El volcán de Canarias entró en una fase más explosiva

Alertan que, cuando la lava llegue al océano, desprenderá gases tóxicos.

El volcán de Canarias entró en una fase más explosiva
22 Septiembre 2021

CANARIAS, España.- La lava del volcán Cumbre Vieja, en la isla española La Palma, en el archipiélago de Canarias, continúa su imparable, avance. El magma arrasó más de 105 hectáreas de terreno en los que se había cerca de 200 viviendas y edificios públicos, además de terrenos de cultivo.

Los equipos de emergencias, según medios locales, detectaron que el volcán entró en una fase explosiva, no necesariamente más peligrosa, pero sí con intensas erupciones de ceniza.

La nueva fase también conlleva el avance de las colas de lava que alcanzan una velocidad de entre 30 y 50 metros por minuto.

Hasta anoche, la lava que salía por cuatro bocas, había arrasado con 185 edificaciones, de las cuales 63 eran viviendas. Unas 6.000 personas habían sido evacuadas. El municipio palmeño de Todoque, que se encontraba en un primer momento fuera de peligro, tuvo que ser completamente desalojado ayer.

Tras la evacuación, el magma pasó el límite municipal y llegó a formar columnas de hasta 10 metros de altura, que han arrasado buena parte de la localidad, según el medio español “Cadena Ser”. Ahora, la preocupación se centra en lo que pasará cuando la lava volcánica llegue al mar. La colada (el manto fluido de lava), se va ralentizando, a medida que se enfría y llega a terrenos más llanos.

La razón por la que se monitorea de cerca el arribo del magma al océano tiene que ver con la reacción química se genera cuando este fluido entra en contacto con el agua salada, y que “puede generar explosiones y emisión de gases nocivos”, según señalan las autoridades del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).

“Cuando el magma toque el mar, se van a formar grandes columnas de vapor de agua, gran parte del agua del mar se va a vaporizar por el gran contraste térmico que hay entre ambos: la colada tiene una temperatura de más de 900°C, mientras que el agua tiene unos 23°C”, explicó José Mangas, profesor de geología de Universidad de Las Palmas de Gran Canaria al medio británico BBC Mundo.

“Pero como el agua tiene cloruros, sulfatos, carbonatos, fluor y iodo (entre otras cosas), se van a volatilizar también gases tóxicos”, dijo el académico.

Estos gases pueden provocar irritación en la piel, los ojos y las vías respiratorias. Un ejemplo de este fenómeno es lo que ocurre en las zonas próximas a los volcanes en Hawai.

“Cuando te acercas a la zona del mar donde esta cayendo la lava liquida te pica la nariz y la garganta, porque estas respirando los gases que se han evaporado del agua de mar que contiene cloro, sulfatos...”.

Por otro lado, cuando la colada se enfría rápidamente por el contacto con el agua, “la lava se fractura, y eso puede producir la eyeccion de proyectiles balísticos a relativamente corta distancia, y la liberación de gases (tóxicos) que la lava tiene atrapados en su interior”, explicó Héctor Lamolda Ordóñez, ingeniero geógrafo del Instituto Geográfico Nacional y Profesor de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid.

Los gases que se generan en estos dos procesos son empujados por los vientos hacia el mar, en las condiciones meteorológicas actuales, dice Lamolda, que añade que aunque las condiciones cambien, se dispersarían en el aire en poco tiempo.

Ambos científicos coinciden en que la delimitación de un perímetro cercano a la zona afectada es suficiente para controlar el peligro. (Especial)

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