El abrazo que alivió a muchos y que tensionó a otros

El abrazo que alivió a muchos y que tensionó a otros

El abrazo que alivió a muchos y que tensionó a otros

“Mirá Alberto, la cantidad de gente”, exclamó Juan Manzur, antes de que Osvaldo Jaldo empezara su discurso. “Impresionante; impresionante, Juan”, contestó el presidente de la Nación. La organización habló de 40.000 simpatizantes en el Hipódromo. Era el acto que Manzur quería ofrendarle a Fernández. Marcó el inicio de la campaña del Frente de Todos, que continuará el próximo domingo, para conmemorar además el Día de la Lealtad en un estadio de Buenos Aires aún sin definir.

La vista presidencial ha servido también para definir los roles que le caben a cada uno, tras las internas del 12 de septiembre, por si aún había dudas dentro del Partido Justicialista y resabios de diferencias internas que pongan en riesgo el resultado electoral del 14 de noviembre.

Tanto Manzur como Jaldo dejaron en claro que se acabó la interna y que hay que trabajar para reunir la mayor cantidad de votos para que el oficialismo obtenga más bancas en el Congreso. El abrazo del jefe de Gabinete de la Nación con el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo arriba del escenario montado en el predio del Hipódromo no necesitaba otra interpretación que la que reflejaba: la fórmula que ganó en 2015 y que renovó los votos en 2019 sigue en pie, independientemente del cruce de discursos de la campaña pasada. Ese abrazo marcó gestos de alivio en una franja importante del peronismo, pero incomprensión en otra que aún no puede curar las heridas de las PASO.

Manzur, no obstante, ha levantado el brazo de Jaldo, como el que continuará gobernando la provincia en tiempo indefinido. El gobernador en uso de licencia no tiene fecha de retorno al cargo. Se siente muy bien en Casa Rosada y esta noche tomará un vuelo con destino a los Estados Unidos para hablar con los inversores radicados en Nueva York. Será un complemento de los encuentros que está protagonizando el ministro de Economía, Martín Guzmán, en aquel país, para refinanciar la deuda contraída por la gestión anterior con el FMI. El propio presidente cargó ayer, durante su discurso, contra el macrismo. “Los que nos dicen que tienen todas las soluciones nos dejaron una deuda de U$S 19.000 millones que hay q pagar, que los tiene que pagar los argentinos”, remarcó. “Mientras seguimos discutiendo con el Fondo, ellos están en Miami, brindando en un restaurante carísimo”, acotó.

Manzur tiene previsto mantener cuatro reuniones con inversores para buscar financiamiento que le permita a la Argentina superar cualquier tipo de sofocón cambiario luego de las elecciones de noviembre. Las reservas del Banco Central son insuficientes para contener la demanda de divisas. El médico sanitarista se siente como pez en el agua en su nuevo rol nacional. Lo buscó y ahora dejó en manos de Jaldo la gobernación. Al tranqueño se le presenta una inesperada oportunidad para demostrar que puede conducir la provincia. Y, además, potenciar su campaña con vistas a 2023. En cierta medida, hay una suerte de oxigenación de la gestión por el sorpresivo cambio de conductor. Jaldo sabe de esto. Por eso busca imprimirle un mayor ritmo a la gestión, de tal manera que la sociedad vea que los funcionarios están en acción y que no se quedan tan solo con los anuncios de campaña. El vicegobernador en ejercicio del Ejecutivo citó hoy a todos los funcionarios, desde secretarios hasta directores de repartición a cumbres matutinas para definir las prioridades para los próximos seis meses. Ya tiene el aval presidencial y del jefe de Gabinete para tomar medidas. Desde ahora, Jaldo podrá capitalizar los aciertos de gestión, pero también será la cabeza visible de los errores que el Gobierno pueda llegar a cometer.

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