Las internas signan los Concejos de la “Perla del Sur” y la “Ciudad Jardín”

Las internas signan los Concejos de la “Perla del Sur” y la “Ciudad Jardín”

En materia política, las municipalidades de Concepción y de Yerba Buena exhiben numerosas similitudes. Las dos están administradas por intendentes radicales de mutua afinidad, hasta el punto de que conforman una sociedad electoral que en las PASO postuló a Roberto Sánchez como diputado y a Mariano Campero como senador. Los dos han consagrado en sus concejos deliberantes a conductores de su confianza (respectivamente, Alejandro Molinuevo y Rodolfo Aranda). Y ambos se enfrascaron durante esta semana en la tarea de renovar las mesas de conducción de esos órganos vecinales. Fin de las coincidencias. Porque los resultados no han sido los mismos. Y eso se debe a que las dinámicas internas son diferentes.

En Concepción, la elección de autoridades del Concejo ha entrado en un callejón sin salida como resultado de una interna entre radicales. De un lado, Sánchez. Del otro, el legislador Raúl Albarracín. En las PASO, el triunfo del intendente fue aplastante. Y del lado del parlamentario lo admiten. Pero a renglón seguido surgió un hecho lógico para las instituciones y, por ello mismo, sorpresivo para Tucumán: todo parece indicar que si resulta electo diputado en noviembre, el jefe municipal ese cargo.

Consecuentemente, definir la mesa del órgano deliberativo equivale a consagrar a quienes serán, en diciembre, las máximas autoridades municipales de la “Perla del Sur”.

En ese contexto, los “robertistas” sostienen que el triunfo en las urnas los habilita a integrar la conducción del Concejo de manera que les garantice una transición ordenada. Y aseveran que los “raulistas” no les “generan confianza”. En esos términos se lo dijo anteayer a Albarracín un hombre de confianza de Sánchez, sin domicilio en Concepción, que intentó oficiar de “amigable componedor” entre las partes. A la luz de que ayer naufragó el quinto intento de sesión, se ve que la “mediación” política fracasó estrepitosamente.

Los “raulistas”, en cambio, advierten que Sánchez, más que gobernabilidad, busca revancha. Y que quiere “quedarse con todo”, a la vez que borrarlos de la faz del Concejo.

De los 12 ediles de ese cuerpo, los “robertistas” son cinco y ahora han recuperado al titular del PRO tucumano, Ramiro Beti, como sexto edil. Al frente hay cuatro peronistas y dos “raulistas”. Lo que Katherina Mazzuco y Gabriel Jiménez enrostran es que el intendente, en lugar de buscarlos a ellos (conforman la bancada del Partido de la Justicia Social), con quienes tendrían garantizado el quórum (sumarían siete con los “robertistas”), prefirieron elegir a Sánchez. “Y más aún: también fueron a buscar a los ediles peronistas para dejarnos sin nada. Como les dijeron ‘no’, recién se acordaron de nosotros”, se indigna Mazzuco.

¿Qué ofrecen los “robertistas”? La vicepresidencia segunda. ¿Qué quieren los “raulistas”? La primera.

Huelga decirlo: el presidente del Concejo (y Molinuevo es “indiscutible” para unos y otros) será el futuro intendente. Y el vicepresidente primero, el siguiente titular del órgano vecinal.

¿Qué enseña esta encerrona? Que las heridas de las PASO no han cicatrizado. Entonces el problema no sólo es el “qué” (qué se ofrece en la negociación), sino el “cuándo”. Si la renovación se hubiera pospuesto para después de del 14 de noviembre, tal vez habría menos intransigencia.

Otra dinámica y otro alcance

En Yerba Buena se concretó ayer la renovación de la mesa de conducción del Concejo Deliberante. El radical Rodolfo Aranda fue reelecto presidente, lo cual es una buena noticia para Campero. Pero con las vicepresidencias hubo novedades.

Al mediodía, y con el voto de siete de los 10 ediles de ese cuerpo, el manzurista Marcelo Albaca fue reemplazado como vice primero por el jaldista Héctor “Pilón” Aguirre. Y Marcelo Rojas, de Juntos por el Cambio, fue reemplazado en la vice segunda por Lisandro Argiró, también de JXC.

Si la interna en torno del Concejo de Concepción es netamente comarcana, la que ha redefinido la conducción del órgano deliberativo de Yerba Buena no sólo tiene una dinámica diferente, sino que su alcance es distinto: se proyecta provincialmente. Por caso, ayer, los que madrugan en Casa de Gobierno (horario que impone la agenda de Osvaldo Jaldo), habrían visto al intendente de la “ciudad jardín” a primera hora en el palacio. El jefe municipal no estuvo disponible ayer para la consulta de LA GACETA al respecto.

Claro que no deja de haber componentes “yerbabuenenses” sazonando los cambios: Albaca pidió la expulsión de su par Álvaro Apud cuando el edil de PRO participó en mayo de un “escrache” en la residencia de Manzur. Entonces -explican en el Concejo-, los macristas no iban a avalar al manzurista.

“La vice primera sigue en sintonía con Casa de Gobierno”, bromea un edil de la “ciudad jardín”. Y sonríe. A medias...

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