Arrasemos con el “impuesto rosa”

Arrasemos con el “impuesto rosa”

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¿Creías que los productos rosa versus los azules se presentan así solamente para los niños? ¿Alguna vez observaste la góndola de un supermercado o farmacia en donde compiten entre sí, los mismos productos pero para mujeres y varones? Desodorantes, vitaminas, laxantes, afeitadoras, productos para el pelo o la piel, todo está teñido de rosa pero para hacerlo más caro.

El Pink Tax, o “impuesto rosa” se coloca sobre los productos dirigidos a las mujeres que, por lo general, están pintados de este color: una afeitadora, un shampoo o una crema, aunque también puede ser un mate, termo o una remera. Aunque el producto sea el mismo y el costo de generarlo también, los productos para mujeres se venden a un precio mayor, sin importar que sean exactamente iguales. A veces el costo pueden ser centavos y otras veces, cientos de pesos. El producto se busca y consume porque existe la creencia, apoyada por el marketing, de que están diseñados y pensados “para las mujeres” – por cuestiones ergonómicas, por ejemplo. En realidad, este impuesto es un sobreprecio que las mujeres pagan por productos supuestamente diseñados para nosotras, pero que en esencia son exactamente los mismos que aquellos productos enfocados para hombres. A la primera queja pueden decirnos: el tinte rosa es más caro, por eso su precio pero, en definitiva, hoy se sabe que es una cuestión cultural porque el formato rosa – azul existe desde hace varias décadas instigado por la publicidad y el marketing.

Según la Procuraduría Federal del Consumidor de México, Profeco, el precio se debe a que las marcas invierten más dinero en la presentación de sus productos, empaque, diseño y publicidad, por estar dirigidos a mujeres. El problema radica en que el sobreprecio no está justificado completamente por lo que se le aducen cuestiones sociales, culturales, sexistas por parte de las marcas que producen con estereotipos basados en una cuestión de género.

El sitio Ax The Pink Tax — que milita contra el impuesto rosa—, realizó un estudio que dio como resultados el costo del sobreprecio que pagan las mujeres anualmente: 1.400 dólares por comprar productos dirigidos a las mujeres, pero que podrían ser perfectamente los mismos que utilizan los varones: jabones, cremas, juguetes para niños, son algunos de ellos. Una diferencia que puede ser muy significativa si se suma ese gasto a lo largo de los años.

Un estudio de 2015 elaborado en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, concluyó que, en promedio, los productos para mujeres equiparables con los de hombres cuestan 7% más. Este estudio hizo un recorrido por tiendas tanto físicas como en línea para hacer la comparación y encontró que en la categoría de cuidado personal los productos cuestan en promedio 13% más si son para mujeres.

Las redes sociales están plagadas de ejemplos que encuentran los usuarios en supermercados y farmacias de nuestro país y del mundo. Una venda para un tobillo adulto varón cuesta 17.99 mientras que la de una mujer 26.99 dólares. Un casco de bicicletas para niños de los personajes animados de Paw Patrol, cuesta 20.49 y 25.49 dólares para niños y niñas. ¡Hasta la misma remera, en Europa, cuesta dos euros más cara para una mujer!

Las mujeres y la sociedad en general, deberán convertirse en consumidores responsables.

Según el Huff Post, la Federación de Consumidores de Estados Unidos descubrió que, contrariamente a la creencia popular, las mujeres también tienen más probabilidades de pagar más caro la póliza de seguro de un automóvil, a pesar de que los hombres son más propensos a los accidentes, según indican las estadísticas. En Estados Unidos, a las mujeres blancas se les ofrecía la misma póliza que un hombre pero a 200 dólares más. Y, a las mujeres negras, se les cotizaba el mismo seguro a 400 dólares más que a los hombres blancos, en promedio. “Este problema de precios se ve agravado por el hecho de que, aunque la brecha salarial de género está disminuyendo lentamente, las mujeres todavía ganan solo 80,5 centavos por cada dólar que gana un hombre. La discriminación salarial es mucho peor para las mujeres de color; las mujeres negras tendrán que esperar hasta 2119 para que se cierre la brecha salarial, mientras que las latinas tendrán que esperar hasta las 2224”, repite el medio estadounidense que remarca lo que sucede a nivel global.

En Argentina, meses atrás, la consultora especializada en consumo, Focus Market, presentó un informe al respecto del “impuesto rosa”. “El informe tomó en cuenta una serie de productos de limpieza personal como desodorante, afeitadoras o perfumes. La conclusión del relevamiento -hecho en unos 515 puntos de venta- es que las mujeres pagan en promedio un 10,8% más que los hombres por los mismos productos. Un año antes, esa brecha había sido de 12,3%, por lo que se observó una reducción”, publicó Infobae al respecto.

¿Qué se puede hacer al respecto? Las mujeres y la sociedad en general, deberán convertirse en consumidores responsables.

En 2018 se presentaron en Argentina dos proyectos de Ley en el Congreso Nacional (Expediente 2214-D-2018), con el objetivo de regular la problemática del Impuesto Rosa en el país. Nunca hubo novedades al respecto, de cara a las elecciones legislativas de 2021, ¿podríamos ir a votar con el rosa en nuestros pensamientos?

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