Historia de un juicio y una atroz acusación

Historia de un juicio y una atroz acusación

Por Walter Vargas.

EN LOS INTERSTICIOS. Harwicz indaga las vidas que, en un momento, dejan la legalidad y pasan a lo clandestino.  EN LOS INTERSTICIOS. Harwicz indaga las vidas que, en un momento, dejan la legalidad y pasan a lo clandestino.
05 Septiembre 2021

Ariana Harwicz escribe poesía en clave de novela. O, tal vez, sus novelas constituyan una rozagante excusa para hacer poesía por los arrabales de los géneros literarios.

Degenerado, que de ahí emanan estas líneas, tiene formato y estructura de nouvelle y, sin embargo, pulsa en su lectura la certeza de que en rigor se trata de un ensayo declamado por terceras personas, por criaturas que en la piel de un único protagonista (el hombre sospechado de pedofilia y llevado a los estrados) perseveran en llegar hasta las últimas consecuencias en las preguntas que más importan y que más se temen. ¿Cuáles son las incumbencias y los límites de la moral? ¿Quién o quiénes gobiernan las veredas del bien y del mal?

Degenerado es la hipotética historia de un juicio y la hipotética y feroz apelación del inculpado. ¿El porqué del potencial, de la suposición, de la conjetura? Porque una vez que Harwicz echa rodar la pelota del conflicto y se la disputan múltiples voces, ora febriles, ora delirantes, siempre provocadoras, poco o nada importan la concordancia de sentidos.

A Harwicz en general y Degenerado en particular, la tiene sin cuidado que las cuentas cierren. Y a sus lectores, tampoco. Mejor abandonarse al hipnótico acompañamiento de un monólogo inverosímil, factible, brutal.

El valor y la verdad son extremadamente raros, dice por interpósita voz la autora de la no menos corrosiva y deliciosa Matate, amor, que entre otras lindezas de la Santa Inquisición políticamente correcta había sido impugnada por una presunta apología del suicidio.

“Nada de lo que pasa acá y yo digo, y el taquígrafo anota y la jueza lee y yo vuelvo a pedir la palabra y nada de todo esto es real. Son textos aprendidos”, denuncia el acusado. Y que cada quien se haga cargo de las imprecisas fronteras que impelen. De sus presupuestos, de sus zonas grises, de sus borraduras y de su pararse y andar por la vida.

© LA GACETA

PERFIL

Ariana Harwicz (Buenos Aires, 1977) publicó las novelas Matate, amor (nominada en su versión inglesa, Die, My Love, a los premios Republic of Consciousness y Man Booker International 2018; y en su versión alemana, Stirb doch, Liebling, al Internationaler Literaturpreis 2019), La débil mental y Precoz. Sus libros fueron traducidos a una docena de lenguas. Vive en Francia desde 2007.

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