La bajante del Salí habría causado la mortandad de peces

La bajante del Salí habría causado la mortandad de peces

Personal de la Dirección de Flora y Fauna realiza un análisis de lo sucedido en la zona de Los Britos y advierte que es una situación que suele repetirse todos los años.

UN DESASTRE. Según los especialistas, el tamaño del cardumen superó el poco el poco caudal que llevaba el río y por eso murieron.  UN DESASTRE. Según los especialistas, el tamaño del cardumen superó el poco el poco caudal que llevaba el río y por eso murieron.

La desembocadura del río Salí, a la altura de Los Britos, se transformó en un cementerio de peces esta semana, cuando aparecieron cientos de sábalos muertos. La Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos recibió la denuncia a principios de semana y un equipo técnico estuvo trabajando en la zona los últimos días.

Los resultados de los estudios científicos saldrán de los laboratorios la semana que viene, pero los especialistas intuyen que la muerte de los peces se debe, principalmente, a la bajante que se produce en el río en esta época del año.

“Probablemente, y por tratarse de una sola especie (sábalos) ya que no se observa más que esta en los especímenes relevados, hacen pensar que podría tratarse de una bajante extraordinaria que produjo la afectación solamente a la especie más sensible. Es decir que el tamaño del cardumen superó la capacidad del poco caudal existente para su contención”, explicó Liliana Fortini, directora de Flora, Fauna Silvestre y Suelos de la provincia, en una entrevista con LA GACETA.

“Algo similar ocurre cuando, por razones de embalse, debemos cerrar la erogación en Escaba y se mueren los peces que quedan retenidos en el Dique Compensador Batiruana”, agregó. Aunque aclaró que los expertos también atribuyen el fenómeno a una clara manifestación del cambio climático en la provincia.

La valoración optimista de toda la situación tiene que ver con la especie de sábalos en Tucumán: el problema no incidirá en la población general, según estimó Fortini y su equipo. “Calculamos que al ser una sola especie en un lugar muy puntual puede haber disminuido el caudal al tiempo que aumentó en el cardumen”, insistió. “Igualmente estamos en época de reproducción”, explicó. Y, de todas maneras -aclaró- los datos serán analizados en un informe final que realizarán los especialistas convocados dentro del laboratorio.

Según dijo Fortini, generar una solución para que esta situación no se repita en el futuro es difícil: “son muy puntuales y concretas. Evitar que baje el caudal en ciertos lugares del río es muy complejo; depende de muchos factores, en muchos lugares genera energía, en otros riegos. Se negocian esas cosas, pero es complicado”.

“Algo que molesta”

Ezequiel Miras es un apasionado de la pesca. Por eso, siempre que puede, se escapa a los ríos o diques de la provincia y practica la actividad como hobby, como deporte. Opinó que lo sucedido es algo que pasa todos los años y tiene que ver con la contaminación. “La misma mortandad se da en esta época cada año, a veces en menor medida, a veces mayor”, advirtió. “El problema es que la industria no puede parar, son muchos puestos de trabajo y la economía es muy importante”, dijo a LA GACETA. El hecho de que se produzca esta situación, sin embargo, le molesta: “es un tema sensible ver esa mortandad. A los que pescan nos toca de una forma especial, pero a los que no pescan también les genera cierta molestia”.

Fernando Saba, otro apasionado pescador, expresó desde su punto de vista que la contaminación no era el principal causante del problema, sino que se debe a la bajante del río típica de la época. “Esa bajante genera la descomposición de las algas por lo que queda sin oxígeno el agua”, dijo.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios