Todo empezó con la guitarra del bisabuelo Ramón

Todo empezó con la guitarra del bisabuelo Ramón

Hasta ahora Hernán Lemos es el único tucumano que ha pasado a la tercera etapa en el show de talentos. Se inscribió en el casting del programa el último día.

VOZ JOVEN. Entre el estudio por vocación y la música por pasión. VOZ JOVEN. Entre el estudio por vocación y la música por pasión.
04 Agosto 2021

En estos días, a Hernán Lemos lo llaman de todos lados para hacerle notas; su popularidad va in crescendo. Es que el jueves el joven cantante la rompió en La Voz Argentina. En su segunda presencia en el reality, Lemos es el único participante tucumano que superó la etapa Batalla hasta el momento.

La “Oración del remanso”, de Jorge Fandermole, cantada junto a Milagros Sendot (de Buenos Aires) y a Querubín Ayarde (Salta) fue el tema con que Lemos pasó a la tercera etapa, de Knock Outs (ver “Fases...”).

“Si bien es complicado cantar de a tres, gracias a Dios, por haber formado parte de grupos de folclore a mí se me ha facilitado bastante conjugar mi voz con las otras dos, y lo sentí bastante natural en lo musical. Además los chicos con los que canté son superprofesionales y con todos los ensayos y lo que compartimos en las grabaciones con nuestro coach vocal nos resultó fácil sacarla y fluyó en el escenario. Yo la canto desde chico; es una canción que me encanta. Se dio la posibilidad de hacerla porque nadie más la eligió y eso me ayudó muchísimo”, le cuenta a LA GACETA.

De los tres participantes en la batalla, el jurado eligió primero a Lemos y luego a Ayerde, y quedó eliminada la cantante bonaerense.

“Ahora se viene la etapa tres, el KO, donde cada participante compite contra otro en escenario; y cada uno canta una canción completa”, anticipa, y revela que desde la producción no les dan fechas: “cuando empieza la etapa, el mismo día nos mandan un mensaje de que se televisa la participación”.

Responsabilidad

“Estoy recontento y con ganas de hacer todo lo mejor posible. Prácticamente estoy representando la provincia, así que para mí es mucho el orgullo y también una gran responsabilidad”, admite. Hernán tiene 24 años, está a 10 materias de recibirse de abogado, y canta y toca la guitarra “de toda a la vida”, pero recién ahora está empezando a profesionalizarse en lo artístico.

“Voy orientando mi vida por el estudio mientras hago música por gusto. Siempre canté en grupos de folclore hasta que me animé a cantar como solista. Y haber cantado en grupos me facilitó enfrentar escenarios en peñas y eventos”, reconoce.

En enero, en el último día que estaba abierto el casting on line para audicionar en La Voz, el cantante se inscribió en el certamen: “a las apuradas mandé un video de la canción con la que debuté, ‘Vuélveme a querer’, de Cristian Castro”.

Después vendrían varios procesos de selección fuera del aire hasta llegar a la primera etapa, de la Audición a Ciegas, donde provocó que Mau y Ricky y Lali Espósito dieran vuelta sus sillas y que él eligiera irse con el Team Lali.

“Mi expectativa es que a la gente le agrade lo que hago. Y además de lo musical, lo que uno puede poner en el escenario, transmitir algunos valores que uno adquirió en la casa. Con respecto a la música, mi deseo es trabajar y progresar en el escenario para los próximos desafíos en el programa”, expresa.

“Como todo solista uno canta el género romántico con temas de Ricardo Montaner, Luis Miguel o David Bisbal, entre otros. El folclore es imprescindible con los amigos, es más social”, dice sobre los géneros, y agrega que ahora “la idea es ir por el lado pop melódico, aunque no lo tengo tan definido”.

Fe e historia

“La verdad es que no me tenía fe para la primera fase, porque había muchos artistas de gran nivel. No es que me haya sentido menos, pero los vi muy grossos, muy talentosos y con mucho escenario. Eso me ponía en desventaja”, confiesa sobre sus comienzos en el certamen.

Hernán cuenta que en su familia nadie se dedica a la música, pero sí hay una historia: “cuando yo era chico no tenía play station ni computadora. Lo único que tenía era la guitarra de mi bisabuelo Ramón, a quien no conocí. El se la pasó a mi abuelo, que se la pasó a mi papá. Como ninguno de ellos aprendió a tocar la guardaron con celo, y yo la heredé”. Una semilla de seis cuerdas que ahora crece.

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