El día después

El lunes 13 de septiembre comenzará a emerger un nuevo escenario político en la provincia. En ese día, el que le seguirá a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), probablemente la suerte estará echada para que las fuerzas emprendan el camino hacia las elecciones provinciales de 2023. Esta situación está en la cabeza de los dirigentes y es el principal tema de conversación por estos días en los frentes mayoritarios.

Nunca antes una elección nacional de medio término se había vivido en Tucumán como una definición tan relevante para el futuro de los principales actores políticos locales. La puja interna en el justicialismo entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo abrió nuevas posibilidades no sólo dentro del oficialismo sino también de la oposición.

A 35 días de la contienda,los cruces, los actos y los gestos se acentuaron y están dando un adelanto de la intensidad con la que se vivirá el mes que queda de campaña. Aunque no parezca, los dirigentes están tomando nota del descontento social que está generando la actividad proselitista, abonado por la situación sanitaria y económica.

En el manzurismo dan por hecho de que vencerán al jaldismo y que sepultarán así las intenciones gubernamentales de Osvaldo Jaldo. Si bien aseguran que seguirán tratando de fidelizar a dirigentes del interior y de atraer a la mayor cantidad posible, la mira está puesta en otra sección electoral. En el espacio cuentan que el líder de ese espacio quiere ganar la Capital a toda costa, un territorio con circuitos muy difíciles para el peronismo. Durante la semana, Manzur y sus principales precandidatos encabezaron actos organizados por referentes capitalinos en distintos puntos de San Miguel de Tucumán. Esta estrategia se reforzará durante los próximos días con más reuniones y con distintas acciones de gestión.

Consideran que como superarán a Jaldo, el objetivo ahora es otro peronista que también apunta a suceder a Manzur: Germán Alfaro. En la Casa de Gobierno vienen siguiendo con atención cada movimiento y discurso del intendente y precandidato a senador del Partido por la Justicia Social (PJS) ¿Cómo creen que podrán ganarle? Hay una respuesta coincidente en los pasillos del Ejecutivo: con toda la estructura del oficialismo de la capital trabajando a pleno en la campaña. Esta estrategia comenzó a notarse, sobre todo, en los barrios.

¿Por qué el objetivo es Alfaro? Porque creen que lo que suceda con él dentro de la interna de opositora en Juntos por el Cambio -en la que enfrentará a las listas de José Cano-Silvia Elías y de Mariano Campero y Roberto Sánchez- será clave para 2023. Dicen que no será lo mismo un escenario con Alfaro liderando la oposición que con un Alfaro derrotado ¿Qué pretenden evitar? Que el jefe municipal se imponga y sea el opositor que comience a trabajar de lleno para llegar al poder provincial. Afirman que es una figura en crecimiento a la que hay que “neutralizar”. Creen, sin embargo, que fue un gran error tanto de Jaldo como de Alfaro exponerse personalmente en las urnas cuando restan dos años para el recambio de autoridades provinciales.

En la facción manzurista cayó pésimo que se haya reactivado en la Legislatura el proceso contra el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, en plena época preelectoral. Miembros del espacio insisten en que esta actitud desencadenará la salida de nuevos legisladores jaldistas del bloque para migrar al de Lealtad Peronista.

Mientras, Manzur tiene agendado un viaje a Buenos Aires porque habría sido invitado por el Presidente, Alberto Fernández, para la asunción del nuevo ministro de Desarrollo Social, Juan Zavaleta. Trascendió que Manzur aprovecharía la ocasión e iría en la búsqueda del compromiso de Fernández de tomarse una fotografía con los precandidatos.

En el jaldismo afirman que tienen encuestas que les grafican un camino prometedor hasta las urnas y que darían cuenta de que Jaldo se ha instalado con éxito como la principal contrafigura de Manzur. Expresan que están sufriendo campañas de noticias falsas sobre pases de dirigentes al manzurismo y embates de distinto tipo de dirigentes cercanos al Ejecutivo. Consideran que este tipo de acciones apuntan a un “desgaste” y que les confirman que estarían bien posicionados también en los sondeos con los que contaría sus contendientes.

El líder de ese espacio lleva una agenda repleta de actos, en los municipios y comunas y seguirá apostando al territorio.

Hoy quedarán transparentadas las estrategias comunicacionales, en los spots y la cartelería porque comienza la difusión oficial en los medios audiovisuales. En cuanto a lo discursivo, Jaldo viene remarcando la importancia de evitar una posible reforma de la Constitución que habilite la chance de una eventual reelección de Manzur. Además, hizo especial hincapié en el valor de la dirigencia de base. La idea sería contrastar el lugar que le da con el que consideran que le da su rival.

Con respecto a la situación de Lichtmajer, la bancada que acompaña al vicegobernador sostiene que no podían desoir la veintena de planteos en contra del funcionario tras la interpelación. Aseguran que no hay una decisión política tomada sobre el futuro del ministro.

En el jaldismo reniegan por las críticas que reciben por este tipo de situaciones cuando sostienen que la Casa de Gobierno emprende ataques subterráneos. Acusaron a la administración de impedir que en las escuelas y comunas se entregue el boleto estudiantil que financia la Cámara, tal como venían haciendo. Explican que por ello tuvieron que organizar en otras dependencias el retiro de las tarjetas. También afirman que se habrían dado de baja unos 300 contratos en comunas de dirigentes afines al presidente de la Legislatura.

Ante la posibilidad de un nuevo escenario y en tiempo de descuento, los espacios del oficialismo provincial ajustan la campaña y esperan.

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