Sexo y contaminación: podemos ser “eco” en la cama

Sexo y contaminación: podemos ser “eco” en la cama

Hay condones, juguetes y lubricantes cruelty free o hechos con productos 100% naturales. El veganismo se cuela en el ámbito de la sexualidad.

CURIOSIDAD. En 2008, Greenpeace México publicó un decálogo con tips para ser sustentables durante el sexo. CURIOSIDAD. En 2008, Greenpeace México publicó un decálogo con tips para ser sustentables durante el sexo.

Ya abandonaste los sorbetes y viandas descartables, cambiaste tu maquillaje por labiales sin metales pesados y aparecieron en el armario prendas de segunda mano. ¿Qué otros hábitos nos restan por cambiar para cuidar a la Madre Tierra?

Aunque parezca poco explorado, el rubro de la sexualidad también ofrece una variedad de productos con sello verde. Nadie dijo que no podíamos conjugar los gestos sensuales con miradas... sostenibles.

“Desde hace años, los especialistas hablan de una nueva era del placer en la cual las maravillas tecnológicas son la base del éxito. Esto llevó a que las empresas y tiendas eróticas apunten hacia la venta de experiencias y no meros objetos. En ese sentido, muchos fabricantes se han adherido a los estilos de vida y mensajes con conciencia medioambiental”, explica la terapeuta sexual Norma Viñas.

En materia de innovación, desde hace cinco años existen marcas de dildos biodegradables que tardan de 47 a 90 días en compostarse. Entre ellas, la más conocida es Gaia, con su línea de vibradores hechos de almidón de maíz (al mirarlos parecen ramas de bambú).

También hay sex toys fabricados con aluminio reciclado como las criaturas alienígenas (nadie puede cuestionar esta referencia al googlearlos) de Love Not War o que se recargan mediante luz solar. Dato aparte: de más está decir que al ser importados cuestan una buena porción de dólares o euros.

Al pensar en la contaminación que generan los juguetes para adultos, la mayor complicación se debe a la utilización de ftalatos (químico que flexibiliza los plásticos) o PVC en su fabricación.

“Por tal motivo, los sexólogos recomendamos elegir opciones que sean de silicona de uso médico o al menos plástico ABS. Y, de preferencia, con carga vía USB y no mediante pilas o baterias para disminuir los residuos peligrosos”, agrega Viñas.

“Estilo verde”

Otra alternativa son los juguetes de cristal (en realidad, borosilicato). Estos plugs, anillos o varitas parecen un souvenir de vidrio templado y aunque a la mente se venga la posibilidad de sufrir accidentes insólitos en la zona baja son muy difíciles de romper.

Los aceites para masajes, perfumes y lubricantes colaboran a su manera con la meta de conseguir que lo único caliente sea nuestra cama y no el planeta.

“En Tucumán existen varias alternativas de cosmética sensorial vegana. Sin embargo, suelen pasar desapercibidas al nunca leer las etiquetas. Los productos son hechos sólo con ingredientes vegetales y extractos de frutas o flores sin que intervengan en sus materias primas la glicerina y los parabenos”, detalla Juan Pablo Kassab, dueño de un sex shop local.

Para darnos una mejor idea hay preparados hasta de aceite de aceituna. En el caso de las velas, deberíamos chequear que sean de cera de soja, no de abejas. A la hora de comprar, la segunda distinción fundamental es localizar en el envase el sello de “libre de crueldad animal”.

Preservativos y juegos

Este dato debería ir a la lista de curiosidades generales: el común de los preservativos no son aptos para veganos.

- Momento, ¿entonces los profilácticos contienen carne?

- Negativo (¿qué clase de mundo sería este?), pero sí contienen caseína, un subproducto animal, derivado de la leche, capaz de brindarle al látex elasticidad y suavidad.

Hallar estos condones es un poco complicado. Un camino medio implicaría escoger preservativos que presenten un sello cruelty free. “La segunda opción es decantarnos por fabricantes que apliquen las normas de comercio justo o extraigan el caucho de bosques sustentables. Normalmente esa información parece en sus webs oficiales. Es fácil encontrar los datos porque estas utilizan dichas etiquetas eco para cuestiones de mercadotecnia y publicidad”, acota.

En el submundo del BDSM, el cambio que nos habilita a tomar conciencia es el empleo de cuero artificial en los arneses, látigos, esposas y antifaces.

“Menos por los juguetes sexuales, los precios de los productos sexuales veganos son similares a cualquier otros y el foco de mayor acceso es el comercio electrónico con envíos desde Buenos Aires o las tiendas de compra en línea”, aclara Kassab.

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