Naciones Unidas: 76 años de logros y fracasos

Naciones Unidas: 76 años de logros y fracasos

La organización que reúne a 193 países se fundó luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de promover la paz y la unidad global, para que nunca vuelva a producirse un conflicto bélico de esa magnitud. Ese anhelo está lejos de cumplirse, pero ni siquiera sería posible proponérselo sin la existencia de la ONU

El Día de las Naciones Unidas celebra la creación del organismo internacional, cuando entró en vigor la Carta de las Naciones Unidas, el 24 de octubre de 1945. Los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas han guiado a la organización, que empezó con 51 miembros fundadores y hoy cuenta con 193 Estados adheridos, entre los cuales cinco integran el Consejo de Seguridad, durante los últimos 76 años, con logros y fracasos, y a través de crisis políticas, económicas y, como en los últimos dos años, una enorme debacle sanitaria.

La apreciación acerca de cuán útil es un organismo multilateral siempre está sobre la mesa, sobre todo en épocas en las que el mundo se vuelve un lugar horrible y desigual; en el que hambre, guerras, epidemias, terrorismo se ensañan con los que debieran estar más protegidos, y en el que el 1% de los ricos del mundo acumula el 82% de la riqueza global, según la organización humanitaria Oxfam.

El consenso entre los países que la integran, sin embargo, es que la existencia misma de la ONU ha evitado conflictos aún mayores, e incluso ha frenado una tercera guerra mundial.

En el homenaje que hizo la semana pasada la Unión Europea (UE), el alto representante del bloque para la Política Exterior, Josep Borrell, destacó la importancia del organismo: “El multilateralismo, con las Naciones Unidas en su centro, es la forma más eficaz de contribuir a la paz, la seguridad, los derechos humanos y la prosperidad mundiales. Es un pilar de la acción exterior de la Unión Europea”.

La Organización de las Naciones Unidas se fundó el 24 de octubre de 1945, seis meses después de la caída de Berlín y la rendición incondicional de Alemania, que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial. Meses antes, representantes de 51 países se habían reunido en San Francisco, Estados Unidos, en la Conferencia de las Naciones Unidas. Durante esos meses, redactaron y luego firmaron la Carta de la ONU, que creó una nueva organización internacional, las Naciones Unidas. Era imprescindible evitar el horror de un conflicto bélico como el que acababan de vivir, que costó entre 40 y 50 millones de vidas (más de la mitad de ellos civiles), el doble o triple de heridos y cerca de 50 millones de desplazados o deportados.

La necesidad de lograr acuerdos entre países con el objetivo de garantizar la paz internacional, el desarrollo igualitario y el cumplimiento de los derechos humanos, y el debate sobre su capacidad de actuación está más presente que antes, teniendo en cuenta la impotencia que ha demostrado la ONU en conflictos internacionales recientes.

“La existencia de la ONU probablemente ha prevenido durante estos tres cuartos de siglo una nueva guerra mundial, aunque tal vez también haya contribuido el hecho de que varios países tengan en su poder armas nucleares que, de ser usadas, aniquilarían a gran parte de la humanidad”, escribió el columnista mexicano Eduardo Ruiz-Healy, en el aniversario número 75 de la organización.

Uno de los poderes más cuestionados es el derecho de veto de Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, capaces de bloquear cualquier propuesta que afecte sus intereses particulares o alianzas parciales, como pasa con la condena a las violaciones a los derechos humanos en algunos países, mientras que a otros no los nombra.

Otro problema que limita la actuación de la organización es que sus programas para promover los derechos humanos, la educación y la alimentación están siempre afectados por la carencia de recursos financieros: El 74% de los fondos de la ONU provienen de los gobiernos. El resto, de organizaciones no gubernamentales, fundaciones y entidades multinacionales.

Cada uno de los 193 países miembros contribuye con dinero, de acuerdo a una fórmula que toma en cuenta su Producto Interno Bruto, población y el monto de su deuda externa. Para 2020, el presupuesto general era de 3.073 millones de dólares, para atender el gran número de programas que deben ser financiados.

Los logros

Asistencia alimentaria y apoyo al sistema de derechos humanos

• Los programas para la asistencia alimentaria que organiza y lleva adelante Naciones Unidas han evitado millones de muertes por hambre y han salvado a millones de niños de la desnutrición. El Programa Mundial de Alimentos, fundado en 1961, mueve, en un día común, 5.600 camiones, 20 barcos y 92 aviones, para entregar alimentos y medicinas en zonas altamente vulnerables, como países afectados por conflictos bélicos, según datos de la organización. Cada año, distribuye aproximadamente 15.000 millones de raciones.

• El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) viene siendo, en estos últimos años, una de las secciones más activas de la organización, en momentos en los que, cada dos segundos, en algún lugar del planeta, alguien es forzado a abandonar su hogar. Hacia finales del 2019, había casi 80 millones de seres humanos forzosamente desplazados de sus lugares de residencia; 20,4 millones eran refugiados protegidos por Acnur, en sus países de origen o en otros.  Unos 5.6 millones pudieron regresar a sus propias comunidade con la ayuda del organismo para los refugiados. En los primeros meses de 2020, la covid-19 causó que 700.000 personas fueran desplazadas dentro de 19 países. Durante los momentos de desplazamiento, el Aalto Comisionado “proporciona asistencia de emergencia crítica, como agua potable, saneamiento y atención médica, albergue, mantas, artículos para el hogar y, a veces, alimentos. También organiza transporte de ayuda humanitaria y de paquetes de asistencia para las personas que regresan a sus hogares, así como proyectos de generación de ingresos para quienes se reasientan”, según dice la página web del organismo sobre los refugiados (acnur.org)

• A través de sus programas en los campos de la educación, ciencia y cultura (Unesco), protección de la niñez (Unicef), la salud (OMS), la alimentación (FAO), el combate al cambio climático (Unfccc) y la protección de los derechos humanos (Acnudh), por mencionar algunos, brinda asistencia y visibiliza los problemas que afectan a millones de personas en el mundo,

• En el debate mundial sobre la protección de los derechos de mujeres y de los colectivos LGBT+, la brecha permanece y es ancha, pero la actuación de ONU Mujeres, establecida por la Asamblea General, bajo la vigilancia de las más altas autoridades del organismo, juega un papel importante para promover la equidad de género o al menos, visibilizar los problemas que acarrea la vulneración de esos derechos.  

Los fracasos

Los conflictos y las carencias

Si bien no estalló una Tercera Guerra Mundial (al menos, no una en toda regla, como lo fueron la Primera y la Segunda) la ONU no pudo evitar una gran cantidad de conflictos extremadamente sangrientos y lesivos para enormes cantidades de personas, ya sea entre países o entre grupos dentro de un mismo país. En algunos casos, no sólo no pudo prevenir guerras, sino que participó en varias de ellas bajo el pretexto de buscar el interés de sus miembros.

• Desde 1948 hasta ahora, la ONU no logra resolver el conflicto que generó la creación de Israel en lo que hasta ese año fue el Mandato de Palestina administrado por el Reino Unido.

• Desde 1948, fue incapaz de resolver el conflicto entre India y Pakistán (dos países con potencia nuclear) por la posesión de la zona de Cachemira.

• Reconoció al gobierno genocida del Khmer Rouge de Camboya, que -entre 1975 y 1979- asesinó a dos millones de personas, que en ese momento eran la cuarta parte de la población del país.

• Ruanda es otro ejemplo de fracaso para la ONU. Su intervención no logró frenar el conflicto étnico y político que derivó en que, en sólo tres meses de 1994, miles de personas de la mayoría Hutu asesinaran a 800.000 personas de la minoría Tutsi y violaran a unas 250.000 mujeres de ese grupo étnico.

• En Medio Oriente se encuentran algunos de los ejemplos más patentes de la impotencia de la ONU para prevenir conflictos. Sobre las buenas intenciones de lograr el diálogo primó la instalación de la “guerra contra el terrorismo”, un concepto que sirvió para que Estados Unidos y países de la Unión Europea llevaran adelante bombardeos en Siria y en Irak, e impusieran sanciones económicas en Irán.

• La invasión a Irak, liderada por Estados Unidos, con la excusa de que Saddam Hussein escondía armas de destrucción masiva, fue avalada en los hechos por el Consejo de Seguridad de la ONU. La invasión llevó al país al caos y nunca verificó la existencia de dicho arsenal. Según diversos cálculos, este conflicto bélico costó un millón de vidas entre 2003 y 2011.

• La guerra de 20 años que condujo Estados Unidos en Afganistán es otro ejemplo del fracaso del “consenso de naciones” para asegurar la paz.

• En los últimos dos años, en los que la pandemia de coronavirus causó la muerte de casi 5 millones de personas y se llevó por delante la economía del mundo entero, la OMS (el organismo de la ONU encargado de la salud) no logró establecer un mecanismo eficiente para que lleguen vacunas a los países pobres. Hoy, sólo el 2% de la población africana, por ejemplo, recibió alguna vacuna contra la covid-19.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios