Los gauchos rindieron tributo a la Virgen de la Merced

Los gauchos rindieron tributo a la Virgen de la Merced

Agrupaciones tradicionalistas marcharon por las calles de la capital con devoción y fe. La imagen que presidió el recorrido y el sentimiento religioso que imperó en la peregrinación.

Los gauchos rindieron tributo a la Virgen de la Merced

Cuando Manuel Belgrano le entregó el bastón de mando a la Virgen de la Merced, nombrándola generala del Ejército Argentino, empezó su romance definitivo con Tucumán. Aquel día, en el Campo de las Carreras, marcó un antes y después en la historia tucumana: de ahí en más, Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de la Provincia, está presente en las oraciones de miles de fieles que ofrecen, agradecen y piden a su “virgencita”.

Esta devoción crece de manera escalonada todos los años hasta llegar a su punto más alto los 24 de septiembre, día en el que se la celebra. Los festejos comienzan antes y, como cada 12 meses, es homenajeada por agrupaciones gauchas de diferentes puntos de la provincia. Ayer se realizó la 19 edición de la Marcha Peregrina Gaucha en honor a la Virgen, organizada de manera conjunta por la Basílica Nuestra Señora de la Merced (desde donde salió la marcha), el Fortín Gaucho Virgen Generala y la Agrupación Tradicionalista Batalla de Tucumán.

La movilización constituyó el regreso en vivo de las agrupaciones al centro en agradecimiento a la Virgen, puesto que el año pasado la reunión fue organizada de manera virtual. “Es una emoción muy hermosa la de poder volver... Es como empezar de vuelta”, cuenta con una sonrisa de oreja a oreja Sandra Véliz, de la agrupación gaucha Mancopa. Desde un rato antes del inicio del evento, ya está subida a su caballo, lista y acompañada por su pequeño hijo Felipe, que mira con admiración todo lo que sucede alrededor.

Los gauchos rindieron tributo a la Virgen de la Merced

No es para menos: decenas de caballos y jinetes muy bien ubicados, sulkys y cientos de gauchos con sus vestimentas típicas copan la calle 24 de Septiembre. Se respira alegría, mezclada con la emoción y la felicidad de poder acompañar a la Virgen nuevamente. “Estoy muy emocionada hoy porque estamos honrando a la Virgen”, resume con voz cortada y alguna lágrima cayendo Mercedes del Carmen Mattos. Está sentada en su sulky, con las riendas listas para empezar a andar. “Ahora me ha tocado manejarlo, pero no me he achicado, ¿eh?”, aclara con entre risas.

Mercedes tiene 79 años, y siempre ha estado acompañando a la Patrona de los tucumanos. “De chica, para llenar el cuaderno para la escuela, le preguntaba a mi papá por qué me había puesto ese nombre, y me decía: ‘te he puesto el nombre de dos generalas del Ejército Argentino. La Virgen de la Merced, generala del Ejército de Belgrano, y la Virgen del Carmen, generala del Ejército de San Martín’”, recuerda.

Agradecimientos

Lo que más se repite entre los presentes es la palabra gracias. Las agrupaciones, los transeúntes y los creyentes que se enteraron de la marcha, todos ellos se acercan al lugar de honor en el que Nuestra Señora de las Mercedes viaja encabezando la procesión. “Hay tanto para agradecer...”, resalta Mercedes.

“Hay que agradecer que estamos bien, y hay que pedir por la salud de toda la gente que hoy está necesitando de la oración”, completa Sandra, que en esta ocasión aprovecha para pedir por la salud de su hijo. “Es una emoción muy grande también la de poder compartir esto con él -remarca-; este tiempo de pandemia ha sido terrible, hay que agradecer que se puede seguir. Hay que celebrar que estamos bien”.

Ya en camino, la peregrinación hizo seis paradas por el centro: en el Hospital Centro de Salud, para pedir por los enfermos y el personal de salud; en el Seminario Mayor, para orar por las vocaciones; en la Parroquia San Juan Bosco, para elevar una plegaria por niños y jóvenes; en la Parroquia San Gerardo, en pedido por las familias; en la ex estación El Provincial, por la Patria y la familia; y en la ex Terminal de Ómnibus, por el trabajo y los trabajadores.

Los gauchos rindieron tributo a la Virgen de la Merced

Grandes y chicos

La marcha unió a personas de todas las edades en nombre de la tradición. Niños, viviendo todo casi como una aventura, formaron parte del acompañamiento de la Virgen. Joaquín, de dos años, estaba con su abuela (Mercedes Mattos) y su mamá Mercedes de Fátima, hija de la matriarca, también llamada así en homenaje a dos vírgenes. Ella está feliz de poder compartir esta experiencia religiosa con su madre y sus hijos, y cuenta cuál es la clave para mantener viva la tradición. “Esto -señala a la multitud- se trata de hacerlo todos los días un poquito... todos los días se siembra. Hay que dejar un poco la tecnología y volver a lo que uno siempre vivió, volver a la tierra. Los chicos están chochos, hace días están esperando. De hecho, tengo una foto de Joaquín en el cordón de la vereda esperando que lo pasemos a buscar en el sulky”, relata.

Con su hijo en el caballo, Sandra también remarca la importancia de compartir estos momentos con los más chicos. “No hay que abandonar la tradición”, asevera, y piensa ya en el futuro con esperanza.

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