Un viento creativo les sopla la música y los amontona

Un viento creativo les sopla la música y los amontona

Leo Deza y Juan Martín Medina, reconocidos vientistas en la escena de la música popular argentina, llegan con un recital junto a músicos invitados al Parador Mundo Nuevo.

POR LOS CAMINOS DE LA MÚSICA. Villagra al bajo, Juan Martín Medina y Leopoldo Deza en flautas traversas en el show hecho el viernes en CiTá. POR LOS CAMINOS DE LA MÚSICA. Villagra al bajo, Juan Martín Medina y Leopoldo Deza en flautas traversas en el show hecho el viernes en CiTá.

“Con Juan nos conocemos hace años, desde los 90. Venimos amagando hace mucho con hacer algo juntos. Él se fue a México, a tocar en la banda de Julieta Venegas, y se quedó viviendo allá. Habíamos planeado hacer un encuentro en ese país en 2020, porque yo iba a ir con Litto Nebbia, y al final no se dio”.

Lo dice Leo Deza con tonada acentuada, para que se note que nunca tuvo intención de perderla; tampoco ha perdido el hablar tranquilo, los tucumanísimos artículos y los diminutivos, pese a tantos años viviendo en Buenos Aires.

Se refiere a Juan Martín Medina, con quien Deza se ha asociado a partir de los instrumentos de vientos, con los cuales ambos nacieron en la música y están en permanente proyección.

Por eso llaman, coherentes, “... Y el viento los amontona” a su show conjunto, con el que recorren la provincia. Hoy, a las 16, estarán en el parador Mundo Nuevo (camino a Villa Nougués frente a country La Arboleda). La fiesta incluirá un apartado especial dedicado a la Pachamama, con un ritual de limpieza y sanación.

De vuelta

“Juan volvió de México, nos encontramos en Buenos Aires, y coincidimos en que vino a instalarse en mi barrio. Nos empezamos a juntar y a armar cositas porque al final nos conocemos hace mucho, pero nunca habíamos tocado juntos -dice-. Es que nos cruzábamos a cada rato en los escenarios, pero siempre cada uno estaba tocando con algún otro artista”.

“Hace ya un tiempo nos empezamos a juntar y la verdad es que empezaron a salir cosas relindas de repertorio propio y versiones de otros autores. Así se fue armando esta girita”, afirma, mientras recapitula que el recorrido norteño empezó en Santiago del Estero el jueves, en “Don Sixto”.

“Estamos felices con esta girita para despuntar el vicio y retomar contacto con el público. Como las cuestiones oficiales vienen lentas de arrancar, esto viene por el lado privado; tocamos en lugares acogedores y con onda. De vuelta, nos esperan shows en Maciel (Santa Fe) y en Rosario, en El Aserradero”, comenta.

- ¿Qué músicos los acompañan?

- Se armó un combo lindo. Lo trajimos de Buenos Aires a Leo Villagra, que nos acompaña en guitarra y bajo, y se suman la Nancy Pedro, a Pita Power y a Manolo Salguero”.

- ¿Cómo se arma el repertorio de los shows?

- Hay temas míos, temas de Juan, de amigos nuestros como el Negro Bravo, de Córdoba. Por supuesto, hacemos versiones de clásicos también: por ejemplo, una versión de la “Zamba para Simoca”, de “La vieja”, “La humilde” y otras chacareras clásicas. Y siempre alguno más nos piden.

- ¿Por qué se suman Pedro y Villagra?

- A Nancy la invitamos para que haga algunos temas de su disco, que yo produje. Está muy lindo, sale el mes que viene y se llama “Una”; son todos temas de ella. Así que cantará un par de canciones como anticipo. También haremos algunos temas de Leo, que caben en un disco “Doble urbana”. También sale dentro de un mes y que hicimos a dúo con él. Así que aprovechamos de hacer yuntas y presentar de todo un poco.

- Si bien Juan y vos son inicialmente flautistas, tocan otros instrumentos y cantan...

- Juan toca flauta, saxo y guitarra, y también canta. Los dos somos medio comodines: yo toco también el piano, el saxo y la flauta, y canto. Nos vamos rotando.

- ¿Cómo llevás tu vida de artista desde 2020?

- Es durísimo porque hace unos 20 años que vivo de mi trabajo de sesionista. En los shows grandes venía trabajando con Litto Nebbia desde hace mucho tiempo. También en un espectáculo que se llama “Está en tus manos”, con Litto, Silvina Garré, Ricardo Soulé y Nito Mestre. Todos esos trabajos se cortaron, es decir, perdí mi principal fuente de ingresos.

- Tuviste que reinventarte.

- Yo ya venía equipándome -tengo mi home studio- y ya venía produciendo, pero lo hacía medio como hobby y ahora pasó a ser mi actividad principal. Tengo un sellito que se llama La Muda Récords, con el que veníamos produciendo ya como seis discos con Melopea. En 2020 empezamos a producir y a subir nosotros mismos como independientes: ya tenemos el cuarto disco subiendo, que justamente es el de Nancy Pedro, y vamos a cumplir nuestro primer año con ocho discos subidos.

- Contanos los otros títulos.

- Son “Fase uno”, grabado con Ricardo Culotta, trompetista con quien toco, Gero Santillán en bajo, Mariano Gómez en batería y percusión y yo en teclados y flautas; “Solo instante”, de la cantante Sole Flores; el EP “Música para ver el cielo”, con Culotta y con la cantante mexicana Natusha; y ahora, a punto de salir el de Nancy y “Doble urbana”, de Leo. Además estamos terminando un álbum de Cecilia Palacios, y tenemos un disco con obras del Cuchi Leguizamón realizado por Liliana Rodríguez, de Córdoba. Y hay una larga lista de espera, lo cual es una buena noticia.

- ¿Te imaginaste que podrías dedicarte a grabar?

- La verdad es que nunca había grabado tanto, pero desde marzo de 2020 paso en el estudio todo el día, y se empezaron a producir discos para músicos amigos de todos lados.

- ¿Cómo te sentís en este nuevo hacer musical?

- Me gusta mucho, pero no hay nada que reemplace el vivo. Sigo extrañando horrores estar en un escenario con la gente en las sillas. En un año y medio debo haber tocado cuatro o cinco veces, de las cuales tres fueron en Tucumán, en enero. Y ahora recién estamos haciendo la primera girita en un año y medio. La hacemos por nuestra cuenta, en nuestro auto, a ver si arrancamos un poco a tocar porque se extraña un montón. Te das cuenta de que el hecho de tocar es, en mi caso, mi relación con el mundo. Si no toco quedo como aislado.

- Pero en 2020 tocaste en streamings. ¿Cómo te sentiste?

- Sí, hice streamings. Está todo bien; sirve y acompaña, pero no es lo mismo. La primera vez que hice un streaming fue un bajón. Terminás de tocar y te das cuenta de que estás solo, y no sabés si hay alguien del otro lado de la pantalla. Te enterás después si alguien lo vio o no lo vio. Y no es lo mismo porque la música suena en el aire, hay que compartir el mismo aire, el mismo espacio.

- ¿Cómo ves el panorama en materia de ingresos?

- He recibido en 2020 y este año las becas del Fondo Nacional de las Artes (FNA), así como los apoyos del Instituto Nacional de la Música (Inamu) y todo esto es inédito. En crisis anteriores los Gobiernos ni se enteraron de que existía nuestro sector. En mi caso, mi único ingreso fijo son tres horas cátedra en el Conservatorio. Pero con las ayudas de las becas y del Inamu la verdad es que hemos podido zafar, sobre todo al principio.

- ¿Creés que los shows en vivo van a volver como antes?

- Los shows grandes no creo que vuelvan por un buen tiempo. Al mismo tiempo, entre algunos artistas ha saltado esto de que el streaming deja muchísmo más ingresos con menos gastos (no es nuestro caso). Hay quienes venden 70.000 tickets (equivalen a 10 teatros Gran Rex) y meten esa misma gente on line con entradas más baratas, pero casi sin costos. Por eso que los shows grandes van a demorar para volver; creo que van a ser más caros que antes y que no van a volver exactamente igual.

- A los artistas les cuesta armar una agenda de trabajo por los permanentes cambios de medidas sanitarias.

- A nosotros nos ha costado, salvo las fechas de Tucumán, confirmadas hace un mes. En las otras provincias es un poco más incierto, es muy difícil armar agenda. Incluso Córdoba, por donde lo pasaremos de vuelta, están suspendiendo todo. En Buenos Aires están empezando a abrir con aforo reducido y con largas listas de espera.

En resumen

Deza y Medina son muy reconocidos en la música popular argentina.

Medina es cordobés y formó parte de las bandas de Julieta Venegas, Los Nocheros, Peteco Carabajal, Chango Spasiuk y Cuti y Roberto Carabajal. En 2016 fue nominado a los premios Gardel con su disco solista “En el sendero”. Grabó más de 100 discos con artistas nacionales e internacionales.

Deza es tucumano. Tocó y grabó con Horacio Banegas, Pancho Cabral, Ricardo Soulé, Nito Mestre, Silvina Garré, Andrés Calamaro entre otros. Nominado a los Gardel 2019 con el disco “Canciones de Tucumán a Rosario” grabado a dúo con Nebbia.

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