Por un Teatro Nacional Cervantes con proyección en el país

Hace más de medio siglo, Luisa Vehil fue la primera mujer en dirigir (por pocos meses y durante el gobierno de Arturo Illia) el Teatro Nacional Cervantes. Desde hace pocos días, su historia es continuada por la santafesina Gladis Contreras, quien asumió al frente de la institución radicada en la Capital Federal pero que depende del Ministerio de Cultura de la Nación.

La designación conlleva una mirada distinta de la que venía realizándose desde ese coliseo, centrada en lo porteño. Ahora, según lo que declaró el ministro Tristán Bauer (ver “El federalismo...”), la impronta abordará consumar el carácter federal que tiene como nombre el propio Cervantes y que pocas veces o de forma insuficiente se consumó en los hechos. Si bien se abordaron algunos programas como las producciones en provincias o concursos de dramaturgos, el centro de la acción estuvo basado en su centenario edificio de Libertad y avenida Córdoba. El anterior director, Rubén D’Audia, pasó a ser gerente general en Educ.ar.

La flamante directora se forjó junto a María de los Ángeles Chiqui González, figura emblemática de la cultura de Santa Fe. Desde hace más de 30 años ejerce como gestora y productora teatral independiente y en los últimos seis años condujo el Centro Cultural de la Provincia de Santa Fe, cargo del que pidió licencia para asumir su responsabilidad nacional. Es profesora de Artes Visuales e integró el Consejo de Dirección del Instituto Nacional del Teatro entre 2008 y 2009. Precisamente, una de las debilidades de las gestiones anteriores ha sido la poca (casi nula) vinculación con el INT, responsable de la promoción del teatro independiente en todo el país. Las miradas están puestas en que esa relación mejore notoriamente en el futuro cercano, para acercar lo que es la actividad estatal con la privada no comercial, en una sinergia de producción y circulación de hechos artísticos.

El segundo de Contreras es un conocido tucumano. Como subdirector fue nombrado Jorge Dubatti, frecuente conferencista de congresos y simposios locales, y redactor del libro sobre el centenario de la creación del Cervantes. “Me considero un laburante, y estoy muy feliz de llegar a una institución con más de 300 trabajadores y con producción propia, que me abrió las puertas desde que era niño”, afirmó en una charla realizada en la reciente Fiesta Nacional de Teatro de La Pampa.

El especialista reivindicó la necesidad de hacer “un Cervantes más federal y menos centralista, que escuche las demandas de la sociedad sobre lo pendiente y lo que debería ser en el futuro, con la democratización de sus contenidos”. “El teatro es el otro, es la única de las artes que no se puede hacer en soledad e individualmente. Parte de la sociedad porteña es sexista, racista, clasista y centralista. El Cervantes debe dar batalla contra todas esas cosas”, agregó.