La justicia reconoció la culpabilidad de cinco imputados por el violento asalto a una familia

La justicia reconoció la culpabilidad de cinco imputados por el violento asalto a una familia

El Tribunal resolvió a favor de lo requerido por la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II. Solo falta conocer la pena.

La justicia reconoció la culpabilidad de cinco imputados por el violento asalto a una familia
12 Agosto 2021

Tras cuatro jornadas de juicio oral y público, este jueves 12 de agosto se declaró la responsabilidad penal de los cinco imputados por el asalto a una familia durante la madrugada del 26 de marzo del 2019, en una casa ubicada en calle Bulnes primera cuadra, al oeste de la capital tucumana. Tras golpes y amenazas con armas, les habían robado dinero y bienes.

Los delincuentes son Luis Gustavo Godoy (21) y su hermano (en ese momento menor, hoy 19), Pedro Martín Torres (25), Hernán Almirón (20) y Pablo Alejandro Cabrera (21), a quienes el Tribunal, por unanimidad, consideró coautores del delito de robo triplemente agravado por el uso de armas blancas y armas de fuego, de operatividad no acreditada, en poblado y en banda.

“Es un hecho sumamente grave. Hubo un ataque a todo un grupo familiar que estaba durmiendo en su domicilio. Una noche que debería haber sido de descanso, se convirtió en una noche de terror”, había expresado Pedro Gallo, titular de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II, en su alegato de apertura.

Durante el debate, el Ministerio Público Fiscal llamó a prestar declaración como testigos a cuatro de las cinco víctimas del grupo familiar (padre, madre, hija y uno de los hijos) y a un efectivo que formó parte de la investigación policial. Además, como pruebas documentales se presentaron, entre otras, informes fotográfico y planimétrico, retratos hablados y ruedas de reconocimiento.

Cabe recordar que, por pedido de la defensa de los imputados y según lo establece el nuevo Código Procesal Penal, el juicio se realiza en dos partes. En la primera se trata lo relativo a la existencia del hecho, su calificación y la responsabilidad penal de los acusados; mientras que la segunda (la audiencia de cesura) consiste en determinar la cantidad de tiempo de la pena. La Fiscalía pretende 12 años de prisión, a excepción de uno de ellos que en el momento del hecho era menor de edad y cuya condena se resolverá en otra audiencia.

“Es la única forma de sanar las heridas”

“Ha sido el final de un proceso muy largo que comenzó con un episodio tremendamente traumático. Adentro de mi casa pasó de todo. Nos gatillaron, no sé por qué estamos vivos, debemos tener un Dios aparte. Han sido 40 minutos de terror que quedaron en la mente de todos nosotros. La familia nunca volvió a ser la misma”, expresó Luis Cebe tras finalizar el juicio.

Sobre la actuación del Ministerio Público y la resolución del Tribunal, el hombre expresó: “Esto comienza a cerrarse cuando se logran cosas como las que pasaron hoy. Es la única forma de sanar las heridas. Con esto volvemos a creer en la Justicia. La verdad no tengo ningún tipo de queja, actúan con mucha profesionalidad y respondieron siempre. Lo de hoy es una bocanada de aire fresco para nuestra familia. Que la gente crea en la Justicia”.

Medidas de coerción

La UFI pidió renovar las medidas de coerción en contra de los acusados, que fueron admitidas por los jueces: para Torres Almirón y Cabrera, que se presenten una vez a la semana a firmar comparendo en la comisaría más cercana y prohibición de acercamiento por un radio no menor de 100 metros de las víctimas y sus domicilios; mientras que para los hermanos Godoy, la prórroga de prisión preventiva de Luis y la disposición provisoria del otro. En todos los casos por el plazo de dos meses.

El hecho

El 26 de marzo del 2019, a las 3:30 aproximadamente, en circunstancias en que las víctimas, un matrimonio y sus tres hijos, se encontraban descansando en su domicilio, ubicado en calle Bulnes primera cuadra, San Miguel de Tucumán, los cinco imputados abrieron la ventana del living-comedor e ingresaron.

Una vez en el interior, esgrimiendo armas de fuego y cuchillos, separaron a las víctimas en distintas habitaciones y amenazaron de muerte al padre, gatillándole unas cinco veces en la cabeza y los pies, sin que saliera ningún proyectil. Luego lo golpearon con culatazos en la cabeza y lo amenazaron diciéndole que iban a matar a toda la familia si es que no les entregaban todo el dinero. Así se apoderaron ilegítimamente de la suma de $61.700, un televisor Smart TV, dos computadoras, tres teléfonos celulares y diversa documentación, para luego darse a la fuga del lugar.

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