Fortaleza mental en el rugby: el “entrenamiento invisible”

Fortaleza mental en el rugby: el “entrenamiento invisible”

El especialista en coaching deportivo Ignacio Bossi, hoy en el staff de los Naranjitas, explica la importancia de trabajar la parte interna.

EXPERIENCIA. “Nacho” Bossi trabajó individual y colectivamente con deportistas de fútbol rugby, tenis y automovilismo. Gentileza Nacho Bossi EXPERIENCIA. “Nacho” Bossi trabajó individual y colectivamente con deportistas de fútbol rugby, tenis y automovilismo. Gentileza Nacho Bossi

A medida que el deporte evoluciona, los detalles van cobrando cada vez mayor relevancia. Lo que antes se trabajaba como un todo, se fue desmenuzando en pequeñas partes, cada una de las cuales exige ser abordada y bajo la guía de un especialista. Por caso, un analista de video, un nutricionista o un coach deportivo. Esa profundización, antes limitada al deporte profesional, se ha extendido también al nivel amateur, siempre en la búsqueda de maximizar el rendimiento de un atleta o de un equipo. En esa tendencia, uno de los cabos que cada vez entrenadores se preocupan por no dejar suelto es el de la fortaleza mental: casos como el de Simone Biles (considerada una de las mejores gimnastas de la historia, sucumbió bajo el peso de la presión en los Juegos Olímpicos de Tokio) ponen de manifiesto la importancia de dedicarle un espacio de trabajo a la mentalidad de los deportistas. Esa es precisamente la especialidad de Ignacio Bossi, quien se sumó al staff del seleccionado tucumano M18 de rugby para participar del proceso que apunta al Campeonato Argentino Juvenil.

- ¿Qué involucra el concepto de Fortaleza Mental?

- La cabeza de un deportista puede pasar por muchos estados. Por ejemplo, puede estar en un estado de debilidad cuando se encuentra falto de confianza, por el motivo que sea, o cuando está saturado de cosas o conceptos. En cambio, la fortaleza mental se alcanza cuando las emociones y pensamientos que tiene en la cabeza ayudan a construir su mejor versión deportiva y a contagiar de forma positiva al resto. Eso solo es posible cuando se disfruta del juego, de aprender. Los All Blacks, quizás el equipo con mayor fortaleza mental del mundo, desde hace mucho tienen a Gilbert Enoka, un especialista en mental skills (habilidades mentales).

- ¿Por qué se le está dando cada vez más importancia en el mundo del deporte?

- En todos los deportes se están integrando diferentes aspectos, como la nutricion o incluso la tecnología, para amplificar el rendimiento. En ese juego, si bien es cierto que se le está dando mayor cabida, el último invitado está siendo la psicología. Por ejemplo, cuando trabajaba en Huracán, muchas veces me expulsaron por no tener carnet de AFA para estar dentro de la cancha. Otro problema es el del solapamiento de funciones: muchos entrenadores sienten que son ellos los responsables de trabajar la cabeza de los jugadores, y por eso no permite que un profesional de fortaleza mental se ocupe de eso. Sin embargo, es necesaria esa función: normalmente, hay conversaciones de fondo que los jugadores no pueden tener con el entrenador, como contarle que se siente falto de confianza o con alguna dificultad, por el riesgo de quedar al margen del equipo. Ahí es donde aparece la figura del coach deportivo, para darle espacio a conversaciones que son necesarias.

- ¿De qué manera se trabaja?

No hay una manera única de trabajar, cada proyecto requiere un espacio de diagnóstico y un co-diseño junto al cuerpo técnico de cómo se va a implementar el trabajo. Pero en términos generales, normalmente se trata de brindar herramientas de fortaleza mental para que el o los deportistas realicen lo que se llama “el entrenamiento invisible”, que es el que hacen cuando están solos o cuando están entrenándose física o tácticamente con el grupo. Recordemos que estamos trabajando el músculo de la cabeza. También es muy importante que los entrenadores utilicen esas herramientas durante los entrenamientos, eso ayuda a potenciar el proceso.

- ¿Se trabaja distinto de acuerdo a si se trata de un deporte individual o colectivo?

Sí y no. En los equipos primero hay que trabajar la fortaleza mental en forma individual, así que en ese tramo el trabajo es el mismo que yo hago, por ejemplo, con Tomás Cingolani (piloto de TC2000). Para decirlo en forma muy resumida, en el trabajo individual hay que trabajar tres cosas: el autoconocimiento, la confianza y la reducción de las “interferencias”. Con los Naranjitas hay un tiempo muy acotado, así que este mes estuvimos trabajando en lo individual, y a partir de octubre empezaremos con lo colectivo. Ahí hay varios aspectos a trabajar: por ejemplo, quiénes van a ser los referentes, cómo se va a manejar la presión y cómo empezar a crear un contagio positivo. Ese sería el “kit básico” de trabajo en un equipo.

- ¿Qué son las “interferencias”?

- Una de las cosas que tratamos de explicarle al jugador es por qué tiene un rendimiento diferente en cada situación o en cada partido. Este rendimiento es una consecuencia de su “techo de rendimiento”. Cada deportista tiene el suyo, y si llega a conocerlo, puede desafiarlo en busca de su mejor versión deportiva. Para que esa mejor versión ocurra en la cancha, es necesario que no haya interferencias. Son factores externos que, a través de un diálogo interno, el deportista lo transforma en interferencias que debilitan su fortaleza mental. Por lo general apuntamos a que el deportista “apague” ese diálogo interno y fluya, disfrute del juego. A veces ese diálogo interno no se puede apagar, entonces lo que queda es trabajar sobre él para que cuando aparezca, repercuta de manera positiva.

- ¿Cómo avizorás el futuro del trabajo de la fortaleza mental en el deporte?

- Creo que el deporte mismo tiene mucho futuro. Estamos yendo hacia un mundo en el que dentro de cierto tiempo, muchos trabajos serán realizados por inteligencias artificiales, y en ese mayor tiempo de ocio muchos se volcarán hacia el deporte. En esa línea, todo lo que es fortaleza mental tendrá mucho auge, trabajando en desafiar los techos de rendimiento de los deportistas y en gestionar esas interferencias, porque somos seres humanos y nos pasan cosas. Seguramente habrá muchos que comiencen a hacer lo que ya hacen equipos como los All Blacks con resultados extraordinarios.

El peligro de la sobreexigencia

Casos recientes como el de la gimnasta Simone Biles o el de la tenista Naomi Osaka (quien se retiró de Roland Garros alegando motivos de salud mental) reavivaron el debate sobre la presión que deben enfrentar los deportistas de primer nivel. Al respecto, Ignacio Bossi comenta: “la exigencia es un elemento propio del deporte, pero cuando crece en forma desmedida, desaparece el disfrute. Con los Naranjitas trabajamos mucho sobre eso. Se trata de encontrar un equilibrio: no se debe confundir el divertirse con la falta de exigencia. Parte del disfrute debe ser el compromiso a hacer algo en la mejor versión de uno mismo. Cualquiera que guste del rugby, disfruta de hacer un buen tackle, con técnica y actitud”.

Presionar demasiado puede ser contraproducente, advierte: “muchos piensan que la sobreexigencia trae excelencia, y por lo general no la trae. Muchos deportistas se saturan y dejan de ser su mejor versión. Y eso pasa más allá del deporte, a cualquiera de nosotros. Yo mismo tengo momentos de sobreexigencia y en esos momentos pierdo mi mejor versión. Me doy cuenta de que tengo que parar, achicar, modificar o lo que haga falta para llevarme a un lugar donde quiero estar, que es mi máxima expresión profesional, donde más disfruto”.

Con los Naranjitas, es un trabajo contrarreloj

A pesar de tratarse de un seleccionado juvenil de una disciplina amateur, Ignacio Bossi asegura que su trabajo con los Naranjitas es “igual de complejo que en un equipo de Primera de rugby o de fútbol”.

Explica el especialista que el trabajo empieza necesariamente por la cabeza, en este caso, el head coach Martín Pfister. “Hay diferentes ‘capas’ de conversaciones en la que trabajar y muchos tipos de liderazgos, pero cómo le habla el líder al equipo es una de las claves centrales del trabajo. A partir de ahí, se apunta a cómo los entrenadores propician el proceso de aprendizaje de los chicos. En un torneo argentino, tenemos un trayecto corto de preparación, así que mi trabajo apunta a ayudarlos a los entrenadores a facilitar ese proceso de aprendizaje”, comenta “Nacho”. Efectivamente, se trata de un periplo corto, de apenas dos meses entre el inicio del trabajo y el objetivo, el Campeonato Argentino M18 que comenzará el 6 de noviembre.

“Luego aparecen otros elementos importantes, como la relaciones dentro del staff, para que haya coordinación en la logística, las camisetas, los viajes y todo lo que hace falta para que el entrenamiento del seleccionado ocurra. Un seleccionado se entrena en distintos clubes, asi que hace falta mas coordinación”, advierte.

“¡Y eso sin contar el trabajo con los jugadores! Hacemos talleres de fortaleza mental y luego buscamos que apliquen esas herramientas en el entrenamiento invisible y en el visible también”, agrega.

“También intervengo en la preparación física. Con el PF tenemos conversaciones para empoderar su trabajo. O sea, el trabajo de fortaleza mental ocurre en todas las áreas, diría que en términos de posibilidades, es infinito”.

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