Cinco desafíos que plantea hoy la alimentación

Cinco desafíos que plantea hoy la alimentación

La pandemia está dejando huellas profundas en nuestra nutrición. Las consecuencias se verán durante muchos años.

COMIDA SALUDABLE. Elegir alimentos nutritivos es clave para enfrentar la pandemia de obesidad que sufrimos. COMIDA SALUDABLE. Elegir alimentos nutritivos es clave para enfrentar la pandemia de obesidad que sufrimos.

La frase que más escuchamos de los nutricionistas: “somos lo que comemos”. A lo que se podría agregar: “Somos lo que posteamos”. La comida está cada vez más presente en las redes sociales. Y ellos, los especialistas en alimentación, también lo están. Antes eran sinónimo de dieta y prohibición, y en la actualidad son figuras amigables  que vemos por todos los canales de comunicación. Con un lenguaje cotidiano y sin vueltas,  nos plantean una forma diferente de tomar conciencia de lo que ingerimos.

Hoy, que se celebra el Día Mundial del Nutricionista, hablan sobre los cinco desafíos que presenta nuestra alimentación, especialmente teniendo en cuenta el contexto de pandemia que nos atraviesa y que está dejando huellas profundas en los cuerpos. Habrá que diseñar políticas de Estado para enfrentar esta problemática, plantean. Hablamos con Lorena Mayoraz, médica especialista en nutrición y obesidad, con la licenciada Agustina Murcho, nutricionista experta en trastornos alimentarios, y con María de los Angeles Sánchez Calvín, médica especialista en obesidad y psiconutrición .

1- Los efectos de la crisis por covid-19

“La pandemia ha repercutido en los sistemas alimentarios y en la nutrición. Las situaciones de estrés, angustia o ansiedad que se vieron incrementadas por este contexto sanitario tienen también consecuencia en lo nutricional, llevando muchas veces a lo que denominamos “hambre emocional”, favoreciendo el picoteo entre comidas y las malas decisiones alimentarias. Se han exacerbado situaciones que se relacionan con el sobrepeso y la obesidad, provocando un incremento del riesgo de enfermedades crónicas, y también un aumento de los trastornos de nutrición en la población infantil, ya sea por déficit de micronutrientes como también malnutrición por exceso. Actualmente, hay estudios que estiman que el impacto sobre la nutrición en esta etapa de la vida podría tener un efecto intergeneracional”, explicó  la doctora Lorena Mayoraz.

2. Las emociones y la ansiedad

¿Recuerdan la escena de la película Ratatouille, donde el protagonista vuelve a la cocina de su niñez? Eso es lo que hacen las emociones ligadas a la comida, explica la doctora María de los Angeles Sánchez Calvín (@DraSanchezCalvin). Hoy cada vez se vinculan más las emociones a la alimentación. “Hay un comer por placer que se aloja en nuestro cerebro y que, si nos alimentamos conscientes, podemos consentir. No es lo mismo ansiedad por comer que comer por ansiedad. Solemos pasar por situaciones estresantes, como el confinamiento, que son difíciles o complicadas de gestionar. Este tipo de circunstancias suelen provocar ansiedad, miedo, angustia, bloqueo y un estado permanente de nerviosismo. Cuando estas situaciones se prolongan en el tiempo y no se pueden gestionar, ocurre que se acumulen todas esas emociones. Y ahí aparece el desborde. Muchas veces para tapar estas emociones se utiliza la comida y hasta se le da el nombre de “antojo” por algunos platos y bebidas (dulces, bebidas alcohólicas, bollería, pizza, etcétera)”, describe.

Y aconseja: “debemos entender que alimentarse no se trata sólo de comida, sino también de buenos pensamientos, lindos momentos y disfrute. Lo ideal es organizarse y planificar para que nuestro plato siempre tenga verduras, y de muchos colores, ya que son una parte esencial de la alimentación saludable y ayudan a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética y micronutrientes”.

3. El choque de las dos pandemias

Desde los últimos 40 años hasta la actualidad, el problema del sobrepeso y la obesidad se ha triplicado a nivel mundial, por lo que el principal desafío de los profesionales de la nutrición está ligado con lo que se denomina “el choque de las dos pandemias”, en donde ambas situaciones interactúan de manera negativa, apunta Mayoraz. En ese sentido, la especialista dio detalles sobre la última encuesta de la Sociedad Argentina de Nutrición, en la cual se reveló que seis de cada 10 personas subieron de peso durante la cuarentena.

“Los pacientes con exceso de peso representan casi dos tercios de los que se enferman gravemente por el covid-19. Esto está relacionado con el tejido adiposo disfuncional que genera un estado proinflamatorio de base, sumado a una alteración de la función pulmonar por la compresión ejercida por el tejido adiposo en exceso. Es importante comprender que la obesidad es una enfermedad crónica y compleja que compromete seriamente la salud y debe ser atendida y tratada por profesionales capacitados”, explicó.

4- Desinformación y redes sociales

“Veo mucha desinformación con respecto a los alimentos. Muchísima demonización de alimentos, donde todo enferma, todo genera enfermedades, todo engorda. En las redes sociales hay cuentas donde aseguran que ayunar es sano, que dejar de comer lo que nos gusta es lo mejor para evitar enfermedades - cuando el stress mental que genera hacer todo esto también enferma -, que realizar un plan de 21 días es la fórmula del éxito para tener un cuerpo marcado”, describe la licenciada Agustina Murcho sobre los múltiples mensajes que llegan a la gente a través de las redes sociales y que no siempre vienen de la mano de profesionales. Al contrario, hoy hay una avalancha de “coach de la nutrición” en estos espacios informáticos. “Modificar esta realidad es difícil porque nadie regula la información que hay. Sí se puede generar conciencia en consultorio o en las mismas redes sociales, que es lo que trato de hacer mediante mi cuenta @nutricion.ag. No se habla de estas cosas, siempre se habla de la magia del no comer. Mi recomendación es que no sigan cuentas que generen miedos o estereotipos de cuerpo o vidas inalcanzables. Sí aquellas que motiven desde una adecuada alimentación, buscando una vida sana y equilibrada, aquellas cuentas que hablen del disfrute, de la salud mental, sin mensajes extremistas ni obsesiones. Aquellas personas que son vulnerables a desarrollar patologías alimentarias se ven atraídas por estas cuentas y el riesgo a que generen un desorden alimenticio es mayor”, precisó.

5- Etiquetado frontal

“La implementación de la Ley de Etiquetado Frontal -en pleno debate en nuestro país-  beneficiaría a los consumidores en varios aspectos. Por un lado, informando de manera clara sobre la presencia de nutrientes cítricos en exceso, que participan en el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles, a través de la implementación de octógonos de advertencia en el frente de los envases, alentándolos a la elección de productos saludables. Por otro lado, estimularía a la industria alimentaria para la reformulación de los alimentos de acuerdo con las recomendaciones de las guías nutricionales de la región y, de ese modo, pueda ofrecer productos de mejor calidad nutricional”, explica la doctora Lorena Maryoraz  (@bionut_obesidad).

Según los datos obtenidos por la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, sólo un tercio de la población lee las etiquetas y, de ellos, sólo la mitad las entiende. “Esto pone en evidencia que el sistema de información nutricional vigente en nuestro país no funciona. Si bien sabemos que las enfermedades no transmisibles son de origen multifactorial, los cambios en los hábitos alimentarios dados en los últimos años son uno de los principales factores que han contribuido al aumento de su prevalencia. Recordemos que Argentina es el tercer país consumidor de productos ultraprocesados de América Latina”, especificó.

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