Messi y Cristiano, dos fenómenos vigentes

Messi y Cristiano, dos fenómenos vigentes

El club más rico del mundo y una selección bicampeona mundial atan sus esperanzas a un jugador de 34 años. Y el club más rico de la Premier League, la liga más millonaria del planeta, quiere romper su sequía de nueve años sin títulos aferrada a un futbolista de 36 años. Los astros que siguen vigentes es un fenómeno que solo se explica a partir de dos nombres míticos: “Leo” Messi y Cristiano Ronaldo.

El jueves en el Monumental celebramos la fiesta de Leo. Homenaje por la Copa América ganada a Brasil en el Maracaná, triplete en el 3-0 a Bolivia y llanto emocionado del “10” cantando luego con sus compañeros eso de que “Maradona es más grande que Pelé”, a quien él mismo acababa de superar como máximo goleador en selecciones sudamericanas.

Y ayer fue la fiesta de “CR7” en Old Trafford, dos goles en su vuelta a Manchester United, que venció 4-1 a Newcastle. Buen inicio para el sueño de reconquistar una Premier que, desde su creación, en 1992, lo tiene como máximo ganador, pero lleva ahora esa sequía de nueve años que incluye títulos europeos y que costó la salida del presidente Ed Woodward. Eso sí, antes de irse Woodward impulsó la vuelta de Ronaldo (había jugado en el club entre 2003 y 2009, hasta su partida a Real Madrid).

A los setenta mil espectadores que ayer colmaron “Gold Trafford” (algunos pagaron hasta 2.000 euros por un asiento y miles más convirtieron su camiseta en la más vendida en la historia del club) no les importa si a su edad “CR7” presiona poco (eso es problema del DT Ole Gunnar Solksjaer). Los hinchas celebran sus goles. Y eso, Ronaldo sigue haciéndolo fácil.

Ayer, es cierto, contó con complicidad del arquero de Newcastle, pero anotó los dos goles más difíciles, los dos primeros, cuando la visita, con gran labor del paraguayo Miguel Almirón, desnudaba cierto desequilibrio que exponía fragilidad defensiva del United. “CR7” corre poco con la selección de Portugal y por eso el DT Fernando Santos lo ubica como centrodelantero. Y lo hizo poco también en sus tres últimas temporadas con Juventus. A cambio, anotó 101 goles en 134 partidos. Un monstruo.

Juventus lo había fichado porque, cansado de dominar la Liga italiana, precisaba extender la racha a la Champions. No hubo Europa y, en la última temporada, Juventus perdió también su hegemonía en Italia porque el scudetto quedó en manos del Inter de Lautaro Martínez. Habrá que ver ahora en Inglaterra si los números de “CR7” favorecen también a los del club.

El United pagó a Juventus 15 millones de euros, más un abono anual de 24 millones para Ronaldo. Su fichaje disparó sumas más elevadas de negocio que el de Messi porque la Premier es más rica que la Ligue 1 y también porque Manchester United es inmensamente más popular que PSG. El United mejorará su facturación y “CR7”, profesional impecable (corre menos por la edad, no porque se entrene poco) seguramente hará muchos goles y será nuevo líder de un ataque que tiene además a Edinson Cavani, Jordan Sancho, Anthony Martial y los ingleses Marcus Rashford, Mason Greenwood y Jesse Lingard. Ostentación de rico.

Los clubes ingleses fueron finalmente autorizados por la FIFA a utilizar este fin de semana a los jugadores sudamericanos que habían negado para la última triple fecha eliminatoria, una batalla que promete nuevos capítulos porque todos quieren exprimir calendarios, más después de que la pandemia debilitó las cuentas. Ayer, PSG, por ejemplo, no pudo contar con Messi para presentarlo en el Parque de los Príncipes, en el fácil triunfo 4-0 ante Clermont (tampoco contó con Ángel Di María, Leandro Paredes y Neymar). “Leo” vio el partido en su asiento, tomando mate con escudo argentino.

La identificación de Messi con Argentina ya no merece siquiera debate alguno. ¿Pero cuánto beneficiará también a PSG contar con un Messi tan pleno como ahora lo está dejando la Selección? Los europeos ya están más acostumbrados a la vuelta de los estadios llenos. Para nosotros, el Monumental a un treinta por ciento recuperó no sólo la plenitud de Messi, sino también la del fútbol en su esencia. Fue una sensación hermosa asistir en el Monumental otra vez ese viejo diálogo de cancha: la tribuna que recuerda a Diego Maradona y, tres minutos después, “Leo” que responde con caño y golazo. La tribuna que grita “ooole” y el equipo que toca y toca, aunque Messi, cuando la pelota llega a sus pies prefiere mirar siempre primero al arco rival. Por eso Messi, sabemos, puede ser tan goleador como Ronaldo, pero “CR7” no es tan jugador como “Leo”. Estamos hablando, claro, de dos de los mejores jugadores de la historia. Lo notable es que en sus años finales ambos sigan liderando negocios en esta era de la pelota inflada. Mejor aún que sigan liderando emociones e ilusiones. Porque el negocio se alimenta esencialmente de eso.

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