Por Marcelo Androetto
21 Octubre 2021
COSAS EN COMÚN. Zielinski y Guiñazú chocan puños en la previa del partido de ayer. Ambos podrá decir que dirigieron a Atlético y el “Cholo” espera que haya sido con el mismo éxito que el “Ruso”. Foto de Diego Riquelme (especial para La Gaceta)
“¡¡¡Estás igual…!!!”, podría decirle un imaginario hincha del “Decano” a Ricardo Zielinski en este reencuentro extraño, casi 10 meses después de que sus caminos se separaron (para siempre o no, quién lo sabe). Aquella recordada publicidad “buena onda” de una conocida marca de cerveza no necesariamente encierra una mentira: después de todo, bastante bien le ha ido hasta ahora al “Ruso” en su nueva casa.
De hecho, Estudiantes arrancó esta fecha 17 a apenas tres puntos de la zona de Libertadores, esa copa que marcó su cenit al mando de Atlético Tucumán al alcanzar los cuartos de final en 2018.
A quien no cabe decirle “¡estás igual!” es a Atlético, que tiene un 2021 signado por la irregularidad. Tanto que este volverse a ver (por primera vez a nivel oficial, hubo un amistoso en julio, saldado 3-2 a favor del “Pincha”), con el estadio UNO como escenario, significó el debut de Pablo Guiñazú en el banco “decano”. Atrás quedaron la fallida experiencia de Omar De Felippe. Y el breve (y exitoso) interregno de Martín Anastacio.
¿Cuánto cambió Atlético desde aquellos antiguos pero confiables “modelos Zielinski” hasta esta “versión ‘Cholo’” aún incipiente y difícil de calibrar con apenas un entrenamiento y un partido?
Sí se sabe a qué jugaba con el “Ruso”: un equipo que ejecutaba la contra a la perfección, atento a la segunda pelota, hiriendo con sus “torres” (Javier Toledo a la cabeza). Siempre con sacrificio, solidaridad y el talento inigualable de Luis Rodríguez.
De Felippe perdió al “Pulga”, pero sumó refuerzos con pobres resultados. Tuvo buenos momentos que no se sostuvieron; por épocas fue flojo atrás y fuerte arriba, y viceversa. También se diferenció de su antecesor en su reiterada apuesta por una línea de 5 atrás.
Eso sí, “ODF” promovió muchos juveniles, porque es su perfil y quizá también porque es de cambiar mucho (cosa que le valió el reproche público de sus dirigidos). A partir de la goleada sufrida en Junín, y más allá de un par de victorias con Franco Mussis de abanderado, ya no hubo vuelta atrás, la “Defelineta” tuvo curso de colisión incluso antes de cobrar velocidad.
El técnico de la reserva Anastacio, quien el día del triunfo frente a Newell’s preocupó a todo el plantel por su internación en una clínica de Rosario, fue llamado a “bancar” el desembarco de Guiñazú. Y el subibaja del domingo derivó en una victoria 4-3 sobre Argentinos que dejó un saldo muy positivo: los primeros tres puntos en un mes y medio, una lluvia de goles tras una inquietante sequía, y un claro signo de mejoría, por lo pronto a nivel de motivación y entusiasmo.
Con todo, el entrenador interino no tocó demasiado, ni el esquema ni los nombres: solo la novedad de los regresos de Felipe Campos, Cristian Erbes y Ramiro Ruiz Rodríguez a la titularidad. Y Guiñazú, ante el “Pincha” volvió a repetir fórmula (¿preludio de que buscará darle continuidad a un mismo 11?).
Zielinski, De Felippe, Guiñazú… y Anastacio, que sigue haciendo méritos, algún día quién sabe…: en City Bell, en la mañana del miércoles, su equipo de reserva metió un flor de triunfo, un 2-0 que dejó sin invicto al líder Estudiantes y que contó con un valor agregado, el tremendo golazo de Hernán Rosales ¡desde media cancha!
Eso sí, el juvenil se fue expulsado tras el festejo: casi una metáfora de la inconstancia de las buenas noticias para el “Decano” en este 2021.
Anastacio no para
“Sabíamos contra quién jugábamos y planificamos el partido de acuerdo a eso”, dijo Anastacio tras el triunfo de su Reserva sobre Estudiantes. El DT tuvo una semana perfecta.
Reserva, el lunes
Tras su gran victoria ante el puntero Estudiantes, el equipo de Martín Anastacio jugará el lunes desde las 10 ante Patronato. La cita será en el complejo de Ojo de Agua.
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