Las heladas que ocurrieron en el último mes y medio afectaron parte de los cañaverales tucumanos

Las heladas que ocurrieron en el último mes y medio afectaron parte de los cañaverales tucumanos

Técnicos de la institución de investigación realizaron evaluaciones y dejaron algunos consejos para los productores, para futuras plantaciones.

Las heladas que ocurrieron en el último mes y medio afectaron parte de los cañaverales tucumanos
07 Agosto 2021

En Tucumán, la ocurrencia de heladas suaves y moderadas paralizan la evolución de la maduración de los cañaverales. Las severas y muy severas, en tanto, pueden provocar entre un 10% y un 25% de pérdidas de producción de azúcar, derivadas de la reducción de la cantidad de caña para molienda, del deterioro de la calidad de la materia prima que se procesa y de las dificultades que provoca en la recuperación fabril de azúcar. Así lo explicó Eduardo Romero, coordinador del programa Caña de azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

Transitando los últimos días de junio, y hasta los primeros días del mes en curso, los cañaverales en Tucumán sufrieron la ocurrencia de heladas de distintas intensidad y duración. Técnicos de la Eeaoc llevaron a cabo evaluaciones, que permitieron estimar los niveles de daño causados.

Múltiples factores

En primera instancia, se puede decir que la incidencia de las heladas fue generalizada y con efectos variables sobre el cañaveral; que en gran medida dependen de su localización, de la variedad implantada, del nivel de crecimiento y producción y del grado de vuelco. Los daños más importantes se observaron en lotes ubicados en el centro este, en el sur y en el sureste del área cañera: lotes con variedades más sensibles al frío y los cañaverales de menor nivel de producción y/o volcados.

Las yemas se han visto dañadas en grado variable, desde casos con solo el brote guía dañado a situaciones extremas, en que gran parte de las yemas resultaron afectadas. Esto hace suponer que muchos de los cañaverales que iban a ser destinados a caña semilla pueden haber perdido su condición de semilleros y deberán ser enviados a la fábrica. Se recomienda en este sentido realizar un monitoreo cuidadoso de los lotes semilleros, para evaluar el grado de daño en las yemas y asegurar la capacidad de brotación que se requiere para no poner en riesgo el éxito de la plantación.

Chequeo

El nuevo escenario obliga a los ingenios y a los productores a evaluar en cada lote el nivel de daño que sufrió el cañaveral destinado a la industria. Así se podrá realizar un reordenamiento de la cosecha estableciendo un orden de prioridad entre lotes y definiendo, en cada caso, la altura de despuntado adecuada, para minimizar los efectos negativos del frío y mantener la calidad de la materia prima en niveles apropiados.

Respecto de la cosecha, resultará fundamental evitar al máximo la quema de los cañaverales y reducir el estacionamiento de la materia prima en el campo, durante el transporte y en la fábrica. La quema y el estacionamiento poscosecha de la caña afectada por heladas intensifican la pérdida de azúcar, lo que genera significativas pérdidas en la recuperación de sacarosa, de gran magnitud en la cosecha tardía.

La ejecución de un despuntado más severo en la cosecha de cañaverales afectados por heladas puede tener una significativa influencia en la calidad de la materia prima, al favorecer una mayor recuperación de azúcar y al minimizar las pérdidas. Considerando que los mayores efectos negativos de las heladas se verifican en la porción superior del tallo -más expuesta y más sensible al frío-, su eliminación, mediante un despuntado más exigente, evita el procesamiento de materia prima con altos contenidos de impurezas y sustancias indeseables, que afectan la recuperación fabril de azúcar y generan un producto de baja calidad.

En general, el despuntado de caña helada puede significar la eliminación de dos a cuatro canutos adicionales al nivel convencional, si bien convendrá ajustarlo en cada situación.

Efecto acumulativo

Cabe recordar que el efecto de las horas de frío es acumulativo, por lo que cada nueva helada modifica y agrava la situación del cañaveral. La magnitud final de las pérdidas de azúcar dependerá de la incidencia de otros factores, cuya consideración y manejo permitirá minimizar su significación.

Entre estos podemos destacar la influencia de las condiciones ambientales que se registren en el tiempo que resta de zafra; en especial el aumento de las temperaturas y la ocurrencia de lluvias. También influirá el comportamiento de los cultivares comerciales (tolerancia al deterioro poshelada, nivel de maduración, capacidad productiva y cobertura), la fecha de cosecha y el sistema de recolección empleado, entre otros.

Pero sin dudas este año el factor de mayor gravedad y riesgo lo constituyen las quemas. En el estado actual, con altos niveles de combustibilidad del material vegetal, la quema accidental y/o intencional de banquinas, de matorrales o de cañaverales provocará la propagación del fuego a miles de hectáreas en muy poco tiempo, lo que hará perder el valor económico del cañaveral al acelerar el deterioro de la materia prima.

Al final de la zafra, todos los esfuerzos que se realicen para optimizar la cosecha de los cañaverales afectados por heladas habrán evitado la pérdida de importantes cantidades de azúcar.

Caña semilla

Las heladas calificadas como moderadas y severas ocasionan destrucción parcial o total del follaje, muerte del brote guía y diferentes grados de daño a las yemas a lo largo del tallo.

Esta situación requiere que se extremen las precauciones en el caso de querer emplear la caña como semilla para las plantaciones y/o renovaciones comerciales.

Para evitar utilizar como semilla caña con yemas en malas condiciones debemos tomar una serie de medidas que permitan asegurar el éxito de las plantaciones:

• Revisar cuidadosamente la caña que se desea utilizar como semilla, controlando el estado de las yemas a lo largo del tallo.

• Vea si las yemas desde las apicales hacia abajo se encuentran necrosadas (color marrón oscuro) y/o flácidas. Si es así, están muertas o son de dudosa brotación. En caso de que solo las yemas apicales presenten este estado, hay que eliminar toda la porción del tallo afectada (no plante dejando esta porción porque afectará la brotación de las otras yemas). En este caso, coloque en los surcos una cantidad de semilla mayor que la habitual, para subsanar posibles fallas en la brotación.

• Si muchas yemas del tallo están dañadas o en dudosas condiciones, no utilice este cañaveral como caña semilla. La plantación es una operación muy costosa y se debe garantizar la capacidad de brotación del material que se emplea en esta.

• Recuerde que cada lote es una situación particular. La ubicación del lote, el estado de crecimiento del cañaveral, las variedades, etcétera, modifican el grado de afección por las heladas. Por lo tanto, nada remplaza al monitoreo cuidadoso de cada situación para tomar la decisión más acertada.

• La caña que está caída sufre en mayor medida los efectos de las heladas, ya que las temperaturas a nivel del suelo son más bajas. En este caso, las yemas que quedan en contacto con la superficie del suelo resultan más afectadas.

• El efecto de las horas de frío es acumulativo, por lo tanto, cada nueva helada modifica y agrava la situación de su cañaveral. Por ello, la evaluación de su lote debe hacerla en el momento que decida cortar la caña para plantar.

• Sea prudente. Extreme los controles de la calidad de las yemas que empleará en las plantaciones. No arriesgue su inversión.

Si tiene dudas consulte a los técnicos de la sección Caña de Azúcar de la Eeaoc.

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