11 Octubre 2021
CERCANÍA. Se buscó apoyar física y emocionalmente a las residentes.
En pandemia y obligados a aislarse, muchos tuvieron que reinventarse para mantenerse en movimiento. En el Hogar San Roque, dos áreas de actividades se unieron para apoyar a las residentes en la etapa más dura del aislamiento.
Katja Gisela Knipp y Marilina Pérez, profesoras de Educación Física y Música, respectivamente, son responsables de esta conjunción. Con grupos reducidos y burbujas adaptadas a las necesidades de las mujeres, se congeniaron ejercicios para mantenerlas en movimiento.
“Las actividades que se hicieron fueron pensadas y realizadas con el objetivo de estimular todos los aspectos posibles en el adulto mayor”, explican las docentes. Así, se trabajó en actividades que fortalecieran la coordinación, el ritmo o la atención de las mujeres. “La actividad física ensamblada con ejercicios rítmicos, música y movimiento fueron esenciales para mantener y sostener a nuestras residentes física y emocionalmente contenidas”, aclaran.
También, las docentes cuentan que lograron potenciar la virtualidad y el uso redes sociales durante la cuarentena. “Las redes eran un instrumento de gran valor para que los familiares pudieran ver que se encontraban bien y se mantenían activas”, explican.
“El trabajo en aislamiento nos dio la posibilidad de explorar nuevas metodologías de trabajo desde la especificidad de nuestras áreas. Continuamos aprendiendo y pensando nuestro rol para darles a nuestras residentes una mayor calidad de vida”, concluyen.
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