Educación en pandemia: abandono y problemas de comprensión

Pasará algún tiempo hasta que se pueda conocer en profundidad y detalle los efectos de la educación en el contexto de la pandemia. Sin embargo, muchos profesionales dedicaron su tiempo y recursos para tratar de obtener una buena foto sobre lo que sucedió para intentar paliar las consecuencias en la educación.

Un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) informó que en 2020, 4 de cada 10 jóvenes tuvieron bajo o nulo vínculo con sus docentes y durante el primer semestre de 2021 hubo semanas en las que 9 de cada 10 estudiantes no fueron a las aulas. También alertó que aumentó el tiempo que las y los jóvenes dedican al trabajo.

Una de las claves para medir y diagnosticar la situación de los alumnos son las pruebas Aprender. “Esos datos no los tenemos porque el año pasado no se realizaron estas pruebas que miden los resultados y los conocimientos de los chicos. El dato que más difusión ha tenido es una proyección sobre que 7 de cada 10 alumnos adolescentes de 15 años tienen problemas para comprender un texto. Este dato surge de una proyección que hace el Banco Mundial tomando datos existentes del 2018 de la prueba PISA y construye una serie de escenarios. En América Latina los cierres de escuelas fueron muy extensos, sumados a la cantidad de estudiantes en situación vulnerable, estamos más cerca de un escenario pesimista”, señaló Juan Cruz Perusia, investigador del programa de Educación.

En Argentina, las desigualdades educativas anteceden a la crisis provocada por la covid-19. En la prepandemia, 9 de cada 10 jóvenes entre los de mayor nivel socioeconómico finalizaban sus estudios secundarios en los grandes centros urbanos del país, cifra que descendía a 4 de cada 10 en el segmento de ingresos más bajos. Según el informe de Alejandra Cardini, directora del programa de Educación de Cippec, y de Perusia; el impacto de la no presencialidad en los aprendizajes (en especial entre quienes están en situación de mayor vulnerabilidad), junto con el deterioro de la situación socioeconómica a causa de la pandemia, incrementa la factibilidad de un mayor abandono escolar, fundamentalmente en la educación secundaria.

Así, rescatar los contenidos pedagógicos que quedaron en el camino y rescatar a los alumnos que, en su condición de vulnerabilidad social, quedaron fuera del sistema educativo, es el objetivo del área de Educación, según lo expuesto en la primera Asamblea del Consejo Federal de Educación presidida por el ministro de Educación, Jaime Perczyk.

Los sistemas de alerta temprana son una de las acciones más recomendadas para impulsar las políticas orientadas a proteger las trayectorias escolares. “Los sistemas de información educativa basados en datos individualizados de estudiantes son esenciales para la gestión de los principales desafíos del sector educativo en la pospandemia. En Argentina se debe acelerar y profundizar el desarrollo de este tipo de información, que constituye la base del diseño de los sistemas de alerta temprana para prevenir el abandono escolar y de otros mecanismos de apoyo a la escolarización con aprendizajes relevantes”, subrayó Perusia.

“Este año y medio sin clases no está perdido, pero vale por mucho menos, digamos”, explicó y adelantó que muchos países y localidades están buscando la forma de revertir lo sucedido. “Algunos están extendiendo los calendarios escolares: más horas y días de clases, otros priorizan los contenidos fundamentales y temas esenciales. También se está invirtiendo en establecer sistemas de apoyo y tutorías para chicos con mayores problemas”.

Las alertas sobre lo que sucederá con la educación están encendidas, “especialmente cuando se analiza que los chicos que se egresen estos años tendrán menos conocimientos e ingresará así al mercado laboral”. “Todo esto significa que estamos incrementando las desigualdades entre los chicos y justamente los que se quedan atrás son los que están en una situación de exclusión potenciada. Sabemos que si terminan la secundaria habrá un problema de aprendizaje, pero mucho peor es que no terminen la escuela. La política número uno, entonces: apoyar la permanencia en la escuela”.

El ministro Juan Pablo Lichtmajer declaró en LA GACETA que recibió con entusiasmo la puesta en marcha del Fondo Federal “Volvé a la Escuela” con una inversión de $ 5.000 millones para buscar alumnos que en el marco de la pandemia hayan visto interrumpido y/o se hayan desvinculado de su proceso educativo; y, a la vez, desarrollar acciones para la inclusión”. “Tenemos en nuestra agenda el combate contra la deserción escolar”, dijo.

Sin embargo, los docentes reclaman por los salarios y la falta de infraestructura. “No cabe duda de que hubo una enorme deserción en todos los niveles educativos. Es responsabilidad absoluta del Gobierno. Los docentes y las familias se pusieron al hombro la educación virtual para tratar de sostener una educación en pandemia”, dijo Raquel Grassino, de Docentes Autoconvocados.

Según la docente, faltaron recursos para poder realizar de manera efectiva la tarea docente. “Hasta el momento hay escuelas que todavía no han retornado a las aulas porque no hay agua, los baños no están en condiciones o no hay personal auxiliar designado. Seguimos haciendo rifas para poder comprar los insumos como lavandina y todo lo que hace falta”, señaló.

Sostiene que el Gobierno “ha empujado a los docentes y a los estudiantes a los contagios con esta presencialidad total, sin tener en cuenta lo que hacía falta para regresar a las aulas. Tenemos 34 docentes fallecidos desde marzo por la presencialidad”. “Mientras tanto, el Gobierno está aplicando una política a corto plazo, que solo piensa de acá al 14 de noviembre con fines puramente electorales”, concluyó.