Cartas de lectores

El aire que respiramos

He leído el editorial “El aire que respiramos”. Aprovecho este espacio para ampliarlo. La bibliografía especializada nos dice que  los contaminantes del aire son partículas y sustancias que cuando están presentes en la atmósfera afectan negativamente la salud de los seres humanos, animales, plantas y la vida microbiana. Dañan además: materiales, estructuras, etc. Si consideramos que en promedio,  una persona adulta  respira 10 m3 de aire por día, se entiende la importancia de la calidad del aire. Una de las principales fuentes que contaminan el aire en nuestra provincia y especialmente  la ciudad Capital, es la quema de cañaverales. Esta práctica se realiza durante las horas de viento para facilitar su propagación. Es por ello que los productos de la combustión (ceniza, hollín y  gases tóxicos), ascienden debido al calor y son transportados a distancias considerables y quedan atrapados por el cordón montañoso que actúa como un dique de contención. Consecuencia: formación de espesas capas estacionarias, compuestas por elementos en suspensión y  gases de combustión, en la atmósfera tucumana. Se estima que esta práctica nociva aporta en promedio unos ocho millones de Kg por año a las emisiones particuladas. Como dato ilustrativo, podemos decir que la quema de una hectárea de caña, le aporta al medio ambiente entre 12 a 20 Tn de dióxido de carbono y consume 1,2 Tn de oxígeno en el proceso de combustión. Los trabajos científicos realizados, demostraron que hay correlación entre la emisión de material particulado, gases tóxicos y la salud de las personas y que los daños más severos son en la época de quema. No solo se detectaron daños en el sistema respiratorio, sino también en el ocular. La protección del ambiente y su gobernanza, en nuestra provincia está en manos de la Secretaria de Estado de Medio Ambiente (SEMA). Para prevenir y controlar la quema de cañaverales, hay una abundante legislación y sin embargo nunca se lograron los resultados deseados, por incumplimiento de los responsables, por falta de control, negligencia, impericia, etc. Están también presentes los malos olores que provienen de la descomposición de la vinaza que se usa como fertirriego. En mi opinión, mientras estén al frente de la gestión los  funcionarios actuales, el medio ambiente y los ecosistemas tucumanos no tienen futuro (por sus frutos los conoceréis). La SEMA depende del Ministerio de la Producción y así se puso al zorro a cuidar las gallinas.

Juan Francisco Segura

La fuga de Rejas (I)

Lo que ha sucedido en Tucumán en estos días con la fuga irrisoria y aberrante del femicida Rejas nos ha dejado atónitos y con sensación de burla y humillación. Buscábamos justicia y descomprimir tanto agobio. La presión ejercida sobre nuestras emociones, ya hartas de ver el serpenteo de la impunidad y el reino de la delincuencia, es terrible y es aberrante. Queríamos ver al asesino condenado. Queríamos que se condene al monstruo desalmado que se apoderó de la vida de un niño y de su madre (quién sabe con qué siniestra maniobra) e hizo desaparecer los cadáveres, dejando registro de esto en el historial de Google. “Si Dios no existe, todo está permitido”, es el grito de un personaje de Dostoievski. Si la justicia no existe, si las leyes no funcionan, si la Constitución es una narración heroica y decorativa, vivimos en el reino de la impunidad y la corrupción sin precedentes. ¿Y ahora cómo se sigue? ¿Toda la sociedad debe seguir monitoreando el paradero de un delincuente que se encuentra amparado por policías, jueces, barrabravas, familiares con poder? ¿No será demasiado? Ya nos pasó con Marita Verón, con Paulina Lebbos, con Betty Argañaraz, con Paola Tacacho, por nombrar los casos más conocidos. ¿No será hora de derrumbar el poder político que es el caldo de cultivo para que pululen estos gérmenes delictivos que se reproducen en comunidades putrefactas? Pasó con María Soledad Morales, que hizo tambalear al poder político en Santiago del Estero. Mientras Rejas ande suelto burlando la Constitución y las leyes, nadie puede descansar tranquilo en nuestra provincia. Porque su fuga irrisoria y organizada es una burla a las leyes, a las víctimas, a los familiares de las víctimas, a la sociedad indignada, a la patria, a Dios.

Graciela Jatib

La fuga de Rejas (II)

Indignación total, vergüenza ajena, inoperancia desmedida por parte de la Justicia, fuerzas policiales y funcionarios del Ministerio de Seguridad, por la fuga del asesino de la Sra. Avellaneda y de su hijo, crimen ocurrido en nuestra provincia y que nos conmueve tremendamente. Lo peor del caso es que dos de sus hermanas son integrantes de la Policía Federal y habrían pagado una caución en garantía encubriendo al delincuente en cuestión. Ayer la recompensa por datos certeros sobre su paradero ascendió a cinco millones de pesos; ojalá lo encuentren y se pudra en una celda.

Daniel Francisco Leccese

Escuela Técnica 2

Madres y padres de alumnos de la Escuela Técnica N° 2 “Obispo Colombres”, ante el olvido (¿olvido?, ¿desidia?, ¿incumplimiento de deberes de funcionario? ¿O una política explícita de no atender la Educación Pública?) por parte de quienes deben velar por su buen funcionamiento, tanto edilicio como lo relativo a su plantel docente (cargos sin cubrir, con consecuencia directa sobre los alumnos, hablamos de cursos que no tienen Matemática, Informática etc.) y de maestranza, hemos elevado una nota al ministro de Educación, que es la siguiente: Los abajo firmantes, padres de alumnos de la Escuela Técnica 2, solicitamos que realice las gestiones necesarias para el nombramiento de docentes en las asignaturas: Carpintería, Física-Química (primer año). Informática, Química, Física (segundo año). Además, hay varias materias que no se están dictando en los otros años, debido a que no están cubiertos los cargos docentes. Tenemos entendido que las autoridades del establecimiento vienen pidiendo el cubrimiento de dichos cargos, sin resultado alguno. La escuela también necesita personal de maestranza, así que son necesarios esos nombramientos también. Los alumnos perdieron muchos días de clases, desde que comenzó gradualmente la presencialidad, debido a la ¡falta de agua! Impensable, más en la situación sanitaria actual. Estamos hablando de una escuela céntrica, no de una escuela apartada en el confín del mundo (que obviamente también tiene derecho a agua potable). Parte del techo de los talleres se derrumbó el año pasado, sí, así, literalmente (por suerte no estaban en ese momento los estudiantes). Los docentes de taller hicieron las reparaciones correspondientes (cuando no es su obligación obviamente). Los padres y madres queremos una presencialidad en un ambiente seguro para nuestros jóvenes. Es obligación del estado mantener, subsidiar, subvencionar, levantar las escuelas públicas, porque todos los niños tienen derecho a una educación pública de calidad. Por el bien de nuestros jóvenes esperamos que las autoridades correspondientes nos escuchen.

Marina Copa Ocampo, Rosana Carreras y varias firmas más

Los 200 años de la industria azucarera

En la entrevista publicada en LA GACETA del 30 de septiembre a María Celia Bravo sobre la industria azucarera, ella expresa lo siguiente: “pero ese decreto de Onganía no era tan omnímodo, no es que se cumple a rajatablas. Por ejemplo, el ingenio Bella Vista se salva gracias a la lucha del pueblo de por su ingenio”. Sobre el particular debo decir que la lucha de Bella Vista no fue fácil. El 4 de diciembre de 1968 la Comisión Pro Defensa entrevistó por primera vez al Secretario de Industria y Comercio Interior Dr. Raúl Peyceré, quien expresó en esa ocasión que el Gobierno “no modificará la política azucarera que aplica. Se refirió a la sangría que ha significado para el pueblo argentino la permanente subvención a Tucumán, afirmando que con esos recursos el país habría podido desarrollar su siderurgia, su petroquímica y su equipo industrial”. Ante tan rotunda afirmación la Comisión Pro Defensa, el 25 de enero de 1969, en un comunicado público, impugnó esa política diciendo que: “Bella Vista no está dispuesta a morir como comunidad ni a seguir la suerte lamentable de los pueblos tucumanos que han sucumbido con el cierre de los Ingenios que constituían su única vida y fuente de trabajo. Expresa que no está dispuesta a aceptar el éxodo como programa de gobierno ni a ser testigos mudos de planes irracionales de redistribución de su población a una suerte incierta”. Por mi parte, en las palabras que pronuncié al iniciar el acto del 15 de enero de 1969 en Bella Vista, en mi carácter de Secretario de la Comisión, al que asistieron más de 10.000 personas manifesté: “ha llegado la hora de convocar a los ejércitos civiles para librar la segunda batalla de Tucumán, será contra el monopolio azucarero. Si cae Bella Vista caerán otros Ingenios. Si triunfamos será la primera vez que una fábrica le dice basta a este verdadero ataque al pueblo de Tucumán. Bella Vista está marcando el camino: hay que seguirlo”. El 4 de abril de 1969, cuando los hechos comenzaron a cambiar debido a la lucha del pueblo de Bella Vista, la Comisión Pro Defensa debió fundar la Cooperativa de Producción Bella Vista Ltd. nucleando a la totalidad de obreros y empleados de la Fábrica ya que el gobierno se negaba a hacerse cargo de los mismos, la Cooperativa aseguró el pleno empleo en las zafras de 1969 y 1970 mediante convenios que celebró con la Caja Popular de Ahorros que se convirtió en arrendataria del Ingenio y de sus Colonias. Así se realizaron las zafras de esos dos años las que arrojaron ganancias a la Cooperativa la que fue distribuida entre los trabajadores. El 1 de enero de 1971 la Compañía Nacional Azucarera (Conasa) se hizo cargo del ingenio. El 5 de mayo de 1972 el presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse, junto con el ministro de Bienestar Social, Francisco Manrique, y del ministro del Interior, Arturo Mor Roig, visitaron el ingenio, comprometiéndose Lanusse a: “encontrar la solución definitiva para quienes aquí han optado por el camino del trabajo, del sacrificio para que a través de él obtener bienestar tranquilidad y paz”. Esa visita terminó cobrando la vida de Atilio Santillán, quien así lo expresó en su renuncia como secretario General del Sindicato de obreros en 1972, a la que tituló: “Mi respuesta al beso de Judas” expresando: “ni siquiera tuvieron en cuenta el riesgo que corrimos al recibir al presidente Lanusse que asumió frente a todo Bella Vista el compromiso de la definitiva solución de nuestros problemas, jugando nuestras vidas en la patriada, puesto que no tengo ninguna duda que con este hecho nos hemos ganado un lugar en la lista que desprecian los círculos revolucionarios. Dios sabe que jamás entregué a nadie, pero las balas que mataron a Vandor y a Alonso no perdonan. Lo relatado indica el precio que pagó Bella Vista para evitar el cierre de su ingenio.

Manuel Roberto Valeros

San Lorenzo 1.185

San Miguel de Tucumán

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