¿Cómo puedo recuperar mi dignidad?

¿Cómo puedo recuperar mi dignidad?

La falta de autorrespeto y límites dañan nuestras relaciones. Tips para recobrar la confianza y reclamar nuestros derechos asertivos.

A DIARIO. Hay situaciones laborales, familiares o amorosas que pueden afectar nuestra autoestima.   A DIARIO. Hay situaciones laborales, familiares o amorosas que pueden afectar nuestra autoestima.

Suele ser difícil mirar hacia el pasado y evaluar, sin culpas ni arrepentimiento, nuestras acciones o quienes fuimos. Sobre todo, al recordar situaciones en las cuales hicimos cosas impensadas o traspasamos nuestros límites hasta perder la dignidad.

“Dicha cualidad es indispensable para mantener relaciones sanas con quienes nos rodean, pero en las sociedades actuales cada vez son menos las personas que se toman su tiempo para recurrir al autoconocimiento e introspección”, comenta la psicóloga Sayra Chávez.

Esto conduce a que asistan a terapia muchísimos pacientes con baja autoestima, dependencia emocional o defraudados de si mismos y el curso que tomaron sus vidas.

“Entre los jóvenes y los treintañeros las peores sensaciones de pérdida de dignidad son percibidas en el ámbito laboral debido a la sobreexigencia, la saturación de obligaciones y un temor constante a ser despedidos (en esta época de crisis económica) si rechazamos algo o dejamos de estar disponibles”, detalla la especialista. Sumado a la idea de que nadie reconoce nuestros esfuerzos diarios y nos quedamos estancados profesionalmente: sin un futuro mejor o nuevos desafíos.

“Aunque parezca a primera vista extremista, esta carencia produce un malestar interno tan grande que desencadena en cuadros de estrés severo, depresión y una mayor propensión al síndrome de la cabeza quemada (burnout)”, agrega la psicóloga y consultora de capital humano Fabiola Rojas Núñez.

Esos desequilibrios y quiebres se notan en algunos hechos puntuales. Por ejemplo, al aguantar el menosprecio de un jefe, contestar llamadas o resolver asuntos laborales fuera de las horas de trabajo o siempre aceptar los favores que nos piden nuestros colegas.

En el amor

Para el sexólogo Horacio Sepúlveda el valor de la dignidad también repercute en el plano sexoafectivo. “Cuando hay una falta de respeto y de compromiso subjetivo con nuestros valores es más probable que acabemos envueltos en relaciones tóxicas, con desigualdades de poder o maltrato”, afirma.

En este sentido, el terapeuta destaca que es usual encontrar a parejas que siempre anteponen las necesidades del otro, con una entrega ciega y sin retribuciones mínimas.

“En el consultorio sorprende la cantidad de historias en las cuales un enamorado se pasa años mendigando afecto o se aferra a un vínculo que causa más lágrimas que sonrisas porque no logran ser conscientes de lo que desean, merecen y deben exigirle al compañero”, acota Sepúlveda.

Consejos

Sin ser egoístas, cambiar el rumbo de prioridades y decir “primero yo” es el paso inicial para alcanzar nuestro bienestar, recuperar la fortaleza individual y sanar nuestra dignidad.

El segundo escalón es dejar de lamentarnos. “La mayoría solemos utilizar la queja como un escudo para aliviar el enojo o disconformidad que sentimos ante malos tratos o rutinas cargadas de negatividad. No obstante, eso produce que adoptemos un rol pasivo y autocompasión en lugar de proyectar acciones para salir adelante”, argumenta Chávez.

En cuanto a acciones prácticas, Rojas Nuñez sugiere marcar fronteras entre los diferentes espacios en que nos desenvolvemos. “Al oprimir dentro la tristeza, rabia o angustia esta forma una pelota que explota en los momentos menos pensados. Por ejemplo, al descargarnos con la pareja o familia por el maltrato que recibimos en el trabajo o viceversa. Por eso, hay que aprender a separar los tantos para lograr equilibrar la balanza y sentir la comodidad de la que carecemos en un sitio en otros”, explaya.

Además, resultan beneficiosos los resarcimientos simbólicos. “Una opción sencilla es escribir en una carta o grabar en un video/audio aquello que nos molesta y los episodios precisos en que consideramos perdimos nuestra dignidad. Sumando los motivos y lo que experimentamos desde entonces”, sostiene.

Esto (aunque jamás se envíe) ayuda un montón para descargar las emociones guardadas y cerrar los ciclos de maltrato o desatención a los que estuvimos expuestos.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios