado los cambios permitidos por reglamento, esta acción les dio una penalidad de cinco lugares en la carrera larga del domingo. En la qualy, el motor nuevo de Lewis empezó a funcionar y sorprendió con un tiempazo que lo dejó primero a 265/1000 de Verstappen. La velocidad final del Mercedes rondaba los 344km/h mientras que el RB16B sólo llegaba a los 330 km/h. Verstappen también tomó nota de la situación y, al bajar de su auto, se acercó al de Hamilton y revisó su ala trasera.

Esa acción generó dos cosas: una queja de Red Bull ante la Federación internacional para que revisen el alerón trasero de Mercedes y una citación por tocar el auto de un rival (algo que está prohibido por reglamento) de los comisarios de carrera para Max. Al otro día, los comisarios multaron a Verstappen con 50.000 euros por la infracción y la FIA encontró una irregularidad en el DRS de Hamilton y lo descalificó de la qualy en la que había quedado primero. Largaría último en la sprint.

Sobreponerse

La carrera sprint fue a 28 vueltas, un tercio de lo que se correría al otro día. Verstappen empezaba primero y Hamilton último. Incluso los comentaristas de la transmisión oficial para Latinoamérica anticiparon que “con suerte llegaba décimo”. Pero el ritmo del británico fue endemoniado.

En la largada, Valtteri Bottas pasó a Verstappen y Hamilton pasó cinco autos. Cuando promediaba la mitad estaba en P8 y terminó en P5. Es decir, ¡pasó 15 autos en 28 vueltas!

En la carrera del domingo, Bottas empezó primero, Verstappen segundo y Carlos Sainz tercero. Lewis largó P10 por los cinco puestos de penalidad recibida por el cambio de elemento en su unidad de potencia.

En la primera curva, Verstappen pasó a Bottas y quedó primero. Resulta casi imposible partir décimo e intentar perseguir al primero con semejante tráfico. Pasar auto por auto te demora muchos segundos mientras que el primero maneja sin pérdidas y con aire limpio. Sin embargo, paso a paso y momento a momento, Lewis Hamilton fue acercándose a Max Verstappen.

Hasta que en la vuelta 59 de 71 logró pasarlo. Como si fuese poco, en los siguientes 10 giros le sacó nueve segundos y ganó la carrera. Fue una demostración maravillosa de que en Fórmula 1 todo puede ser.

Al bajar del auto no pudo disimular su alegría y cargó una bandera de Brasil en sus hombros. El piloto local Felipe Massa fue el encargado de las notas pre podio y en la suya Hamilton contó que después de una carrera en Fórmula 3 en la que había salido último, su padre le había dicho: “tú siempre tendrás todo en contra, pero debes aprender a sobreponerte. Eso es lo que hace un campeón”.

Podemos decir sin dudas que aprendió esa lección.

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