Humberto Schiavoni: “el llamado al diálogo del oficialismo es poco serio”

Humberto Schiavoni: “el llamado al diálogo del oficialismo es poco serio”

El presidente del bloque del PRO en el Senado de la Nación visitó Tucumán para reunirse con los candidatos de Juntos por el Cambio.

EN PLAZA INDEPENDENCIA. Schiavoni (derecha) dialoga con Pablo Walter y con la diputada Beatriz Ávila.  EN PLAZA INDEPENDENCIA. Schiavoni (derecha) dialoga con Pablo Walter y con la diputada Beatriz Ávila.

El Senado de la Nación posee materias exclusivas en su órbita de decisión, como el acuerdo para el nombramiento de los jueces, de los embajadores y de los ascensos militares. Algunos de esos acuerdos, además, demandan de una cantidad de votos especial: los dos tercios. Cuando se trata de esos casos que requieren una mayoría agravada de los miembros de la Cámara Alta, al oficialismo no le queda otra opción más que convocar a la oposición y cuando no hay acuerdos, las avanzadas del Gobierno se ven frenadas. El caso más concreto es la cobertura del cargo de procurador general de la Nación, cargo para el cual el Gobierno propone a Daniel Rafecas. Y dentro de 10 días, cuando opere la renuncia de Elena Hughton de Nolasco como vocal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ocurrirá otro tanto a la hora de cubrir esa estratégica vacante.

Con esta introducción, Humberto Schiavoni, presidente del bloque del PRO en el Senado de la Nación, explica por qué la unidad de Juntos por el Cambio tras la derrota en las presidenciales de 2019 es uno de los mayores “activos” del espacio. Pero a continuación que para los acuerdos que no demandan una mayoría especial de votos, como es el caso del nombramiento de jueces y de camaristas federales, al oficialismo le bastan y sobran los actuales 43 votos que reúne, entre propios y aliados, para llamar a sesión (el quórum de la Cámara Alta, de 72 miembros, es 37 parlamentarios) y aprobar los pliegos. “Entonces, designan y tienen los jueces que quieren”, sintetiza

Con esa segunda descripción ha fundamentado en Tucumán ayer (como lo viene haciendo en cada una de las ocho provincias que elegirán senadores el 14 de noviembre) la necesidad de incrementar el número de senadores opositores. “Arrebatarle el quórum propio al oficialismo es fundamental para el equilibrio de poder en la Argentina. Si hay paridad de fuerzas, entonces hay frenos y contrapesos al poder. Y sólo entonces hay república”, manifiesta a LA GACETA el senador por la provincia de Misiones, quien fuera ocho años (2012-2020) titular del PRO nacional.

Justamente, estos atropellos oficialistas que denuncia Schiavoni formaron parte de las conversaciones que mantuvo con la dirigencia provincial del PRO, encabezada por Pablo Walter (fue secretario general del PRO nacional durante una parte de la gestión del senador oriundo de Posadas); y también de las charlas con los candidatos a senadores de Juntos por el Cambio en Tucumán, el intendente Germán Alfaro y la diputada Beatriz Ávila.

“Conversamos de los desafíos de las dinámicas que se van a impulsar a partir de diciembre. Si se repiten los resultados de septiembre, habrá un nuevo Senado, con otro tipo de protagonismo para la oposición: vamos a poder negociar la agenda legislativa, de la que hasta ahora sólo hemos sido convidados de piedra”, definió.

Precisamente, los desaires institucionales del kirchnerismo son el antecedente a partir del cual Schiavoni pone en duda la voluntad dialoguista manifestada recientemente por el oficialismo.

“El llamado al diálogo que ha hecho Sergio Massa y la propia Vicepresidenta (Cristina Fernández) en alguna de sus múltiples cartas, la verdad, es muy poco serio. La experiencia del Senado muestra que este Gobierno ha trabajado de una manera totalmente autoritaria. (...) Cuando arrancó la pandemia, los presidentes de los bloques participamos de un diálogo con el Presidente (Alberto Fernández). Y todos prestamos nuestra colaboración. Pero a poco de andar, el Gobierno mostró su faceta más autoritaria, despreciando a la oposición. Entonces es muy poco serio que ahora, cuando vislumbran un resultado electoral adverso, vengan con lo mismo”, condenó.

Schiavoni suma un agravante. “¿En torno a qué va a convocar el Gobierno al diálogo? No han presentado todavía un plan económico, un programa que saque a la Argentina del páramo. Es muy difícil, si acaso no imposible, sentarnos en una mesa cuando el propio Gobierno no tiene claro entre sus miembros si quiere un acuerdo con el FMI, o no. Todos los discursos que hemos escuchado el 17 de octubre en la Plaza de Mayo han sido en contra de acordar con el FMI. Entonces. mal pueden llamar al diálogo cuando, sobre temas tan importantes para el futuro de Argentina, no hay acuerdo entre ellos”, contrastó.

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