Rugby de paladar negro

Rugby de paladar negro

En el mundo de la ovalada, es el titular de la Secretaría Técnica de los árbitros de la URT; en el de la gastronomía, es el reconocido chef Maximiliano Cáceres Cano.

LA PRIMERA PASIÓN. En una cancha de rugby, Cáceres Cano entendió lo que es apasionarse por una actividad.  LA PRIMERA PASIÓN. En una cancha de rugby, Cáceres Cano entendió lo que es apasionarse por una actividad.

¿Qué pueden tener en común dos mundos tan distintos como el rugby y la gastronomía? Según Maximiliano Cáceres Cano, mucho. “En ambos, hay un equipo en el que cada uno debe cumplir su función para que todo salga bien. Así como en el rugby tenés una primera línea, una pareja de medios o de centros, en la cocina tenés los que se encargan de los salados, de los dulces, los bacheros, los mozos, etcétera. Hay un trabajo en equipo”, traza el paralelismo “Maxi”, en cuya persona se fusionan ambos mundos: su oficio de chef se conjuga con su trabajo en la Comisión de Árbitros de la Unión de Rugby de Tucumán.

En realidad, muchos lo conocen por ser el protagonista de “Cocinando con Maxi”, programa en el que a lo largo de más de 300 emisiones en tres temporadas en LA GACETA Play compartió recetas de todo tipo.

Sin embargo, el rugby llegó a su vida mucho antes que los cuchillos: tenía apenas cuatro años cuando su padre lo llevó a Lince, club que por aquella época todavía no estaba en su emplazamiento actual de Silvano Bores al 800. “Estaba en All Boys, que le prestaba la cancha para entrenarse. Después consiguieron el predio actual y nos movimos para ahí. En esa época, a los menores de cinco años les llamaban Semillitas”, recuerda el ex wing o centro, que con el tiempo tendría la posibilidad de jugar en el exterior, invitado por equipos de diferentes países, como el de la Universidad de Tel Aviv, en Israel; Strikers RC, en Texas (hoy Houston Sabercats, franquicia de la Major League Rugby) y Miami RC. “Me preguntaban qué trabajo me podían ofrecer, y yo siempre decía que en una cocina. Me gustaba mucho y quería aprender. De paso me servía para alimentarme, je”, cuenta.

Como muchos otros chefs, la pasión de Cáceres Cano fue germinando a partir de curiosear en la cocina mientras su madre o sus abuelos cocinaban. “Lo hacían muy bien. A mí me gustaba verlos y también me gustaba comer rico, así que me decidí a aprender. Es más, hasta el día de hoy no cocino mucho en casa. Y si lo hace mi mamá, mejor. De paso sigo aprendiendo, porque las recetas de antes son las que más me gustan. Trato de seguir las recetas tradicionales, tanto las de mi casa como las que uno va conociendo mientras recorre el interior de la provincia”, explica el chef.

¿Su especialidad? “Me gusta todo lo que es con mariscos. Y también la elaboración de salsas. La salsa es un buen acompañante para cualquier tipo de carnes o pastas, pero me gusta que el sabor sea equilibrado. Que la salsa no tape el sabor de lo que acompaña, pero tampoco que no se note”, aclara.

Si algo no puede decir “Maxi” es que se haya quedado con ganas de seguir jugando al rugby: 40 años pasaron desde que empezó hasta que se retiró a los 44. Pero así y todo, no le cerraba del todo la idea de limitarse a ser un espectador en la tribuna, así que un tiempo antes comenzó a imaginar de qué manera seguiría ligado al deporte de su vida. Y esa conexión fue el arbitraje. “Hice el curso con Marcelo Albaca, que estaba con la escuela en ese momento. Después me hice muy amigo de Fernando Martoni, de (Alfredo) ‘Pichón’ Murillo, y con el tiempo conocí a otros personajes del referato tucumano, como Nicolás Kozameh y el ‘Chato’ (Carlos) Pinto”, contextualiza Cáceres Cano, hoy titular de la Secretaría Técnica que trabaja en estrecha colaboración con el cuerpo arbitral de la Unión, presidido por Martoni.

A lo largo de todos estos años, más de una vez a “Maxi” se le cruzaron sus dos pasiones en el mismo día y lugar, pero recuerda una en particular: “una vez me tocaba hacer el arroz con pollo para el tercer tiempo de un partido que yo estaba jugando. Mientras estaba en la cancha, pensaba en lo que tenía que hacer en el partido, pero también en el arroz. Estaba preocupado por si le hubieran agregado el caldo o porque no se me quemara, porque iba a ser un papelón, jaja”.

Capacitación y coaching, claves para un mejor arbitraje

La actual Comisión de Árbitros encabezada por Fernando Martoni, junto a la Secretaría Técnica presidida por Maximiliano Cáceres Cano, viene trabajando desde 2019 con el objetivo de captar nuevos árbitros masculinos y femeninos -sobre todo jóvenes-, y de elevar el nivel del referato en la provincia. “Lo primero a lo que apuntamos fue a la unificación de criterios, tanto en mayores como en juveniles”, explicó. “Sumamos capacitación externa, que tuvimos el año pasado con árbitros de primer nivel internacional, como Wayne Barnes y Glenn Newman. También capacitación a nivel femenino, con la española Alhambra Nievas, que es de World Rugby. Y otras como la de Omar Hasán, que explicó bien todo lo referente al scrum y cómo detectar una infracción rápidamente antes de que haya un colapso, para evitar accidentes”, detalló Cáceres Cano.

Por otro lado, la Escuela de Árbitros arrojó 14 egresados nuevos este año. “Seguramente estaremos lanzando otro curso. Hemos sumado algunos árbitros con proyección a la UAR y sumamos un educator de la World Rugby, Federico Ceridono, nombrado hace un mes”, destacó. Cáceres Cano también mencionó el coaching como otra de las claves del trabajo en pos de elevar el nivel del referato. “Se les hace un seguimiento a cada uno, analizando sus aciertos y sus errores, para que puedan mejorarlo. Actualmente contamos con siete coaches, que todos los fines de semana hacen coaching en los diferentes partidos”, agrega.

Otra arista del desarrollo arbitral es el intercambio. “Ya recibimos un árbitro de San Juan. Ahora tenemos intercambios con Córdoba, Chile y Uruguay”, detalló.

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