Para Sísifo, veinte años no es nada

Para Sísifo, veinte años no es nada

¿Qué estabas haciendo el 11 de septiembre de 2001? Casi todos los consultados se acuerdan y Tucumán también debería poder contar en qué afanes se encontraba esta sociedad argentina que había empezado tropezando con el nuevo siglo y que se encaminaba hacia un final anunciado. ¿Por qué nos acordamos? Porque el atentado contra las Torres Gemelas, allá lejos, acercó el mundo a todas partes. Los argentinos estábamos en plena caída de la piedra de Sísifo hacia el corralito y el infierno social de 2002, como si tuviéramos el destino marcado, como en la obra “El que dijo que sí y el que dijo que no”, de Bertolt Brecht. Cada uno podrá acordarse de qué hizo ese día y, yendo más allá, pensar en lo que hizo en estos 20 años. Brecht plantea que hace falta “una nueva costumbre, que tenemos que imponer cuanto antes: la costumbre de reflexionar otra vez en cada situación”.

Las fotos de los primeros días de ese septiembre pintan un Tucumán (gobernado por Julio Miranda) que se sacudía en problemas propios y problemas encadenados con una Nación (gobernada por Fernando de la Rúa) que repartía manotazos de ahogado. “Tucumán, a la cabeza del empleo en negro en el país, con el 45%”; “Problemas para aplicar el pago de sueldos por cajero automático por la proliferación de bonos”: “El saliente vice del FMI, Stanley Fischer, dijo que la convertibilidad es buena políticamente” ; “De la Rúa quiere bajar el gasto político”; “Asegura que el país no va a entrar en cesación de pagos” (01/09). Varias provincias reclamaban a la Nación; Tucumán había sido señalada por la consultora Mercados Transparentes como en “virtual cesación de pagos”, lo cual era desmentido. La UNT estaba con un extenso paro de docentes a causa del proyecto nacional de recorte del 13% de salarios; los jubilados estaban que trinaban por igual recorte, que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, adjudicaba a los problemas generados por el gasto político.

Con bonos, sin jeringas

La Provincia discurría en esos días por el problema de los bonos de cancelación de deudas (ya no nos acordamos de eso), por las investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción por pagos de publicidad a la Fundación Pibe y por la duplicación de bonos de $ 20 con Ciccone Calcográfica; la paralización de los hospitales por falta de insumos (hasta jeringas faltaban en las guardias); el PAMI estaba en problemas por falta de pago a prestadores. La prueba nacional de calidad educativa del secundario daba como resultado que el NOA se encontraba en el penúltimo lugar de regiones. Yerba Buena había sido intervenida un año antes y seguiría en esa condición hasta 2003. La Nación estaba en una debacle financiera (los bancos, con caída U$S 11.000 millones de depósitos) y el Presidente denunciaba una conspiración del PJ para provocar su renuncia (acusaba a Duhalde, a Ruckauf y al radical Moreau). Lo apoyaba en su denuncia la entonces ministra de Trabajo, Patricia Bullrich.

Lo que ya no está

Había cosas que hoy están cambiadas: se estaba por licitar la nueva ruta 38 (se pensaba en una autopista que podía ser entregada en peaje); había escándalos por el cobro de multas por radar en la ruta 38 en Lules y el Concejo Deliberante capitalino debatía para ver si se podía multar a quienes quemaran cubiertas durante protesta. Había un puente Bailey sobre el río Salí, porque el Lucas Córdoba estuvo muchos meses inhabilitado. Se inauguraba el hotel Tucumán Center. Se demolía la Cervecería en la avenida Sarmiento y Catamarca, donde luego se erigiría el Carrefour. Había domingos de trueque en Alderetes. Se inauguraba la primera comisaría de la mujer “para denunciar abusos” (en Lavalle y San Luis) y la subcomisaria Beatriz Albina Gómez decía que “las comisarías se limitaban a recibir las denuncias y no se investigaba”. ¿Cambiaron mucho las cosas? En todo caso, hoy se reciben muchísimas más denuncias que las 75 presentaciones por mes que informaba la Dirección de Familia y Minoridad.

Igual que hoy

Había otras cosas que parecen una foto de hoy. Visitaban la provincia Soledad (cantaba “Tren del cielo”) y Pampita (“una cara linda no alcanza para triunfar”, decía, previo a presentarse a un desfile); se estrenaban” Jurassic Park III”, “Inteligencia artificial” y “El hijo de la novia”. Notas curiosas: Los brujos y manosantas movían un negocio de $ 400 millones y hasta había un “Manual del vidente exitoso”. Las inquietantes: “los peligros que acechan a los chicos en la red” (13/09). Alfredo Miroli decía que “es altamente tóxica la marihuana”; “la droga lleva de cabeza al sida”; una ola de asaltos generaba un clima de temor en la provincia (tapa del 06/06) y robaban la estatua “Los luchadores” que estaba junto a la Casa Histórica. Fue encontrada (no así los ladrones) días después en una finca desocupada en San Pablo. Una almacenera de Villa 9 de Julio ofrecía vender un riñón para pagar deudas tras haber sido asaltada. “Esta zona se volvió muy violenta. Hay robos así todos los días”, decía.

“Los grandes problemas que tiene el país no son tan sólo económicos, sino que son consecuencia de una crisis absoluta de valores y de los malos gobernantes que nos robaron el país”, decía el juez en lo penal económico Julio Enrique Cruciani. Un motociclista, José Mónaco, denunciaba que inspectores municipales habían intentado coimearlo en una esquina del parque 9 de Julio. Un funcionario de obras públicas municipal reconocía que unas 1.250 cuadras de la ciudad estaban rotas.

También parece una foto de hoy que se informara que el 10% de los policías por turno tenía que custodiar a los políticos (10/09). Se calculaba que eran unos 200. Un camarista federal, Raúl Mender, renegaba porque se había difundido que cobraba $15.000 (era lo mismo en dólares). Un experto en psicopatología forense, José Antonio Hernández, decía “el debate hoy reside en saber si la política de prohibición de drogas que hemos mantenido durante los últimos 30 años es la correcta. Hasta el momento esa política no dio resultados”. Ese debate sigue igual de vigente. Ya llevamos 50 años de fracasos. La Anses prometía reformas para hacer al organismo más eficiente y transparente, a raíz de un fraude con asignaciones familiares.

Las razones de la política

Por otra parte, a un mes de la elección de octubre, los principales candidatos a diputados y senadores nacionales con cargos ejecutivos tomaban licencia para dedicarse a la campaña (José Alperovich, Malvina Seguí y el interventor del PAMI, Ramón Graneros). Los legisladores provinciales no tenían que pedir licencia (Gumersindo Parajón, Stella Maris Córdoba y Roque Álvarez) y otros legisladores nacionales seguían en funciones mientras hacían campaña (Ricardo Bussi, Delia Pinchettti). Curioso había sido también un debate sobre la falta de renovación de los cuadros de la política. Ricardo Bussi decía: “basta con analizar a los candidatos de las fuerzas tradicionales para constatar que los nombres son los de siempre, que se repiten desde hace casi 20 años”. Sus dos décadas de permanencia en distintos cargos públicos no lo desmentirían. El gobernador Julio Miranda explicaría esta situación: “para ser político no basta con tener una buena imagen, sino tener permanencia, tanto en la militancia como en la escena política”. Una perlita del domingo 2: “el gran desafío es hacer más eficiente el gasto legislativo”.

En esos días los medios seguían el derrotero de un buque noruego con 400 refugiados afganos por las costas de Australia. Un mes después del ataque a las Torres Gemelas, una coalición encabezada por EEUU se aposentaría en Afganistán. El mundo cambió radicalmente, mas la Argentina fue yéndose al abismo: en diciembre llegarían el corralito, los saqueos, los trágicos disturbios y la renuncia de De la Rúa. Tucumán se derrumbaría hacia la crisis de los desnutridos y las pequeñas Thalía y Barbarita Flores harían tristemente célebre a la provincia por el hambre. ¿Qué contarán hoy ellas?

Mucha gente se acuerda de lo que hizo el día de las Torres Gemelas. Para una gran parte de Tucumán veinte años no parecen haber sido nada y las preguntas deberían ser: ¿qué hemos hecho en estos veinte años para este futuro que es hoy? ¿Qué fotos nos devolverán los próximos 20 años?

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