Con la mayor apertura de actividades, aumentaron los accidentes

Tucumán integra el grupo de las provincias con más accidentes mortales del país, según el Observatorio de Seguridad Vial. También está entre las jurisdicciones con más motociclistas fallecidos en choques. Mientras aumentan las actividades sociales (antes restringidas por la pandemia), también se incrementan las emergencias.

El hospital Padilla, que suele ser un termómetro de lo que ocurre en las calles, ha visto cómo con la flexibilización de las actividades nocturnas, se dispararon las consultas por heridos en accidentes. En una semana, por ejemplo, ingresaron a urgencias 117 lesionados en choques. De esos pacientes, el 82% tuvo accidentes en motos, 8% en autos, 4% en bicicletas y 2% eran peatones. La cantidad de heridos aumentó respecto de 2020, año marcado por las restricciones de la circulación, pero es similar a la de 2019.

La cantidad de multas labradas en la capital también disminuyó en referencia al año pasado: hubo 34.401 actas de infracción menos que en 2019. Para las autoridades fue clave que se hayan tomado más medidas contra los infractores. Sancionarlo únicamente desde lo económico, al parecer, no siempre da resultado.

“Teníamos casos de algunos infractores que acumulaban 10, 20 o 30 multas. Por eso, dispusimos reducirles la cantidad de años de vigencia de sus licencias cuando vienen a renovarlas. Y eso les dolió mucho”, explicó subsecretario de Tránsito de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, Enrique Romero.

Los conductores que tienen hasta cinco infracciones leves no pueden sacar más de tres años de licencia y tienen que hacer un curso de Reeducación Vial. Si presentan más de cinco faltas leves, solo les permite sacar el carnet por un año y deben pasar por una evaluación neuropsicológica.

Si tienen una infracción grave (violar semáforo en rojo, por ejemplo) sus posibiidades de sacar el carnet se reduce a un año de vigencia. Asimismo, tienen que hacer un curso de reeducación vial.

“El valor especial que deberíamos darle a las leyes y normas que regulan el tránsito para minimizar el conflicto y los siniestros, es superado por la omnipotencia, la impunidad de creer que somos los dueños de la calle y que podemos hacer lo que se nos da la gana. Somos caóticos, no respetamos las normas y así manejamos, para finalmente echarle la culpa al otro", evalúa Romero.

Cree que hace falta más educación vial. Hay que hacerlo en todas las escuelas y colegios, desde el jardín hasta la secundaria y terciaria. “Es fundamental cambiar esa percepción que tenemos al creer que un accidente de tránsito es un hecho fortuito, producto de la mala suerte o el destino”, precisó, antes de enumerar las razones por las que se producen los choques en la ciudad. El 77% de siniestros se registra fuera de las cuatro avenidas y son consecuencia de un exceso de velocidad y menor infraestructura vial. También aparecen el alcohol al volante, la falta de elementos de seguridad, los vehículos en malas condiciones, las violación de luz roja y el uso del celular al manejar. La gran mayoría de los accidentados (73%) son hombres de entre 18 y 39 años.

Lo que más llama la atención, según Romero, es que de acuerdo a los controles de alcoholemia y los narcotest que realizan en la capital, parece que ya no hay horarios para consumir sustancias y ponerse frente a un volante, con el peligro que eso implica. Muchos de los infractores detectados por los controles manejaban ebrios o bajo los efectos de las drogas a plena luz del día..