Tragedia de Concepción: la brigada carecía de seguridad antiincendios

Tragedia de Concepción: la brigada carecía de seguridad antiincendios

Las reclusas se refugiaron de las llamas bajo las duchas; habrían muerto asfixiadas. La falla de la autobomba demoró la extinción del fuego.

DESPUÉS DE LA TRAGEDIA. La Policía, personal judicial y otros investigadores en la puerta de la brigada de Concepción que sufrió un incendio. DESPUÉS DE LA TRAGEDIA. La Policía, personal judicial y otros investigadores en la puerta de la brigada de Concepción que sufrió un incendio.

En medio de un rosario de rumores, son varios los interrogantes que ha despertado la muerte, a causa de un incendio, de las cuatro reclusas que permanecían en Concepción alojadas en la Brigada Femenina Sur. Las investigaciones avanzan pero aún sin llegar a definiciones concretas. La Iglesia, a través del obispo José Antonio Díaz, salió a expresar su confianza de que “una investigación responsable de la Justicia permita alcanzar la verdad sobre lo sucedido y evitar que hechos como estos se repitan”. ¿Qué es lo que generó el siniestro? ¿Fue un accidente o un hecho intencional? Son las dudas primarias que tratan de develar los investigadores. El hecho, que cuestiona principalmente las características del edificio, su inseguridad y falta de elementos de emergencia, se produjo luego de las 17 en el reducido inmueble ubicado en Las Heras 50, a dos cuadras del Hospital Regional Miguel Belascuain. Ayer trascendió de investigadores que Yanet Yaqueline Saquillán, de Alberdi (procesada por maltrato infantil), Micaela Rocío Mendoza, de Concepción (condenada por robo simple), María José Saravia, de la capital (condenada por robo) y Macarena Maylen Salinas, también de San Miguel de Tucumán (condenada por robo agravado, no murieron incineradas, sino asfixiadas por el humo que generó el fuego. Las cuatro, según la misma fuente, fueron encontradas apiñadas en el baño de la celda en que estaban alojadas. Habían abierto la ducha para apaciguar el calor de la hoguera que las acorralaba. Una quinta reclusa salvó su vida porque fue ubicada en otra celda de la dependencia.

El fiscal Miguel Varela, de la Unidad Fiscal de Graves Delitos del Centro Judicial de Concepción, durante la mañana supervisó las pericias que llevaron adelante personal de la Gendarmería Nacional y del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales de la capital. “Estamos instrumentando todas las medidas necesarias a fin de establecer las causas de esta tragedia y las responsabilidades que hubieran. Por ahora no se puede aventurar nada. Los cuerpos están siendo sometidos a una autopsia y luego serán entregados a sus familiares” dijo Varela.

Autobomba sin presión

Al parecer el siniestro ocurrió a las 17.10. Según los vecinos, el primer camión cisterna en llegar fue de los Bomberos de la Policía. La falta de presión de salida del agua desde el tanque habría demorado la sofocación de las llamas. De todos modos, en arriesgada labor, los uniformados con los equipos de emergencia que disponían (entre estos extintores manuales), se dedicaron a rescatar al personal de servicio. Los Bomberos voluntarios llegaron a las 17.40. Fueron los encargados de terminar de extinguir el fuego. Nada pudieron hacer con las detenidas que permanecían en la celda. En el hospital de Concepción fueron atendidos por principio de asfixia siete personas, entre estas, cuatro que cumplían servicio. En principio se deslizó que habría sido Salinas la que generó el incendio por una protesta que inició en demanda de su traslado a la capital. A la tarde habría solicitado a los guardias que le entreguen una hoja de afeitar, pero se la negaron. Entonces habría arrojado un objeto al foco de la celda que desencadenó un cortocircuito y el posterior incendio. Ayer la versión fue severamente cuestionada por los parientes de Mendoza y Saquilán. “Cuesta creer lo que se está diciendo. Si fue una chispa la que produjo el incendio, hubo bastante tiempo entonces para que las rescaten. ¿Porqué no lo hicieron?” plantearon las tías de ambas. La jueza de Ejecución, Alicia Merched, horas previas a que se desencadenara la tragedia, había requerido al jefe de Policía Manuel Bernachi que organizara el traslado de todas las personas que hayan sido condenadas en los Centros Judiciales de Concepción y Monteros. Antes había hecho un similar pedido al Ministerio de Seguridad, sin obtener respuesta favorable.

De la Iglesia

La tragedia causó distintas reacciones en “La Perla del Sur”. El obispo Díaz, de la Diócesis de la Santísima Concepción, expresó su confianza en que la justicia esclarezca el caso y así se eviten hechos similares. Apeló a una frase del Papa Francisco. Fue para destacar que “en la capacidad que tenga la sociedad de incluir a sus pobres, a sus enfermos o sus presos, está la posibilidad de que ellos puedan sanar sus heridas y ser constructores de una buena convivencia”.

El prelado se solidarizó además con las familias de las fallecidas. “Acompañamos con profundo pesar y cercanía a los parientes que perdieron a sus seres queridos, rogando al Altísimo y a nuestra Madre, la Virgen Inmaculada las reciba en su seno y les conceda el descanso eterno” expresó. Al mismo tiempo dijo que la Iglesia de la Diócesis “se une en oración por las personas heridas y sus familiares, suplicando al Señor de la Vida les conceda fortaleza y una pronta recuperación”.

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