Cartas de lectores II: enfermeras y enfermeros

Cartas de lectores II: enfermeras y enfermeros

12 Octubre 2021

El trabajo de enfermera o enfermero, es un trabajo muy duro y no es para cualquiera. Hay que tener cierta predisposición y disposición para desear el bienestar de los demás, sean conocidos o no, para poder ejercerlo. Convivir con el sufrimiento ajeno, conlleva con el conviviente un dolor espiritual que muchas veces puede ser más doloroso que el físico. A mí me tocó algunas veces “actuar” de enfermero en situaciones inevitables. Sé la responsabilidad que implica realizar este trabajo y el sentimiento de empatía que requiere. Estos dos últimos valores son indispensables para quienes quieran seguir esa carrera y desempeñar ese trabajo por el resto de sus vidas. He conocido grandes enfermeros y enfermeras. Los he visto realizar tareas fenomenales. Los he visto actuar con un sentimiento cristiano pleno de amor al prójimo. Cuando yo era niño sufría bronquitis asmática y mi madre me llevaba al hospital Centro de Salud a que me pusieran vacunas en los brazos tres veces por semana. Yo tenía 7 años y fui acompañado por ella durante tres años. Luego, mi madre me inscribió en la escuela Federico Helguera, en el turno de la mañana, y comencé a ir solo al hospital. En la escuela me daban permiso para salir media hora antes del horario correspondiente, para que llegara a tiempo antes de la retirada de las dos enfermeras que atendían, cuyo recuerdo de ambas todavía viven en mi interior en un marco de inmenso afecto y agradecimiento. Nunca supe el nombre de ellas, o, si lo supe, con el paso de los años se me olvidaron, no así sus rostros, su buena voluntad y su servicio, que se extendió hasta que cumplí catorce años, cuando fui dado de alta definitivamente. El tiempo transcurrido desde entonces no ha podido hasta hoy, que tengo 63 años, hacerme olvidar de aquellas dos buenas samaritanas, que me ayudaron a alcanzar una buena calidad de vida en los momentos en los que más la necesitaba.

Daniel E. Chavez

Pasaje Benjamín Paz 308

San Miguel de Tucumán

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